José Gerardo Mendoza: Los derechos de la vida se construyen con acción

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Todo lo reprimido sale pervertido por tal hay que buscar la manera de ser lo más amplio y libre en la forma de actuar y expresarse  precisa y concisa que no quede duda y sea creíble donde se sume y no se reste credibilidad ni se sumen dudas a la convivencia y armonía, todo esto tan necesario  para  los que deseamos la paz, el amor, el respeto que parece haberse alejado de nuestro país de forma injusta, que  a una mayor parte le tocó, al que se porta bien con valentía y como persona de bien, colocan la ética en primer lugar en su manera de vida en busca de la decencia  y mantener el respeto a sí mismo y a su familiares, no importando  los logros pecuniarios como forma de vida si no una vida en paz con dignidad y autodisciplina.

Estemos consciente de que los derechos de la vida se construyen con acción, los discursos se los lleva el viento, sabemos todos que para nadie es un secreto que todo lo no permitido se manifiesta con mucha fuerza, por tal hay que tener  dominio de sí mismo y saber frenar las malas tentaciones que siempre están en oferta, pero debemos tener suficiente voluntad y dignidad para no caer en lo indebido, para no condenarse a vivir todo asustado, atormentado, mirando para todo los lados y pensando que los andan  persiguiendo, actuando con  pánico y desconfiando hasta de su sombra.

Por alguna razón el sufrimiento es un motor evolutivo hasta que aprendamos amar y admirar, esa es la mejor medicina que cura todas las dolencias, malestares, inconformidades y desaliento, considerarse amado es sentirse enérgico y feliz; leí por ahí que se puede vivir sin dinero pero no se puede vivir sin amor, eso si no me cuadra mucho por aquello que también dice “que amor con hambre no dura” y esto parece ser cierto, ha quedado demostrado en nuestro país que las necesidades, las carencias están vivas y también desean comer completo y se revelan como ha sucedido donde eso se puso en práctica.

Convencernos en nuestra nación que por el bien de todos hay que hacer una corrección profunda de las dos partes, darse la mano o si es posible un abrazo, no una mala mirada y el puño cerrado, la orden es trabajar, producir , pagar las imposiciones si queremos que nuestro país progrese; debe haber una unión inquebrantable  de forma monolítica a favor nuestro; estemos consciente que el éxito no es producto  de la suerte, el éxito es producto de la dedicación, la ética y disciplina, debemos cambiar el discurso que sea alentador y positivo, darle un parao a los agoreros  y flautistas, sobre todo aquellos mal hablados, que puede faltar músculos en los brazo pero le sobra en la lengua; hay que apuntar a la  causa  y no  al sistema y que el  “Espíritu Santo nos bendiga”. 

Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.

volcancito2@gmail.com

 

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