Reinaldo Aguilera: Depresión post electoral

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Luego de haber pasado por múltiples situaciones, finalmente se llego al tan esperado 28 de julio, las cartas estaban echadas y millones de ciudadanos incluso aquellos que abiertamente habían dicho que no irían a votar, pues lo hicieron, aun a sabiendas que en otros tiempos la famosa ex presidenta del Consejo Nacional Electoral les tumbaba todo con su frase lapidaria “tendencia irreversible”.

Pero algo decía que sería diferente y definitivamente lo fue, sin embargo con la victoria de Edmundo González, el Chavismo y su heredero quedaron definitivamente sin herramientas reales para adjudicarse el triunfo, entonces decidieron sencillamente robarse las elecciones, creando un ambiente que casi a una semana del día del proceso sigue turbio y oscuro, nada esta claro.

La presente columna no será un análisis más de lo que está sucediendo, técnicamente hablando, ya existen muchos colegas que están en ese plano, prefiero hablar desde mi condición de ciudadano, de hijo, de padre, de amigo.

No existe duda alguna respecto al resultado de un proceso que es catalogado desde ya como histórico, por múltiples razones, la más importante es el haber ganado una contienda que tiempo atrás era imposible de visualizar, de allí hay que partir y no desde la tristeza o depresión porque “ellos” lo volvieron a hacer, para nada, los que estamos del lado correcto en esta historia, vivamos o no en Venezuela, sabemos que el 28 Perdieron y por paliza, por eso es que están como locos buscando todo tipo de pretextos para tratar de tapar lo que están haciendo.

Las cosas hay que llamarlas como son, el Madurismo está cometiendo un fraude continuo contra el país, contra la ciudadanía que en paz busca un cambio de rumbo y ellos no quieren que suceda, pretenden extender la debacle que  tiene a toda una nación prácticamente en la ruina.

Un punto y aparte se lo llevan todos los países que en boca de sus presidentes o altos funcionarios, están reconociendo a Edmundo González como ganador y a la par exigiendo que si es el caso, se demuestre que Maduro fue quien gano, cosa que el entorno oficialista tiene bien cuesta arriba, pues no logran reunir los elementos reales para tal demostración, por lo que crean situaciones fuera de lógica y lugar, como el hackeo masivo al CNE (controlado por el oficialismo) o la presentación de un recurso ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (controlado por el oficialismo), para buscar legalizar lo que es a todas luces ilegal.

Lo que sí es cierto, es que el oficialismo y sus representantes, en esta hora menguada de la república, busca y buscará aplastar a quien sea, con las acciones que puedan, con la persecución, el amedrentamiento, obligando a que los medios se auto censuren, en fin es larga la lista, pero toca a cada uno de nosotros, poder sobrellevar la alegría, el enojo, las heridas, la frustración, incluso las rupturas familiares; toda ésta mezcla de emociones y situaciones que nos deja hoy la contienda electoral que se ha vivido en nuestro país.

Debemos manejar la frustración que viene cuando la expectativa no coincide con la realidad, aunque sea momentánea como ahora, para muchos hay  llanto, desesperación, pérdida de control, estos pensamientos desoladores de qué va a pasar, todo es entendible, pero tenemos que escuchar la voz de la razón, poder avanzar aunque se crea que ya no se puede, por que la vida no termina.

Es interesante lo que los expertos aseguran, es sencillo, dicen que frente a la derrota de su candidato preferido, las personas puede sentirse invadidas, con una suerte de desánimo ante la vida, falta de confianza en las instituciones electorales, cierta indignación o rabia y también apatía, eso es correcto, pero eso que lo sientan los Chavistas/Maduristas que perdieron, no nosotros, de pronto suena algo loco, pero yo tengo confianza en que algo bueno pasara esta vez y las cosas serán diferentes.

En tal sentido hay que sacudirse la depresión post electoral, cuidarse y cuidar a los nuestros, hacer lo que se deba desde la perspectiva de que sabemos que ellos son capaces de cualquier cosa y seguir avanzando en consecuencia.

Quiero cerrar con algo que leí hace unos días y que es parte de una novela maravillosa y muy dura para algunos, la autora que es la venezolana Arianna de Sousa, lleva por nombre “Atrás queda la Tierra”, en ella se narra parte de lo que pasamos muchos de los que nos hemos visto obligados a emigrar, por eso dejo solo lo siguiente: “Nos movemos para continuar la historia, para no apagarnos, para que nuestra familia subsista sin importar bajo que bandera, por que venimos de la noche, pero no vamos a ella, vamos hacia el aire, vamos hacia la luz estruendosa del Sol.”

Así de simple y sencillo.

@raguilera68 – @AnalisisPE

 

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