Por orden del juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes, la plataforma X ha dejado de funcionar en el país, ya que se la acusa de difundir noticias falsas y mensajes de odio. Esta suspensión del servicio afecta a 22 millones de usuarios que han tenido que adecuar sus costumbres digitales, si es que no logran esquivar el acceso bloqueado mediante una VPN.
Detrás del conflicto entre las autoridades judiciales brasileñas y el dueño de X, Elon Musk, se esconde una controversia sobre los usos para fines políticos que esta red digital está dando a posiciones extremistas, calumniosas y discriminatorias. Musk, por su parte, invoca la libertad de expresión y habla de “censura”. Esta confrontación se está convirtiendo en un hito en la política mediática más allá de las fronteras brasileñas, ya que Musk ha indicado que pasará lo mismo en EE. UU. en caso de que sea elegida presidenta Kamala Harris.
Antecedente político en Brasil
El caso se remonta a los ataques del 8 de enero de 2023, cuando los tres poderes del Estado brasileño fueron invadidos por manifestantes antidemocráticos en la capital, Brasilia. Estos sucesos formaban parte de un movimiento organizado que intentaba interrumpir el gobierno legítimo y legalmente electo de Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva mediante el uso de la fuerza. Antes de eso ya la extrema derecha había establecido estrategias digitales en X, instigadas por el expresidente Jair Bolsonaro, para influir en dicha red con posiciones extremistas, por por lo cual el Tribunal Supremo había ordenado a X que eliminara los perfiles en entredicho.
Sin embargo, la empresa se resistió a esas órdenes, por lo que el juez procedió a embargar las cuentas bancarias de otra empresa de Musk, Starlink, con el fin de asegurar el pago de las multas impuestas, después de que X hubiera cerrado sus oficinas en Brasil ante el riesgo de que sus empleados fueran afectados por no cumplir con las resoluciones judiciales.
Como el propietario de X se negó a nombrar un representante legal en el país, el juez procedió a pedir a las autoridades reguladoras competentes de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones que suspendieran el servicio de esa red social. De hecho, se debate si la ley que garantiza la libertad de expresión también protege a los ciudadanos de la incitación al odio y la desinformación.
UE: X engaña a los usuarios
Brasil no es el único país donde Elon Musk se enfrenta a conflictos. Otro caso abierto es el de Musk con las autoridades europeas que supervisan la red. La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, comentó al respecto que “X no cumple con la Ley de Servicios Digitales [LSD] en áreas clave de transparencia (…) por lo tanto, engañando a los usuarios”. Asimismo, esa Comisión de la UE indicó que “X no cumple con la transparencia requerida en materia de publicidad, ya que no proporciona un repositorio de publicidad fiable y con capacidad de búsqueda”. Y que “no proporciona acceso a sus datos públicos a los investigadores”, como lo determina la normativa que rige en el bloque. “Es la primera vez que emitimos conclusiones preliminares en virtud de la Ley de Servicios Digitales”, subrayó Vestager. Lo que la UE espera de X es que establezca procesos sólidos para eliminar mensajes ilegales, como los que promueven el terrorismo, y que su diseño general tenga como objetivo limitar los riesgos sociales de la desinformación generalizada.
Pero ese objetivo no es compartido por Musk, quien, después de la adquisición de Twitter y su conversión en X, ha establecido una actitud más permisiva hacia las publicaciones controvertidas, habiendo recortado, según la Comisión Europea, el equipo de moderadores de contenidos. Además, X no es signataria del código de buenas prácticas europeo sobre desinformación, mientras que TikTok, propietario de YouTube Alphabet (GOOGL.O), y Meta Platforms (META.O), propietario de Facebook e Instagram, se comprometieron con este reglamento. Por la intransigencia de Musk, abandonar su presencia en Europa podría ser técnicamente posible para X, lo cual dejaría fuera de esa red social a unos 67 millones de usuarios.
Los efectos de la suspensión de X en Brasil
Así las cosas, la plataforma alternativa BlueSky informa que en los últimos días se han registrado 2,8 millones de nuevos usuarios, el 85 por ciento de los cuales proceden de Brasil. También se ha registrado una afluencia de usuarios en Threads e Instagram. Sin embargo, muchos usuarios recurren al uso de una VPN, especialmente aquellos medios de comunicación que dependen mucho de la dimensión digital, a pesar de que las multas para quien intente acceder a X a través de una VPN en Brasil ascienden a unos 8000 euros.
Para sortear ese obstáculo, medios como los diarios Folha de São Paulo y O Estado de S. Paulo recurren a sus corresponsales en el resto del mundo para seguir publicando contenido en X para sus seguidores. No hay que olvidar que la plataforma de Elon Musk es utilizada también como instrumento de comunicación institucional por parte del Gobierno federal de Brasil (incluido el propio presidente) y otras instancias del Estado, así como por los candidatos a las elecciones municipales que se celebrarán el próximo 6 de octubre. Ante los recursos presentados para derrumbar las decisiones del juez Alexandre de Moraes, la primera sala del Supremo Tribunal Federal (STF) acordó por unanimidad mantener la suspensión de X en el país. El conflicto sigue su curso y habrá que esperar a que una de las partes esté dispuesta a negociar.