Nadie es profeta en su tierra.
Nació en la población de Obispos del estado Barinas en 1831, realizó labores agropecuarias en el hato La Rojera.
Junto a su hermano Miguel, se trasladó en 1852, a la Isla del Encanto; dedicados al cultivo del café en su hacienda El Triunfo, cercana a la población de Lares.
Manuel y Miguel, se involucraron en el Movimiento Emancipador como jefe de la Célula Centro Bravo.
El 23 de septiembre de 1868, se movilizaron desde su hacienda más de trescientos campesinos con palos y machetes, para ejecutar El Grito de Lares, con el Lema: Viva Puerto Rico Libre y Libertad o Muerte.
Miguel se había casado con Mariana Bracetti, conocida como Brazos de Oro, por bordar con tejido de punto, la bandera del movimiento, enhebró los hilos de la libertad, ideada por el médico, escritor y benefactor Ramón Emeterio Betances, líder del movimiento emancipador, reconocido como El Padre de la Patria.
La bandera fue colocada la noche del 23 en el Altar de la iglesia de Lares luego del Te Deum; Actualmente se encuentra en el Salón de Honor de la Ilustre Universidad de Puerto Rico.
Manuel fue designado por Betances, Comandante del Ejército de Liberación de Puerto Rico.
Cuando el grupo se dirigía hacia la población de San Sebastián, las autoridades españolas informadas del movimiento, luego de un breve enfrentamiento, detuvieron a Manuel y varios involucrados; fueron condenados a la Pena Capital.
Al ser liberado por una Amnistía General el 20 de septiembre de 1869, Manuel, se trasladó a Nueva York, donde permaneció cinco años.
Al regresar a Venezuela, se residenció en Boconó estado Trujillo junto a su esposa, la puertorriqueña Obdulia Valentina Serrano de los Ríos, con quien procreó en esta ciudad cinco hijos: Narcisa, Lastenia, Manuel, Obdulia y Ramón; en Lares habían procreado tres, fallecidos al poco tiempo del nacimiento y en República Dominicana nacieron Samaná y Filomena.
Nuestro ilustre paisano; estableció un próspero comercio en Boconó, donde falleció a los setenta y tres años de edad, el 15 de octubre de 1903.
Doña Obdulia se estableció un tiempo en Chiguará Edo. Mérida en casa de una hija. Falleció en Boconó a los sesenta y cinco años de edad, el 20 de abril de 1912.
El 25 de diciembre del 2002, el gobierno de Puerto Rico, aprobó la Ley Pública 291, designando a la Junta de Planificación y al Instituto de Cultura responsables de la custodia, conservación y mantenimiento de las estructuras de las Haciendas El Triunfo y Las Torres, lugares de reunión del Movimiento Revolucionario, que fueron propiedad de Manuel Rojas Luzardo, declaradas Monumento Histórico, igualmente la posibilidad de trasladar con los honores correspondientes, los restos de Manuel hacia un augusto lugar en Puerto Rico.
La ciudad de Lares es conocida gracias a la actividad realizada el 23 de septiembre de 1868, como: La Ciudad del Grito.
Una plaza con una placa conmemorativa, recuerdan a las presentes y futuras generaciones, el hecho histórico.
Esta Columna Historia y Tradición, publicada en el prestigioso diario El Carabobeño, exaltó la participación del preclaro barinés Manuel Rojas Luzardo en beneficio de la emancipación de Puerto Rico.
La Ilustre Academia de Historia de Puerto Rico, en la persona de la académica, Dra. Raquel Rosario, se comunicó con este servidor, con la finalidad de obtener mayor información del precitado paisano.
Concurrentemente el destacado ingeniero, historiador y escritor Ubaldo García, asiduo lector de El Carabobeño; residenciado en Boconó; se interesó en localizar junto con un grupo amigos, la ubicación exacta de la tumba en el cementerio local, aspecto logrado exitosamente.
El licenciado Jesús Barreto Leal, por sugerencia del ingeniero Ubaldo García, ubicó en los registros respectivos, las Actas de Defunción.
Desde Merida se comunicó con este servidor el distinguido galeno, docente universitario y escritor Luís Alfonso Molina Fernández, informando ser bisnieto de Doña Obdulia Serrano de los Ríos.
Queda pendiente, la Deuda Histórica de trasladar los restos a Puerto Rico, con el respectivo permiso familiar y demás aspectos legales y logísticos.
Las autoridades del municipio Boconó, no han mostrado interés en reconocer a nuestro preclaro paisano.