En el artículo anterior, reflexionamos sobre los influencers o influenciadores como nuevos líderes de opinión a partir de la teoría de comunicación en dos pasos.
or supuesto, se pueden crear o utilizar otras teorías para explicar el fenómeno del influencer en la sociedad hipermediatizada. Pero consideramos apropiado comenzar a comprenderlo desde dicha teoría. Por ende, en este texto vamos a revisar cómo se construyen esas relaciones entre los influencers y sus seguidores, dada la importancia que tiene la figura hoy en día.
Los vínculos en las redes sociales
Cuando usted, estimado lector, escucha hablar de redes sociales, seguramente solo piensa en las plataformas digitales que permiten la interacción entre las personas para intercambiar información en tiempo real.
Sin embargo, antes de esas plataformas, ya se hablaba de redes sociales como las estructuras mutuas que se forman entre las personas. Están compuestas por los vínculos y los nodos (puntos de conexión) de las relaciones que se establecen entre ellas. Bien sea en los hogares, en las organizaciones, en las comunidades, etc.
Es decir, una persona no está aislada, sino rodeada de diferentes vínculos que la conectan a otras personas y en los cuales también se genera un flujo de información. Esta consideración fue una de las razones que condujo a los creadores de la teoría de la comunicación en dos pasos a insertar al líder de opinión en el estudio de la comunicación. Pues encontraron que los lazos personales influían en la toma de decisiones de los votantes norteamericanos.
No es que antes no se supiera que las personas no estaban aisladas en la sociedad. Sino que no se tomaba en cuenta que esas relaciones influían en la recepción de la información y en la toma de decisiones.
Y aunque no nos encontramos en la misma realidad que en los años 40, los vínculos que establecemos siguen teniendo impacto en la toma de decisiones. Solo que ahora nos comunicamos y nos informamos de otra forma. Principalmente, a través de las redes sociales digitales.
¿Qué ha cambiado?
En primer lugar, el flujo de información. Si bien, la teoría de la comunicación en dos pasos planteaba un modelo comunicativo unidireccional, ahora estamos ante un flujo de información que se puede representar en forma de tela de araña. La información fluye de muchos a muchos, y no de uno a muchos. Además, el receptor también se convierte en emisor gracias al poder de interacción que otorgan las redes sociales digitales.
Pero no solo estamos conectados con personas cercanas geográficamente. Ello, dado que Internet significó —aún más que el telégrafo— una revolución del tiempo y el espacio de la comunicación. Ahora podemos comunicarnos en tiempo real, con personas de otras culturas, incluso acerca de temas que no son nuevos.
Conexión emocional y una nueva arquitectura para las comunidades
La relación entre los influencers y sus seguidores va más allá de una simple interacción. El vínculo se construye a partir de la confianza y la conexión emocional.
Honestidad y cercanía, diálogo, valores y creencias compartidos, empatía, que se transmiten a través de historias personales, colaboraciones, eventos en vivo, etc.
Las relaciones que establecen los influencers y sus seguidores generan una red de relaciones significativas en el nuevo paisaje tecnológico; y las redes sociales constituyen la nueva arquitectura donde se desenvuelven las comunidades digitales.
Las Redes Sociales: La arquitectura de la influencia
Hashtags, likes, compartir, comentarios, conversaciones en vivo, etc. Todos son elementos que generan nuevos vínculos y nuevas redes de conversaciones. Así, las redes sociales son más que simples plataformas de interacción. Son los edificios en constante construcción. El escenario en continua evolución donde se cimenta el vínculo entre influencers y seguidores, y entre seguidores y seguidores. Se trata de relaciones duraderas que originan comunidades comprometidas.
Doctora en Ciencias Humanas. Directora de la Escuela de Comunicación Social, ULA Táchira.
