Antonio Pérez Esclarín: Un compromiso por Venezuela

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Si en verdad amamos a Venezuela y la queremos próspera, justa y en paz, deberíamos asumir la gravísima crisis que sufrimos como una extraordinaria oportunidad para el reencuentro, la reconciliación y la creación,   abandonando de una vez   los caminos del mesianismo,   la intolerancia, la violencia, y la improductividad, para abocarnos a construir entre todos la Nueva República, que supere los gravísimos errores tanto de la Cuarta como de la Quinta. Para ello, en estos momentos tan difíciles, donde la crisis golpea con especial rigor a los más pobres y vulnerables que  son las principales víctimas del hambre, la escasez, la especulación, la inflación, la corrupción,  la inseguridad y la falta de oportunidades, me atrevo a proponerles  a todas las personas de buena voluntad, chavistas, maduristas, opositores y a los que han perdido la esperanza y la confianza en el país y en los políticos, este sencillo compromiso por  esta Tierra de Gracia,  que Colón confundió con el Paraíso Terrenal  y Dios la  creó en un día  en  que estaba especialmente creativo y feliz.

“Nos comprometemos a tratar a los demás como deseamos que nos traten a nosotros, a respetarlos, a  ser amables,  tolerantes y compasivos, a perdonar, a practicar la solidaridad y la cooperación, a enterrar nuestros  prejuicios e intolerancias, sin permitir que el odio y la venganza nos dominen y esclavicen.

Nos comprometemos a trabajar por la prosperidad, la justicia   y la paz con dedicación y entusiasmo, a mostrar una conducta pacífica y respetuosa  con todos. En consecuencia, renunciamos a la  violencia física, psicológica y  verbal, a las amenazas  y persecución,  como medio para resolver nuestras diferencias. Por ello, consideramos el camino electoral, objetivo,  imparcial y respetuoso de la soberanía popular,   como el medio idóneo para dirimir las diferencias y resolver en paz nuestros problemas.

Porque consideramos a Venezuela  una gran  familia, nos duele mucho la situación en que se encuentra y  nos comprometemos a ser  amables  y compasivos con todos, especialmente con los más  débiles y necesitados,  los niños, los ancianos, los pobres, los enfermos,  los encarcelados, los perseguidos, los migrantes y los que están pensando en irse.  Nos oponemos a toda forma de   dominación, manipulación y discriminación, y nos comprometemos a trabajar por una Venezuela próspera y justa, sin presos políticos, donde la Constitución regule el actuar y el decir de todos,  con poderes autónomos que se regulen unos a otros, e instituciones eficientes que resuelvan problemas,  donde la cédula y el pasaporte expresen la verdadera  e igual ciudadanía de todos, sin discriminación alguna.

Nos comprometemos a trabajar  por  Venezuela con tesón, esfuerzo y responsabilidad para alcanzar un orden social y económico  eficiente y justo, en el que todos tengamos  iguales oportunidades. En consecuencia, nos comprometemos  a actuar con honestidad y solidaridad,   a alejarnos de la ambición, la corrupción,  la especulación, la codicia y el parasitismo.

Muy conscientes de la importancia de la educación para un  genuino desarrollo económico, social y humano, nos comprometemos a trabajar con dedicación y entrega    por salvar y transformar la educación, de modo que todos los niños, niñas  y jóvenes de Venezuela, sin importar su condición física, económica, racial, social o cultural,    disfruten de una educación integral de calidad, y los educadores sean valorados y tratados según la trascendencia de su labor.

Por estar convencidos de que para crear una Venezuela mejor, hay primero que cambiar la conciencia, nos comprometemos a alimentar la  nuestra  con el silencio, la reflexión, la meditación, el diálogo y  la oración. Por ello, pedimos a Dios y a la Virgen de Coromoto que nos dé sabiduría para conocer lo que debemos hacer y fortaleza para hacerlo.

 pesclarin@gmail.com – @antonioperezesclarin – www.antonioperezesclarin.com

 

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