Gloria Cuenca: La ética imprescindible (I)

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Escribo sorprendida. Observo con verdadero estupor la defachatez del régimen frente a las terribles acusaciones -demostradas- por las violaciones de los derechos humanos que se cometen a diario en nuestro país. Hay evidencias expresadas y comprobadas por la Misión de las Naciones Unidas. Como si fuera poco, funciona en Venezuela  una oficina de la Corte Penal Internacional exclusivamente ,para estar pendientes de lo que aquí sucede. Se pretende comprobar, determinar, asegurar si hubo o no, violación de los derechos humanos en Venezuela, en la última década. Con énfasis a partir del evento del 28 de julio pasado, cuando por más de 3 millones de votos ganó el Dr. Edmundo González Urrutia la Presidencia de la República. All régimen lo desespera, que se le diga de esta victoria absolutamente cierta, demostrada y lograda por una de las acciones más trascendentales de todos los tiempos democráticos, del país, de la región y del planeta entero. Comprobar que se ganó. Esto permite hacer la aseveración sin ninguna duda: ganó el Dr. Edmundo González U. Es el presidente electo. Mientras el régimen,  no ha podido divulgar sino una sentencia “chimba” (perdonen el coloquialismo) para mentir y afirmar que, el candidato del régimen ganó. Es tan absurda la posición de los perdedores y sus amigos, que no han podido convencer a sus eternos compinches de que, ganaron.

Para nadie es un secreto qué, en mi ya muy lejana juventud, participé de la ideología- anacrónica, perversa, falsa y fuera de toda lógica normal- del comunismo. ¿Me estoy definiendo en mi juventud como una loca?Pués si. Lo acepto. Tal como dijo en su oportunidad el querido, respetado amigo y Profesor Pedro Duno: “Hay que estar loco para ser revolucionario”. Por fortuna para mí y mi descendencia, en este maravilloso país imperaba una república civil con principios democráticos.

Al rectificar se era recibido con los brazos abiertos. Siempre  contestaria. Lo sigo siendo. Solo que ahora  me enfoco contra estos mentirosos, sín escrúpulos, menos ética de ninguna clase. ¿Quién dijo qué, transformaciones, cambios, modificaciones, se tienen y deben hacer sin ética? Unicamente, marxistas-leninistas-pensamiento de Mao Tse Tung. Se creen, como “dios”, (en minúscula)piensan  reconstruir todo, algún día. La teoría el marxismo-leninismo-maoísmo, nunca sirvió. “Destruyen los aparatos “y no construyen sino miseria, hambre, destrucción.

La ausencia de ética en el marxismo es el más claro indicador de qué, esa teoría no tiene un verdadero sentido humanista y es una falsía económica. La probaron los rusos y fue  gran fracaso. Los chinos , con desparpajo, siguieron siendo “comunistas”, en  teoría, en la práctica, capitalistas salvajes. Alemania se reunificó, para bien de los alemanes dando un  ejemplo al mundo con una acción unitaria,ética, con  desarrollo y progreso.Con un pragmatismo ético, que ya quisieran tener los comunistas, para sí. Mientras qué, con el socialismo y el comunismo, nada lograron. Lo más ilustrativo del desastre  ocasionado por el comunismo, es China. Del Gran Salto adelante, a las comunas y la revolución cultural, donde fallecieron 100 millones de chinos, por la represión, las torturas y la hambruna. Abandonaron todo eso a la muerte del “Gran Timonel” o el “Sol Rojo,que alumbra nuestros corazones” (los chinos dixit). Declararon que eran ideológicamente comunistas y en la economía se transformaron en una especie de gran capitalismo salvaje, aboliendo toda la estructura comunista, reconociendo la propiedad privada y acabando con las comunas y la colectivización del campo. ¿Qué pasó? China es hoy una gran potencia mundial que pelea el liderazgo a los grandes países occidentales. ¡Eso sí, nada de comunismo, tampoco de ética, ni de verdad!

El mundo en la tercera década del siglo XXI, ante las maravillas tecnológicas, impensables hace un siglo, presenta un derroche en el desarrollo tecnológico, especialmente, que define al planeta. Hay decidida preocupación ética, por parte de los factores que producen la tecnología.La ética es imprescindible. Hay que inculcarla desde muy temprana edad. Conjuntamente con el valor, (significa “lo estimado”.) Debe pasar por los procesos socio-políticos y éticos, de las discusiones planetarias en los grandes centros de poder de la Tierra. ¡Ah, ciertamente! No en los países que todavía siguen la orientación nefasta del marxismo.Lo único que  importa, para ellos, es el “billete”: si son dólares o euros mejor. Comunistas y socialistas, están en el “pa-pá”. Es decir, todavía no saben lo más elemental del humano: lo primero, el ethos, la manera de ser. Conformada por principios, normas y valores para orientar la vida con dignidad y moralidad. Pretender actuar sin ética, como lo postulan al señalar, que “solo habrá ética cuando triunfe el comunismo” es de la peores aberraciones y disparates concebidas para el ser humano .Lo segundo: que los hace insostenibles e insoportables: no se conocen ellos mismos. ¡Ah los griegos! Si al menos eso, la sentencia antigua,  hubieran aprendido.:“Conócete a ti mismo”. Sería un gran avance. Por todos sus fracasos mundiales, seguirlos es como seguir a un atajo de  locos desventurados  por un desierto de mentiras y sueños falsos. El resentimiento campea y ellos no se han dado cuenta, todavía, que la revolución, ni el billete son la manera de salir de eso.La falta de ética, corrompe, embrutece, disminuye la auto estima.

¡Dios nos ayude en este proceso de reconstrucción!

 

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