Estupefacción mundial por el desparpajo del gobierno de Maduro frente al evento electoral ocurrido el 28 de julio, por el cual, todavía el CNE controlado por el gobierno de manera abyecta, no ha ofrecido resultados objetivos; de acuerdo con las exigencias de la Constitución y la Ley electoral correspondiente.
Los que se ufanaban de haber creado el mejor sistema electoral del mundo; hoy se esconden tras un supuesto hackeo, que solo existe en sus mentes febriles y tramposas, pero por fortuna descubiertos y puestos al desnudo por la existencia de las Actas en poder de la oposición, recogidas en cada mesa, y centro electoral, como corresponde legalmente.
Una derrota tan clara y contundente que hasta en los cuarteles militares, y los barrios más humildes donde antes arrasaban con su actitud populista, fueron barridos, y eso les duele en el alma.
Descubiertos en el despropósito, lejos de corregir, se fueron al TSJ a intentar un recurso impresentable por cuanto esa instancia judicial es absolutamente incompetente, y ahora pretenden culminar la tropelía con un dictamen de unos ¨magistrados¨ militantes del PSUV, promoviendo un supuesto ¨peritaje¨ sin profesionales reconocidos, sin presencia de expertos de la oposición, y sin la veeduría de la ONU; Centro Carter; OEA, y Unión Europea. Pudieron ahorrarse el bochorno mundial, si dejaban que el CNE asumiera su competencia exclusiva, en los términos de la Constitución y la Ley Orgánica de Procesos Electorales.
Pero no, prefirieron dar el zarpazo creyendo que por tener el control absoluto de las instituciones, el adversario se iba a quedar de brazos cruzados teniendo en sus manos un triunfo clamoroso.
Tan grave o más que el propio arrebatón institucional de las elecciones, ha sido la sistematización de la violación de DDHH fundamentales, y la comisión de crímenes de lesa humanidad.
Miles de presos, incluyendo menores de edad, y discapacitados; decenas de heridos; desapariciones forzosas; allanamientos sin orden judicial, y asesinatos, por orden de un gobierno desesperado y descubierto, bajo la ejecución del Fiscal General de la República, actuando como militante del partido de gobierno, y no como funcionario del Estado. Bochorno incalificable!
Por fortuna, el mundo entero tiene los ojos puestos en Venezuela, y sabe que fue lo que ocurrió. Ello se explica con la manifestación de todo el mundo democrático, excepción hecha obviamente, de los gobiernos afines al venezolano, como los de Rusia; Cuba, y Nicaragua.
La aprobación por Consenso en el seno de la OEA para que se respeten los resultados del 28J; los DDHH; la exhibición de las Actas, entre otros. La declaración contundente de República Dominicana de 22 países, y la Unión Europea, en el mismo sentido; el informe de los expertos de la ONU; la expresión del Centro Carter, y la vocería de líderes mundiales, así como los más altos representantes de la Iglesia Católica, entre muchos otros, dan clara muestra del interés por la pronta solución de la crisis con apego irrestricto por el cumplimiento de tratados internacionales suscritos por Venezuela, así como también por el respeto a la normativa constitucional y leyes nacionales.
Debemos hacer un reconocimiento al trabajo sostenido del Diplomático Edmundo González Urrutia, y de quien ha liderado la campaña electoral, Ma. Corina Machado, por su persistencia, y corrección de los errores del pasado, para llevar a cabo una labor titánica en medio de todo el abuso y ventajismo vulgar desplegado por el gobierno en su contra. De ahí el apoyo masivo de la ciudadanía.
Del mismo modo, nos hacemos solidarios con el reclamo por la transparencia del proceso electoral del ex candidato presidencial Enrique Márquez, así como de quienes antes fueron parte del gobierno, como: Mary Pili Hernández; Juan Barreto; Mario Villegas, Wladimir Villegas, entre otros, y repudiamos las amenazas en su contra.
El gobierno está a tiempo de corregir el desastre ocasionado por la actitud autocrática irresponsable, y evitar males mayores.
Les quedan pocos caminos: reconocer su derrota, y proceder a negociar el traspaso del poder con presencia de testigos internacionales, y garantías de respeto; insistir en la estupidez del TSJ, para profundizar el desastre, en vista del predecible dictamen; intentar la repetición de las elecciones (inaceptable para los ganadores), o producir una carnicería al mismísimo estilo de Hitler, o Stalin, lo cual, sería insoportable para el mundo.
Piensen bien, y no sigan haciendo daño. Tic Tac.