Jesús Puerta: Tiene razón, pero va preso…

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Hay que reconocer que hay personajes y situaciones arquetípicas. Sin necesidad de aceptar todas las implicaciones del inconsciente colectivo según Jung, se pueden observar imágenes que le dan envoltura simbólica a ciertos complejos, los cuales tienen como una vida independiente en la imaginación de los pueblos. Así, es obvia la presencia de la bruja malvada en la figura de la Chayo Murillo, la pareja sanguinaria de Daniel Ortega, que se adivina peor que su compañero de barbaridades. Igual, hay escenas arquetípicas, como esa donde el académico o pensador (Unamuno) que le dice al bruto fascista: “venceréis, pero no convenceréis”, ilustrando la oposición, también arquetípica, entre la civilización y la barbarie (por ejemplo: Santos Luzardo y Doña Bárbara), entre la inteligencia y la brutalidad, o entre la razón y la arbitrariedad asesina.

El psicoanálisis jungiano dice que esas figuras o símbolos están en el inconsciente colectivo, y desde allí, hacen algo muy parecido a una “posesión” sobre los individuos. Por ejemplo, desde hace rato, Ilenia Medina está poseída por el arquetipo de la bruja malvada, una especie de Chayo venezolana, aunque sin marido poderoso. Ya le habíamos conocido su propuesta de quitarle la nacionalidad a los opositores. Ahora, propone prohibir a los partidos que no reconozcan la elección de Nicolás Maduro, resultado que se anunció sin haber cumplido con las publicaciones de actas, auditorías y revisiones previstas por la ley, procedimientos que obstaculizó el mismo Maduro al introducir un recurso, ilegal a todas luces, que logra que el TSJ usurpe las funciones del Poder Electoral y dicte un fallo elaborado por unos Magistrados que son, evidentemente, militantes disciplinados del Partido de gobierno. Ilenia parece disfrutar con estas propuestas arbitrarias, una pizca de sádicas, tanto como lo hace su hermano con sus puestas en escena, aunque este es bastante menos eficaz y hasta gracioso, como en el squetch cómico donde hace un clavado “de platanazo” en una piscina en Miami para “protestar contra el gobierno venezolano”, o el otro video donde se muestra entusiasmado, como niñito que va a Disney, porque se dirige a un mitin de Donald Trump. Lo peor de la situación es que el arquetipo maligno ya es “ideología dominante”: Cabello acaba de anunciar que aquellos partidos que no reconozcan el fallo del TSJ, no podrán inscribir candidatos en las elecciones generales que se anuncian para el año próximo. El arquetipo de la Chayo se posesionó de todo el grupo.

Papá me contó una vez que, cuando Gómez (¿o era cuando Pérez Jiménez?), sus esbirros detenían a la gente porque les daba la gana y, ante un pedido de explicación o una argumentación más o menos articulada frente a semejante atropello, solían contestar: “tiene razón, pero va preso”. La cuestión es que la misma escena arquetípica se repite en otros momentos de nuestra historia patria, y hoy caracteriza la actitud de los funcionarios policiales y los fiscales que se han salvado, con una pizca de sadismo, de la purga de gente consciente que se viene desarrollando, no solo en la Fiscalía, sino en todos los entes públicos: VTV, SENIAT, Ministerios, etc.

Hace poco me contaban, con asombro, de una reunión entre cuadros del PSUV, donde, al examinar los resultados en una parroquia, otrora bastión del chavismo, donde ganó la oposición, con la evidencia de las actas de los propios miembros de mesa del Partido, ni siquiera se planteaban hacer un balance de las elecciones (como hizo constar en estos días el colega Rafael Rodríguez Olmos). Por el contrario, los cuadros allí reunidos comenzaron a discutir cómo cobrarle a Lacava, la culpa de esos resultados, y buscar avivar las obvias aspiraciones de Ameliach a la gobernación de Carabobo. Supongo que ya entramos en un ambiente preelectoral, donde todos procurarán jalar hacia arriba, al mismo tiempo que patean en el mismo nivel, acusando de traidores a los competidores internos, para ser seleccionados en unos comicios generales donde se le impedirá a la oposición participar. La propia Caldera del Diablo.

Asumo que la mayoría de los cuadros medios del PSUV tienen un chip en la cabeza, según el cual: a) la oposición no fue a las elecciones para ganarlas con votos, sino como “mampara” de su verdadera intención de cantar fraude, desde el inicio de la campaña; b) en realidad su plan, desde siempre, fue “calentar” la calle, hacer guarimbas, alterar el orden público, romper “la paz” lograda por Superbigote, la “misma película repetida”; c) todos los que cuestionan al gobierno son de la “derecha fascista”, “agentes del imperialismo”, llenos de “odio”. Todo lo que se salga de ahí, es falso, aunque las evidencias indiquen lo contrario. No existe para ellos el ventajismo abusivo del gobierno, las desapariciones forzadas, la persecución a los cuadros de la oposición, los presos políticos desde antes de la campaña electoral, el abuso de cerrar negocios por colaborar con los candidatos de la oposición, cerrar medios, la presión sobre los empleados públicos, el anuncio de que no entregarían el poder “ni por las buenas, ni por las malas”. La conversión en tenebrosa frase de aquel verso de aguinaldo “tuntún, ¿quién es?”. El “sippenhaft”, método nazi de secuestrar a un familiar, para obligar la entrega de un opositor, como hacen con la periodista Ana Carolina Guaita. Pero, corrijo, no es solo un chip: es una realidad alterna que se asume hasta por supervivencia en esa organización trituradora de gente.

Para reafirmar estas creencias del cuadro disciplinado, ahí les mandaron un video de comiquitas, ridículamente maniqueo, con un Superbigote (diseño DC con capa: ya lo conocíamos) que hasta invoca al mismísimo Dios, quien, con solo un golpecito de su dedo, como quien le da a una metra, manda al carajo a una especie de bruja Malévola de Blanca Nieves, producción Disney. Una tira infantil que daría risa, si no fuera la expresión del insulto a la inteligencia de su propia gente. Claro: el militante disciplinado tiene que encontrar la enseñanza de ese video de comiquitas, forzar su mente a reducirse a eso.

Porque no todo el mundo sirve para el papel de estúpido. Puede dar hasta migraña. Ni siquiera entre la militancia del PSUV, sujeto a Superbigote. A algunos se les “chispotean” cosas que no están en el libreto, que les sale de su cerebro como un estornudo, quizás como un reflejo de su pasado de izquierda justiciera. Hay varios ejemplos: aquel diputado despistado que se atrevió a recordar la represión de las mujeres en Irán, justo cuando el parlamento aprobaba un mensaje adulante por la muerte del gobernante de ese país teocrático. El maltrato fue instantáneo. Y ahora, este ministro, con cara de yo no fui, que se atrevió a decir que hubo opositores que “votaron por amor”. Esto se apartó demasiado del guion. Debía ser castigado. Los opositores son todos seres violentos llenos de odio. El balde de agua fría, la patada, no esperó a que estuviesen fuera de cámara. Ya sabemos que el estilo de “gerencia” es maltratar al de abajo y jalar bolas al de arriba.

Como para ocupar a los cuadros medios y de base, y no se pongan a pensar cosas raras, ahora van a hacer unas “consultas” comunitarias. Por cierto, cuántas veces los vecinos de Naguanagua se han quejado del paisaje lunar que ofrecen las calles del Municipio. Ya son famosos los huecos de Anita, la alcaldesa. Hay uno donde comienza la avenida Valmore Rodríguez, entrando a la Vivienda de Bárbula, que se lleva el premio del “hueco de oro”. Pero la alcaldesa no sabe. Hay que hacer asambleas. Me dicen que “de los 17 consejos comunales de la Comuna “General Manuel Cedeño” no asistieron ni la mitad de los comuneros a la consulta. Uno de los comuneros de el Palotal (otrora bastión chavista) denunció que, siendo él el vocero, desconocía las tres propuestas de proyectos que presentaron otras voceras, por cuanto no se había convocado a asamblea a la comunidad para seleccionarlas. Así pasó con otras, ante el miedo que hay, las propuestas se decidieron a puerta cerrada y no en asambleas”. En otras zonas de Valencia, desempolvaron propuestas de obras (rescate del CDI, el problema del agua y la luz, etc.) que ya se habían propuesto disciplinadamente en otras asambleas, en otros años.

En fin, la tendencia es hacia un autoritarismo patrimonialista, con un Partido vertical sin ningún respiro democrático, único o acompañado con aquellos que jalan arriba como Ratti. Un Partido con un cuadro de base que será siempre el culpable de los fracasos de su dirigencia. Con la Constitución violada. La repetición de la escena “tiene razón, pero va preso”. O ni eso. El arquetipo de la Chayo ya se posesionó de los gobernantes. Será que llegó en uno de esos rituales shamánicos que hacen en Miraflores.

 

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