Continúan, por decenas, los secuestros y arrestos en casas, calles y avenidas de dirigentes sociales, periodistas y políticos enfrentados a la deriva dictatorial. Asi han logrado aterrorizar a buena parte de la población venezolana y generar temores fundados en el abuso de poder institucional y en el accionar criminal de bandas parapoliciales.
A dos semanas del domingo #28 Jul, está demostrado que en Venezuela está en curso un mega fraude electoral con gran descrédito para el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el gobierno de Nicolás Maduro, el PSUV, sus satélites y testaferros. Y como no podían sostener ese expolio a la voluntad popular expresada en un tsunami de votos el #28 Jul , sus leguleyos hicieron girar el despelote hacia un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en
Sala Electoral (SE/TSJ), no menos desprestigiado que los otros factores institucionales del Poder Público Nacional bajo estricto control del presidente reeleccionista y su entorno palaciego y partidista.
Esa cruda realidad de inmoralidad política ha sido exponenciada con un cerco represivo con saldo de 23 compatriotas asesinados y más de 2.000 privados de libertad, en su mayoria abusivamente por agentes policiales y militares, con la aquiescencia del Ministerio Público para la siembra de “delitos” tan graves como “terrorismo”, “incitación al odio” y “asociación para delinquir”, entre los cuales entretejen supuestos delitos menores y hasta insignificantes. En perspectiva, hay una larga cadena de sufrimientos personales y familiares, a cargo de un Sistema de Justicia corrompido y violador de Derechos Humanos.
Personalmente, Maduro llegó a afirmar que ya tenían tras las rejas a”2.229 terroristas”, lo cual debe alertar a los gobiernos y sociedades de los países de América Latina y el Caribe, por ser nuestra región, pero también del mundo, incluyendo a los aliados de Caracas por razones geopolíticas.
¡Y amenazan con más! Continúan, por decenas, los secuestros y arrestos en casas, calles y avenidas de dirigentes sociales, periodistas y políticos enfrentados a la deriva dictatorial. Asi han logrado aterrorizar a buena parte de la población venezolana y generar temores fundados en el abuso de poder institucional y en el accionar criminal de bandas parapoliciales muy agresivas y asesinas, portando armas de guerra facilitadas por organismos del Estado, con descarado y pendenciero manto de impunidad. ¿Funcionan impunemente en Brasil, Chile. Colombia o México bandas parapoliciales que reprimen junto con policías y militares a la población y a manifestantes, e imponen “toque de queda” en zonas populares? ¿En cuáles y cuántos países esas bandas criminales son armadas y financiadas por sus gobiernos? ¿Cuántos y cuáles incluyen a esos prevalidos delincuentes en sus esquemas de seguridad interior?
“Todo esto y más esta ocurriendo en Venezuela bajo la conducción gubernamental de Maduro, el PSUV, sus satélites y testaferros, una terrible amalgama de corrupción, abuso de poder, mediocridad e inmoralidad”
Todo esto y más esta ocurriendo en Venezuela bajo la conducción gubernamental de Maduro, el PSUV, sus satélites y testaferros, una terrible amalgama de corrupción, abuso de poder, mediocridad e inmoralidad en el ejercicio de la función pública.
Este es el verdadero caldo de cultivo del fraude electoral y la razia represiva en Venezuela que, entre otros, los presidentes Boric, López Obrador, Lula y Petro no pueden desestimar: moral y políticamente están obligados a contrariar y denunciar la amalgama de corrupción y abuso de poder impuesta por Maduro, sus ministros y los jefes militares y policiales junto con los altos cargos de los otros cuatro Poderes Públicos que le obedecen prosternados y sin un ápice de dignidad.
En Caracas, Venezuela, cuna del Libertador Simón Bolívar, venezolanas y venezolanos seguimos en pie de lucha contra el fraude, la corrupción, la represión y la pudrición del Sistema de Justicia que todo lo encubre y cohonesta.
Seguimos exigiendo respeto a la voluntad popular expresada en la elección presidencial del #28 Jul, publicación oficial de las actas de votación y verificación de la totalización; y cese de la terrible represión desatada.
El autor de este trabajo, es periodista egresado de la UCV y profesor de Sociopolítica y Comunicación y Desarrollo en la Universidad Católica Santa Rosa de Caracas. El profesor Molina fue en estas pasadas elecciones, el candidato presidencial del Partido Comunista de Venezuela. ROC.