Luisa Pernalete: Necesitamos ciudadanía a tiempo completo

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“Otro chofer que no respetó el semáforo… y el motorizado tragándose la flecha… y el peatón pasando la calle en medio de la cuadra…” y así podríamos seguir describiendo lo que vemos en cualquier esquina de cualquier ciudad del país, con sus lamentables consecuencias, las víctimas son siempre los más vulnerables, los niños, los ancianos, los que tienen alguna condición, como los que andan en sillas de rueda… Nuestras calles se han convertido en junglas, en donde impera la Ley de la selva, y ahí “gana” siempre el más fuerte, el más grande, el más rápido.

La ciudadanía supone deberes y derechos que deben arropar a todos, y así se protege al más débil. Y, las autoridades, deben velar por el cumplimiento de esas normas –para todos – cumplirlas ellas también, y promoverlas.

La educación ciudadana comienza en el hogar. Los niños y niñas deben ver en sus padres ejemplos de esas normas de respeto mutuo, de ayuda en las tareas del hogar – no le tiene que tocar todo a la madre – de cuidar las plantas que alegran a todos… deberes y derechos, son antesala de lo que luego el niño y la niña deben continuar en la escuela y en la calle.      También es importante que los pequeños vean a sus padres respetar las normas de tránsito cuando salgan con ellos. Recuerden que de 0 a 7 años se aprende por modelaje.

En la escuela, por supuesto, hay que hacer consciente los deberes y derechos que los estudiantes tienen, contemplados en la LOPNNA, no se olviden de la Constitución.  En la LOPNNA, es verdad que hay muchos derechos, unos cuantos tienen que ver con su vida de ciudadano, como esa del derecho a participar (Art.81), el de reunión (Art.82), el derecho a defender sus derechos (Art. 86), por mencionar algunos, pero no se olviden del Art,9 93 que contempla deberes, tiene 9 literales, como el h. que reza que tienen los nna el deber de conservar el medio ambiente.

Pero también en la escuela hay que enseñar a respetar normas para cuidar los espacios escolares, eso es ser ciudadano también. Organizarse en el salón para mejorar los jardines, por ejemplo. Relacionarse con el entorno y juntos, escuela y comunidad, resolver problemas comunes.

La ciudadanía tiene como objeto construir el “bien común”, en la escuela, en la comunidad, en la ciudad, en el país.

Hay iniciativas regionales que pudieran servir de ejemplo, como es la existencia del Consejo Consultivo de la Ciudad de Barquisimeto, que existe para preocuparse y ocuparse de la ciudad, cerca de unas 90 personas que se reúnen periódicamente para mirar juntos la ciudad y ver qué se puede hacer. Y también en Barquisimeto, el Aula Abierta al Ciudadano, creada hace 16 años por un par de profesores del pedagógico, ya jubilados en alianza con otras organizaciones, y convocan a los ciudadanos el último domingo de cada mes, y con ayuda de algún experto, estudian temas de interés para la formación ciudadana.

La ciudadanía tiene que ver, como mencionamos, con la construcción del “Bien común”. Supone estar atento a la realidad, al contexto, supone conocer deberes y derechos, supone organización, planes, perseverancia. Supone denunciar y proponer, como lo hace la Gente propone, programa impulsado por el grupo social Cesap, y que existe en varias ciudades del país.

Muy importante la realización de campañas ciudadanas a través de los medios de comunicación, así como las redes sociales. Es útil también la sistematización de experiencias exitosas, porque sirve para animar a otros a realizar acciones similares.

Venezuela Competitiva ha estado impulsando una campaña para fomentar la educación ciudadana. Fe y Alegría tiene la ciudadanía como un eje transversal en sus centros educativos.

Sí, no es suficiente, pero son luces en medio del apagón que siembran esperanza.

Súmese usted, organice con sus vecinos alguna acción en favor del bien común en su comunidad. Y no dejemos todos de exigir a las autoridades, que manejan recursos públicos, a cumplir con sus deberes también.

@luisaconpaz

 

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