Aparte de que Maduro tiene las actas y está claro de que perdió, casi la mayoría de líderes políticos de relevancia mundial, tales como Felipe González, Josep Borrell, así como expresidentes latinoamericanos coinciden y no por mera casualidad en que Nicolás Maduro perdió las elecciones ante su rival de la oposición, quien aupara la Plataforma de la Unidad Democrática (PUD) Edmundo González Urrutia, pues los resultados que publicó el CNE anunciando su reelección para un tercer período presidencial provocó una reacción múltiple de escaladas internacionales que fluctúan entre la petición de datos o resultados verificables, el respaldo, la cautela y el rechazo frontal, actitudes que han motivado rupturas de relaciones diplomáticas, consulares y hasta comerciales con suspensión de vuelos desde para y hacia Caracas, y Venezuela ha quedado en una peninsularidad espectacular, aislada en cerca de poco más de un 54 por ciento de la comunidad hemisférica y mundial.
Las reacciones de líderes internacionales no tardaron tras el anuncio del organismo electoral, que controla el chavismo, sobre la reelección de Maduro para un tercer mandato consecutivo, con un 80 por ciento del escrutinio y un 51,3 de los votos frente al 44,2 por ciento agenciados por el opositor mencionado, EGU, quien de una vez rechazó los resultados y adujo que” se han violado todas las normas”. Y, luego a poco más de unos 60 días, las objeciones poselectorales continúan vigentes y ratificados. Aun así, ya se ha oficializado cínicamente, de acuerdo con la CRBV, su juramentación para el 10/1 venidero.
Por su parte, Anthony Blinken, secretario de Estado de EEUU indicó que Washington tiene “serias preocupaciones” sobre los resultados enunciados ante la posibilidad de que “no refleje la voluntad ni los votos del pueblo venezolano”, cuya soberanía reside en este.