Javier García: La normalización del miedo

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Si algo necesita el régimen es tener el control de nuestras emociones, contenerlas y direccionarlas a su conveniencia

El 28J del 2024 sufrieron una aparatosa derrota, y no es tan descabellado afirmar que logramos humillarlos, humillarlos si, los humillamos.

Derrotamos toda su maquinaria, sus años de experiencia en la manipulación de la conducta humana, en el uso sádico de los recursos públicos, bien sea para embolsillárselos, comprar armamentos y equipos militares para el ejercicio del Terrorismo de Estado, o para generar políticas de contención social o dádivas tratando de envilecernos

El 28J fue el punto culminante de la victoria sobre la amenaza, la estafa, el terror, el miedo, la mentira, el cinismo, la cobardía, el instinto sanguinario, la ignorancia, los más altos niveles de colaboración cómplice de los operadores políticos.

Al 28J se cayeron casi todas las caretas, aún se siguen cayendo…

Al día de hoy prominentes figuras del mundo económico -financiero, religioso, político, empresarios de medios de comunicación, personas con diversidad de títulos académicos, periodistas, abogados, ingenieros, médicos, sociólogos, politólogos, profesores, doctores, curas, obispos, pastores, “apóstoles”, etc, son parte de una nueva campaña para hacer potable los estragos de la tiranía sobre el pueblo de Venezuela.

Un componente importante de esa iniciativa está en dinamitar la confianza del pueblo en si mismo, la esperanza, el optimismo, la capacidad para definir y acompañar tareas en el corto, mediano y largo plazo.

Destruir el liderazgo que ha hecho posible los avances alcanzados y la perspectiva de un cambio cercano.

Anular el potencial de una posible y latente profundización de la resistencia cívica ciudadana.

Minar nuestros valores y nuestro empeño acuñando mensajes de “sálvese quien pueda”, por diferentes medios y maneras.

Sobredimensionado el tamaño de nuestro enemigo inflando su musculatura, colocándole amplificadores a su propaganda de terror para amilanarnos, para que abandonemos todo espacio, todo esfuerzo, toda iniciativa, es decir; para que nos entreguemos.

Es la reedición de la obra ya conocida de quienes solo se ocupan de sus cuentas y sus bolsillos, de sus circunstancias particulares, muy íntimas.

En este engranaje el miedo juega uno de los papeles estelares. Porque entre otras cosas el miedo es una de esas emociones más “razonables”, fácil de explotar, porque todos podemos tenerlo, no hay nada de malo en ello, y hasta es encomiable, si, es plausible, loable, de hecho no sentir miedo ante esta jauría de criminales es cosa de locos, dicen.

Pero no es tan cierto.

El miedo tan antiguo como la existencia del hombre, también es el producto más ingenioso y exquisito del régimen, que sabe de nuestro aborrecimiento mayoritario. Si no me aman, que me teman, y temor paraliza y perturba el pensamiento hasta eso que llaman paranoia.

El régimen también sabe que el repudio, la indignación pueden convertirse en peligros mayores, que solo hace falta que nosotros mismos nos demos cuenta de lo poderoso que somos, de las inmensas posibilidades que tenemos en subirles la cerca para que no escapen.

Por eso nos distraen aprovechando la censura, la ausencia de una herramienta informativa – orientadora que llegue a todos los rincones, de una plataforma político organizativo sólido, nuestras tendencias culturales, etc.

No creamos que ese miedo es nuestro, porque hasta eso nos hace el régimen, nos lo inyecta, nos lo siembra en el pensamiento, nos lo convierte en una de las emociones más deseadas.

“Así es mi hermano, ser miedoso es lo último en la moda, si no tienes temor no estás en nada”

Así nos controlan. Vamos abandonando la lucha, el espacio alcanzado, a los venezolanos que siguen luchando, a los presos políticos, a María Corina Machado y su equipo…

Y que nos toque comenzar de nuevo en condiciones más difíciles.

Escaparse, escabullirse, ganar tiempo, crearse ventajas.

Eso es lo que quieren. Que abandonemos,  que la propia MCM se sienta desmoralizada, que te sientas inútil, impotente, y hasta estúpido por haberlo intentado y no  haber aprovechado para irte de Venezuela.  Y no faltará que encuentres al que ya está infectado, y te diga, ¡que va mi hermano yo no sigo en esto!

Que dejemos sola a nuestra dama, nuestro puntal de lucha, nuestra espada justiciera, nuestra aliada y compañera de luchas más importante, es el sueño más anhelado por Maduro y Diosdado en este momento. Y que para completar sufra un infarto Edmundo González Urrutia, Presidente Electo de Venezuela.

Piénsalo y recuerda, que ese miedo, ese temor no es tuyo, no te pertenece. Ni es una virtud, ni es honroso, ni es bueno.

Sigamos adelante, el enemigo está sangrando, está debilitándose, recibe más heridas a diario, sigamos haciendo nuestra parte, terminemos la tarea.

El miedo les pertenece a ellos, y lo saben. Están más débiles, fracturados, divididos, temerosos y desesperados buscando una salida a sus privilegios, pero está visto que no hay forma en que el mundo los acepte, ya no hay nada que puedan ofrecerle.

Mantengamos el esfuerzo consecuente y las luces encendidas.

 

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