Alrededor de la mesa los concertados se toman de las manos para estrechar el círculo y proceder a la invocación; la habitación apenas iluminada por unas velas; arrumado en un rincón, el retrato del Gran líder ya ido parece vigilar la extraña tertulia.
La vidente se apresura, está algo nerviosa por la protesta que hay en la calle y que traspasa los muros y la profundidad del bunker; está canalizando algo que viene del otro lado, percibe vibraciones; comienza el contacto con los espíritus.
Benemérito querido, admirado Augusto, Nerón, Adolf ¡Oh Grandes Maestros!… ¿Están ahí? … con los humos de este tabaco los invitamos a nuestro círculo para que nos inspiren y asesoren en esta hora de nuestra desaparición, amén … queremos saber qué va a pasar después del arrebatón pues nos está cayendo encima Edmundo y todo el mundo … como si tuviéramos contadas las horas … ¡ayúdennos!
Silencio hay tensión en el círculo.
Habla de nuevo la médium:
Benemerito querido, admirado Augusto, Nerón, Adolf ¡Oh Grandes Maestros!… ¿Están ahí? … con los humos de este tabaco los invitamos a nuestro círculo para que nos inspiren y asesoren en esta hora de nuestra desaparición, amén … queremos saber qué va a pasar después del arrebatón pues nos está cayendo encima Edmundo y todo el mundo … como si tuviéramos contadas las horas ¡ayúdennos!
Se sienten unos toques en la mesa, se apagan velas, cosas que se mueven; ahora los ojitos del ya ido brillan intensamente en la oscuridad mientras que los invocados no se manifiestan, esto no estaba previsto, ¿podría tratarse de un hackeo? Pero no, Madame Kalalú está ahora en trance transmitiendo lo que le llega del otro lado, directamente, sin injerencia externa pues no usa la internet. Pero no son los invocados quienes se comunican, es otra entidad … solo se oye un Tic, Tac, Tic,Tac que parece venir de todas partes … particularmente del retrato; la vidente continua en trance inmersa en el encriptado mensaje que recibe de más allá de esta patria con tan bajo salario mínimo.
Así transcurren varios minutos en los que solo se oye el monótono e implacable Tic, Tac, Tic, Tac como cuenta regresiva anunciada más allá del tiempo y de la materia. Los contertulios no resisten las vibraciones y desesperados por no poder comunicarse con sus guías espirituales rompen el círculo y la comunicación de la vidente con la entidad.