José Gerardo Mendoza: El camino para ser feliz

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En todo acto de voluntad  hay un pensamiento como un aviso a la conciencia que deba indicarle como debe ser buen ciudadano  y demostrando que la ética es la madre de las virtudes, aparte de que es la mejor forma para una  vida mejor con su conciencia fuerte y enérgica para sus quehaceres  y de forrma pacifica  donde resalte la decencia que frene la avaricia igual que el ventajismo; debemos todos saber que ese es el modelo de los triunfadores y de los que tienen éxito en todo lo que se les ocurre poner en práctica para tener una vida en paz y nada de buscar una vida fácil o apegarse a la ley del menor esfuerzo que dicen que siempre están latente y de moda como aquel decir “ que todos quieren meterse en la chalana pero nadie quiere remar” esto debía de ser penado como en la vieja época que el que no trabajaba era penado con una multa  que debería pagar al municipio, por ello quien trabaja y participa está sirviendo a Dios, aparte de que se mantiene ocupado, es saludable y no tiene tiempo de quejarse, ni culpar a otro de sus carencias y pobreza, deberían leer un mensaje que nos dejó Freud “A mí la vida me ha sido muy agradable  porque nada se me ha hecho fácil” de eso si conozco yo, porque como bendición estoy trabajando desde los ocho años, perdónenme que me pongo de ejemplo pero es la realidad, aparte que lo recomiendo para llegar a una larga vida siempre ocupado y saludable y a la vez disfrutar doble los goces por ser producto de su empeño y no de la vida fácil “que lo que no me cuesta lo hago fiesta” .

Se dice que el camino para ser feliz es ser feliz, eso tampoco es gratis y requiere del afán y sacrificio y sobre todo sortear todos los obstáculos que a cada momento se sienten con derecho a interrumpirle por alguna u otra razón la paz, la convivencia y deseo de ser parte de la persona que se siente y no piensa en hacer daño a nadie;  sino disfrutar los beneficios de su empeño y creatividad y haber convertido la carencia y escasez en un activo producto del trabajo y disciplina, sin límites de tiempo, donde se imponga la autodisciplina, el amor, la constancia y el deseo o  coraje de haber aprendido a amar y admirar sin dejar espacio para las rabietas, los  insultos y mucho menos para almacenar rencores ni venganzas y trabajar duro, cumpliendo con las obligaciones  como piensan la gente que ama al país y los  que manejan las primerísimas economías del mundo conocida por todos la agricultura y la ganadería sin olvidar que si no hay maíz tampoco hay país.

Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.

volcancito2@gmail.com

 

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