Este es un tema altamente importante, ya que los modelos ortodoxos socialistas apuntan a que los ciudadanos recibamos una porción de dinero, todos lo mismo, para ello se proponen la entrega de los bonos, liquidando derechos de jubilación, pensión, previsión social etc.; y los dueños y promotores de la inteligencia artificial proponen que como esta innovación acabará con buena parte del trabajo humano, es por lo que se plantean entregar un salario básico universal, igual para todos; con la diferencia que el bono aquí en Venezuela o en Cuba es para sobrevivir y estos empresarios hablan de salario con capacidad de compra para vivir.
El pensador Thomas Spence (1750-1814) creó un plan de reforma basada en la propiedad comunitaria de las tierras: unos eran propietarios de la tierra y pagarían una parte de las rentas al Estado, y el sobrante al salario básico universal; más reciente, los dueños y creadores de Inteligencia Artificial resolvieron revisar cuál sería el impacto de la IA en la sociedad partiendo del hecho de que se le entregara a cada ciudadano un salario básico universal.
Este salario lo entregarían las grandes tecnológicas y los Estados. Para analizar ese impacto, en Silicon Valley realizaron una investigación, durante tres años, tiempo en el que se realizó esta investigación de ingeniería social que culminó en el año 2023, y consistía en entregar a mil personas mensualmente mil dólares, personas que fueron escogidas aleatoriamente.
Estas personas deberían tener ciertas condiciones, no podían tener por trabajo un salario superior de 29 mil dólares al año antes de iniciarse en esta investigación social.
Las personas tenían por compromiso llenar formularios de cómo y que hacía de forma diaria y en entrevistas, para determinar cómo gastaban el dinero.
Como resultados se obtiene que los que recibieron el sueldo bajaron su ocupación en un 2 % y trabajaron 1,4 horas menos a la semana, las parejas redujeron la dedicación al trabajo, aumento el ocio, no lograron tener mejores empleos con mejores salarios, y los ingresos en relación al inicio del estudio terminaron bajando.
Este estudio hecho en los Estados Unidos revela que el tabaco, marihuana y alcohol aumentó en un 10 %, y se incrementa aún más mientras es más alto el ingreso; en materia de solidaridad social, señala que no hay impacto significativo en la inversión de capital humano, esto es, las personas que recibieron este dinero no mejoraron su capacitación y formación para el trabajo o emprendimientos; solo cuando ya estaba terminando la investigación, solamente un 6 % se interesó en formarse.
El estudio determina que solo en 3 % de los beneficiarios del programa manifestó la inquietud de iniciar un emprendimiento, pero que no se concretó; por otro lado, las personas del programa ayudaron a otras en un 26 %, los que tenían menos recursos son los que más ayudaron.
¿Ahorraron, hicieron inversiones? Aumentaron los gastos por hogar en al menos en 300 dólares, sus créditos mejoraron sin aumentar sus límites y se endeudaron más.
Concluye el estudio que las transferencias sin condiciones, es decir salario gratuito que recibieron aumento el consumo a corto plazo y mejoraron la salud financiera de los receptores, pero no provocaron mejoras consistentes y persistentes en la posición financiera de estos hogares con pocos ingresos.
No mejoraron la calidad de sus empleos, no incrementaron su patrimonio, no han invertido dinero y esto plantea duda en su sostenibilidad.
El problema no resuelto, es el que vive el mundo, el exceso de dinero genera inflación en bienes de consumo y esto crea una distorsión en los mercados.
Se plantea que con el uso de la IA y los robots, el trabajo será optativo, este debate es actual, se lo planteó en razón de que en Venezuela, que promueve el bono, está muy lejos del salario básico universal que apunta a seres humanos con calidad de vida.
Estamos lejos de la agenda actual, en el futuro no existe socialismo, tenemos que salir del pasado.
Dios nos bendice.