Carlos Ñáñez: La vigencia de la denuncia tácita de Doña Bárbara y el retorno al siglo XX

Compartir

 

Los hermanos Rodríguez, eternos resentidos y quienes ven en nosotros la posibilidad de la venganza eterna, nos califican de fascistas.

La llanura es bella y terrible a la vez; en ella caben, holgadamente, hermosa vida y muerte atroz. Rómulo Gallegos.

Los tiempos que vivimos desde el 28J, día en el cual el fenómeno emocional y la ingente necesidad de un cambio hicieron que acudiéramos masivamente a las urnas electorales para manifestar nuestra opinión, cambiaron de un hermoso horizonte pintado por Iris, a la más retorcida de las pesadillas. Es aquella del miedo general, del estado de alerta de la vigilancia sempiterna de un gran hermano implacable, quien habiendo torcido la voluntad popular olvidó su manido programa de gobierno.

En lugar de escuelas, hospitales, prosperidad económica y democracia, nos propone cárcel, esa palabra terrible con tilde obligatoria por ser esdrújula y que se hace grave con otra palaba: la muerte. Grave, en nuestro idioma empobrecido pero sempiterna como alerta.

Los hermanos Rodríguez, eternos resentidos y quienes ven en nosotros la posibilidad de la venganza eterna, nos califican de fascistas, lo propio lo hace el Fiscal del régimen quién llega a la burla de indicar que los heridos en las protestas son rociados con salsa cátsup. Imagino que nos considera despojos, fiambres.

Lo verdaderamente contradictorio es el hecho de que Maduro haya asumido una conducta propia del fascismo y del nacional socialismo, construir cáceles para reeducar a quienes pensamos distintos. Parece que “este atropello a la dignidad” es tomado de una maldita combinación entre exterminio y reeducación de los Gulag de Stalin. Allí el frio era la maestra del socialismo, podríamos decir que también la idea viene de Cuba, de los campos de tortura de Cárcel de Maisí, en la cual ya no cabían más presos en bartolinas1 y gavetas2, literalmente pudriéndose entre sus excrementos. Ya con horror vimos el espectáculo violento y humillante, de hacer saludar a Maduro, por un grupo de secuestrados en un fuerte milita. De esta manera se le acaricia el ego al dictador.

¿Son estos los primeros pininos del fascismo? Conviene preguntar, en qué lugar quedó la prosperidad económica prometida por Maduro, a sabiendas de que el socialismo es incompatible con el cálculo económico. Ante su incapacidad ofrece cárceles, eso es lo que sabe hacer, la violencia es su locus.

El madurismo es la barbarie, el hato del miedo, la venganza, la degeneración de Lorenzo Barquero, quien fué victima de un brebaje llamando Pusana, que lo convirtió en animal. El madurismo es la Marisela abandonada por su madre, repudiada, sucia, confinada a un rancho infecto y a la pobreza,. Los alacranes y adláteres son la reedición del brujeador, ese chismoso perverso que mantenía al tanto a la doña; y esta lucha espiritual no es más que el dialogo secreto entre la Doña y el socio, el mismo Belial, Satanás o Legión, demonios inmundos que insuflan maldades en el altar del Hato del miedo. En la frenética Venezuela de Maduro, cada cual decidirá tomar Pusana, convertirse en reptil, lamer las botas de la Doña o asumir la postura de Ño′ Pernalete o del bachiller Mujiquita, ambos representantes de la degeneración de la justicia devenida Ley del Llano, emulo del TSJ.

La civilidad es Luzardo, quién vence a la Barbarie, defiende sus derechos, por vías civiles y por vías de hecho, como lo hizo con los mondrilones, esos personajes salidos de las sienes de Bello Onza, Tigre y León, con quienes se lio a las manos, para hacer ejercer su propiedad, pues no siempre la civilidad se gana con argumentos, nosotros somos un conglomerado inerme, no podemos batirnos con el opresor. Asumirlo, supone aceptar la lógica abstracta del pensamiento contrario, validar el pensamiento del otro y derramar sangre inocente, además de que siempre hemos estado del lado de la paz.

Doña Barbara fue la denuncia silente de las letras de Gallegos, para la tiranía de Gómez y se incardina, fenomenológica e históricamente, en el tiempo de los compadres de Castro y de Juan Vicente Gómez. “Años mustios, oscuros, sin libertad, tiempo de traiciones” . Son esos los mismos tiempos de los felices compadres de Maduro.

De la servilleta en la cual obtuvieron los resultados 51.20% para el Dictador, 44.20% para la libertad y 4,6 para los que liban Pusana. Un cómputo realizado por los miles de Mujiquitas, quienes adulan armados de una calculadora de bolsillo. La advertencia para estos aduladores es la de Proculo, senador romano que ofreció su vida a cambio de la recuperación de César Calígula y cuando este se recuperó exigió su suicidio.

Finalmente, espero que triunfe Luzardo, estoy jugándome mucho, por pensar distinto y moverme entre serpientes, que cambian de bando a placer. Pero tengo la convicción, con ansias de existir, que la máxima de Luzardo se cumplirá:

“Allá lo esperaré –díjole Santos–, y al día siguiente partió para Altamira. Por el trayecto, ante el espectáculo de la llanura desierta, pensó muchas cosas: meterse en el hato a luchar contra los enemigos, a defender sus propios derechos y también los ajenos, atropellados por los caciques de la llanura, puesto que doña Bárbara no era sino uno de tantos; a luchar contra la Naturaleza: contra la insalubridad que estaba aniquilando la raza llanera. Contra la inundación y la sequía que se disputan la tierra todo el año, contra el desierto que no deja penetrar la civilización” [ CITATION Gal09 \l 8202 ].

La mentira no se impondrá, el miedo menos y todo volverá a ser Altamira, verde, prospera y digna. «La mentira gana partidas y la verdad gana el juego” Sócrates. Entonces justo entonces estaremos llevándole el frio al tirano, quién se perderá en ese mismo bongo que trajo tanto mal a nuestra Patria.

Venezuela serás libre y desde mi insilio me quito de la boca la mordaza, trapo sucio de la mano tembleque que la usa, para gritarles; Sigan riendo cual hienas. «La justicia da a cada cual lo que le corresponde Justiniano”

Para conquistar la libertad hay que acabar con los caciques y el gobierno de los peores. Joaquín Costa

Bartolinas: Celdas gruesas y estrechas.

Celdas horizontales, con forma de gaveta en las cuales se expone al reo al calor asfixiante y al frio nocturno

X carlosnanezr – IG nanezc

 

Traducción »