Ahora nada, la obviedad del asunto es que hay que seguir adelante porque lo esencial sigue ahí impertérrito, desafiante, exigente y es la defensa de la soberanía nacional, la matriz mayor de la democracia, el derecho del pueblo a darse sus mandatarios mediante el voto. Y que hemos visto presa de la más feroz y desfachatada negación, un insólito fraude de la dictadura cívico-militar- militar (como se llama ahora) que ha triturado el país durante un cuarto de siglo. Estamos seguros de que ese evento, por su brutalidad y descaro, será estudiado por los historiadores y politólogos del mundo entero. Eso es lo que pasa más allá de que el señor Gonzáles Urrutia no haya soportado del todo la aventura que le ofreció la historia, así de repente, a edad tardía y con un país enfebrecido, Pero no debemos hacer ahora investigaciones psicológicas o detectivescas del evento. Ya algún Cabrujas futuro escribirá una obra costumbrista sobre los entretelones del asunto. Paremos la comidilla, sobre todo ahora que ha llegado hasta la madre patria y que un simple y claro acontecimiento sirve para que esa banda que llaman PP, cada vez más fascistoide y descocada, inventé desafueros al respecto.
Lo que si me gustaría acotar es que tácticamente habría que ver con cierta seriedad y sacar la lección posible de la postura de los jesuitas y algunos políticos y teóricos que dijeron cosas que han debido ser atendido con mayor seriedad. No hay que olvidar que son siglos en que la orden, la inteligencia de la Iglesia, se ha mantenido cerca del poder, ¿verdad señor rector de la UCAB? Yo diría que en este caso sobre todo repensar a cerca de la apolítica.
María Corina sigue ahí y el pueblo la sigue reconociendo como líder, es un hecho capital, insustituible. Tiene, o tenemos, que enfrentar una situación bastante más difícil que la previa a las elecciones. El gobierno ha sembrado el terror y más de dos mil presos y decenas de muertos asustan al más guapo. Una muestra muy sutil de ese temor es la cantidad de articulistas que hablan de la inteligencia artificial o el cambio climático y no de la actualidad nacional. Una prueba bastante más tangible es la reducción numérica del tercer evento convocado por María Corina y con su presencia que rondaba los mil participantes, el aula magna de la UCV.
Sin duda este último golpe no ayuda. MCM y su entorno tendrán que afinar sus estrategias y todos tenemos que vencer el miedo y la apatía, no podemos aceptar un capítulo más de corrupción política, índices de pobreza en alza, nuevos migrantes desesperados, violación sistemática de los derechos humanos, en fin, la agonía de la nación.