Fernando Luis Egaña: La verdadera soberanía

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La verdadera soberanía reside en el pueblo, quien la ejerce a través del sufragio. La Constitución de 1999, a pesar de todos sus pesares, la consagra.

En el fallido referéndum constitucional de 2007 se pretendió eliminar este principio y sustituirlo por otro, en el cual la soberanía popular dependía del poder establecido. Una aberración hegemónica que, no obstante ser negada por el pueblo, ha sido impuesta desde entonces, hasta llegar al fraude colosal del 28J.

Si un pueblo, en medio de un contexto electoral que no es libre ni justo, se manifiesta en 70% a favor del cambio y en rechazo al despotismo; entonces la soberanía nacional y constitucional ha expresado una voluntad abrumadoramente mayoritaria. No hay vuelta de hoja.

Si la hegemonía lo desconoce, está violando la soberanía. Si inventa cifras y artimañas para justificar su continuismo, está violando la soberanía.

Si apela al control militar y judicial para lo mismo, está violando la soberanía. Si recurre a la violencia represiva para mantenerse en el poder; está violando la soberanía.

Fraude colosal, autogolpe y represión son violaciones crasas de la soberanía. Me avergüenza que la presidente electa de México declare que este es un asunto que no le concierne…

Estás equivocada, Claudia. El atropello, la represión, el desconocimiento brutal de la voluntad popular, es decir, de la soberanía nacional, es una realidad que debe concernir a toda la comunidad democrática internacional.

La hegemonía despótica y depredadora proclama que la soberanía consiste en hacer lo que le da la gana y en denunciar a todos los que no están de acuerdo en el exterior. No. La verdadera soberanía no tiene que ver con eso.

La verdadera soberanía está en el pueblo y su firme decisión de un futuro humano y digno. Respetar y apoyar esa firme decisión es la verdadera soberanía.

 

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