En el 2005, el profesor. Germán Cardozo Galué, historiador de la Universidad del Zulia, es incorporado como Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia. Es el primer y único zuliano en vencer el sesgo capitalino que acapara todos los sillones.
Su Discurso para la ocasión reivindicó a la patria zuliana y a las otras patrias, naciones y regiones históricas de una Venezuela en proceso de formación del Estado-Nación desde la transición de colonia a república (1750-1850).
Intentó el rescate de la historia real de una Venezuela profunda y que había cedido a la uniformidad impuesta de una historia patria de diseño capitalino. El título: «Venezuela: de las regiones históricas a la nación». Está claro que la nación se engulló y anuló a las regiones históricas. Y que la nación terminó siendo la capital, Caracas.
La idea centralista terminó prevaleciendo sobre la propuesta federalista. Caracas se impuso al resto: a los orientales, a los andinos, a los guayaneses y a los zulianos. A todos en realidad. Hoy, esto, está brutalmente remarcado por la actual hegemonía en el poder.
El Estado fue primero que la Nación en Venezuela. Y la Nación fue prisionera del Estado y las élites caraqueñas que impusieron una «cultura nacional» por la fuerza anulando las muchas historias regionales de las otras «patrias» distintas a Caracas.
La identidad nacional se forjó desde: «la exaltación de la independencia, conmemoración de hechos patrios, culto a los héroes, historia y geografía comunes, moneda única, creación de sociedades civiles patrióticas y realización de exposiciones “nacionales” de flora, fauna, minería, artesanías e industrias, entre otras muchas manifestaciones». Y básicamente alrededor del Mito Bolívar (1842).
En 1844, Rafael María Baralt desde su auto exilio en España, elaboró su muy famoso poema: «Adiós a la Patria». La Patria para éste muy importante historiador zuliano no era Venezuela sino el Zulia y Maracaibo con su imponente Lago, los Andes y sus muy estrechas relaciones con el oriente colombiano. Un país aparte.
La Independencia tiene una lectura oficial: Bolívar y Caracas nos dieron la libertad ante el oprobio monárquico. La realidad es muy otra: la independencia se hizo a pesar de los propios «revolucionarios». Y con la disidencia de la mitad del país a través de sus regiones y provincias. Poco se dice de la guerra inter provincial que fue la Independencia.
La rivalidad entre Caracas y Maracaibo es un contencioso histórico que nació en los tres siglos hispánicos e hizo crisis en 1810 al inicio de la Independencia. Ganó Caracas y perdió Maracaibo. El Zulia no tiene estrella en la bandera nacional.
Los que propusieron el 28 de enero de 1821 como Día de la Zulianidad no leyeron los escritos del Prof. Germán Cardozo Galué. Maracaibo entre 1810 y 1820 fue realista. Y entre 1821 y 1823 también. En 1813 las Cortes Generales y Extraordinarias de España, otorgan a la ciudad de Maracaibo y sus habitantes el título de «Muy noble y leal» por su fidelidad y patriotismo, lo cual queda refrendado en el actual escudo de la ciudad. A su vez, la Batalla Naval del Lago, el 24 de julio de 1823, corrobora la bandería del Zulia a la causa monárquica.
José Domingo Rus fue el diputado de la Provincia de Maracaibo ante las Cortes de Cádiz (1812-1814). El «país» al que fue a representar no era Venezuela sino a su propia patria: la región histórica marabina con más relaciones mercantiles, institucionales y culturales con la Nueva Granada que con la provincia de Caracas o Venezuela. Y su propuesta no fue nada tibia: concederle a Maracaibo ser la cabeza de la Capitanía General de Venezuela. Ni más, ni menos.
En 1811 el Congreso no logró dirimir las diferencias regionales. Federalistas/Autonomistas vs Centralistas. La Confederación Republicana vs la Confederación Realista. En 1830 se repite la historia sólo que los realistas perdieron la guerra. Caracas impone su propia ley. Y Maracaibo, el Zulia, sufrió un exilio nacional. Aún sin estrella en la bandera. Aún, con más relaciones estrechas con Colombia que el resto del país venezolano. Somos los de habla alegre y jocosa: la ordinariez festejada, aunque represente una falta de respeto. Algo parecido les aplicaron a los muy serios y laboriosos “gochos” en los estados andinos.
La Historia Regional de Venezuela es una tarea pendiente. Mucho se avanzó y más luego hubo un parón en seco asociado a la actual debacle universitaria bajo el chavismo. El Prof. Cardozo Galué fue uno de sus principales impulsores a nivel nacional.
Habría que aventurar algunas explicaciones del porqué las élites marabinas a diferencia de la oriental, llanera y andina no aspiro a asaltar el poder en Caracas. ¿Aislacionismo? ¿Descabezamiento de la elite? ¿Definitivamente «otro país»? ¿Perdió en la Guerra de Independencia? El Profesor Manuel Suzzarini, amigo e historiador en la Universidad del Zulia, adelantó una respuesta: “Porqué a los zulianos Caracas no nos interesó en el pasado y mucho menos ahora».
La Autonomía del Zulia fue siempre una aspiración de las élites y colectivos sociales en la Provincia de Maracaibo. Toda nuestra dinámica histórica fue muy localista desarrollando una identidad histórica regional de mucho arraigo en la población hasta el día de hoy.
El orgullo de ser zuliano es toda una consigna muy sentida y valorada entre nosotros. Aunque el regionalismo sea también una estafa sentimental explotada por gobernantes inescrupulosos.
El gran mérito de la propuesta teórica y metodológica del Prof. Germán Cardozo Galué fue hacer visible al Zulia de una forma histórica originaria en el contexto de la Historia de Venezuela e Hispanoamérica. Entendiendo las dinámicas sociales, económicas y políticas sin sesgos y sin ceder a la lógica nacionalista dominante.
Su propuesta académica pudiera servir de sustento político/ideológico para justificar el federalismo en Venezuela y una mayor autonomía no solo para el Zulia sino para todas las regiones del país que hoy son feudatarias de Caracas. Recuperar la democracia en Venezuela pasa también por recuperar el federalismo hoy en sus mínimos.
Historiador, profesor de la Universidad del Zulia – Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ – Premio Nacional de Historia – Representante de los Profesores ante el Consejo Universitario de LUZ.