Yo me hundí hasta los hombros en el Mar de Occidente.Yo me hundí hasta los hombros en el Mar de Colón. Andrés Eloy Blanco,” Canto a España”. Primer Premio en Juegos Florales de Santander. 1923.
Antes de entrar en el tema de las actuales relaciones entre Venezuela y España no puedo pasar por alto el desaire que el gobierno mexicano le hace a España al no invitar a su rey Felipe VI a la toma de posesión de la presidenta electa Claudia Sheinbaum. La indignación azteca con los españoles del siglo XV, léase los reyes Isabel y Fernando, comenzó con un presidente llamado Andrés Manuel López Obrador, mejor conocido como AMLO y radica en que 532 años después de que Cristóbal Colon pisara tierras americanas, los españoles de ahora no han pedido disculpas por las atrocidades cometidas contra los aborígenes por los españoles de hace más de cinco siglos.
Se me ocurrió indagar quiénes han sido los presidentes mexicanos desde 1876 hasta la fecha. Todos blanquitos, unos más que otros. Y todos corruptos unos y otros también. Para 2018, con la primera presidencia de AMLO, el nivel de pobreza de la población indígena mexicana era del 69.5%. En 2024 no ha mejorado mucho y hay que agregarle que buena parte de ese gran país está en manos de mafias que desarrollan la más cruel y bárbara de las violencias. No es necesario aclarar a quiénes corresponde pedir perdón.
Ahora venimos a Venezuela donde la relaciones con España están al rojo vivo. Las amenazas de ruptura suben de tono mientras en una acalorada alocución, como corresponde al personaje, el diputado Diosdado Cabello ha aseverado que «nuestra Madre Patria no es España sino África». Recuerdo que en 1999, la Comisión del Senado que yo presidía, citó a Diosdado Cabello, entonces presidente de Conatel. Fue la única vez que pude verlo frente a frente y me parece que tenía los ojos azules. Cosa rara en un africano. De los 53 presidentes que ha tenido Venezuela en su historia republicana, solo uno, Hugo Chávez, tenía en sus venas una mezcla de sangre indígena, africana y española. Todos los otros blanquitos.
En el caso específico de Nicolás Maduro habría que aclarar, si tomamos en cuenta que lleva un apellido absolutamente judeo-sefardí, que el rey Juan Carlos (el ahora Emérito) nos pidió perdón a los descendientes de los judíos expulsados de España en 1492 por la Inquisición y por decisión de los mismos Isabel y Fernando. Lo hizo al ofrecernos en 1992 la opción de optar a la nacionalidad española no sin antes cumplir engorrosos y costosos trámites.
Así que los berrinches anti hispanos nada tienen que ver con los colonizadores ni con sus víctimas indígenas de Venezuela. Desde el gobierno de Hugo Chávez hasta el presente, nunca les había ido peor.
Sufren en condiciones más precarias las mismas calamidades: hambre, problemas de salud, educación y desempleo, que el resto de la población. Los más afectados son los de la región amazónica por causa de la minería ilegal. ¿Es culpa de España?
Quien tenga ojos que vea, quien tenga oídos que oiga y quien tenga capacidad de discernimiento que piense y concluya.
Abogada, parlamentaria de la democracia – @Paugamus