Nuestra líder, María Corina Machado, fue homenajeada con la Medalla de la Libertad y la Democracia.
Un reconocimiento que han recibido grandes personajes en el pasado como Margaret Thatcher, Aung San Suu Kyi, Lech Walesa, Nelson Mandela, Volodimir Zelensky, Alekséi Navalny, Mijail Gorbachov, Boris Yeltsin y otros más.
Este gesto internacional reafirma a María Corina Machado como uno de los símbolos –sino el que más– de los defensores de la libertad, no solo en América Latina sino en el mundo.
Como todos saben, nuestra gran líder se encuentra en Venezuela resguardada para no caer en manos de los verdugos de Maduro y en franco accionar para defender los verdaderos resultados del pasado 28 de julio, por ende, no pudo ir hasta Toronto, Canadá, para recibir en persona el premio.
Por ello, envió a un representante para que recibiera el galardón en su nombre y en nombre de todos los venezolanos que aman y luchan por la libertad de nuestra amada nación.
Y, en las palabras que el representante exteriorizó en el evento, fue tajante al indicar: “Aunque María Corina Machado no puede estar aquí con nosotros debido a las circunstancias que enfrenta como perseguida política de la cruel dictadura que sufre nuestro país, se siente profundamente honrada de recibir este premio”.
Agregó que este premio no solo representa un apoyo a sus luchas por la libertad y la democracia en Venezuela, sino que también simboliza la resistencia de todos aquellos que se atreven a alzar la voz en favor de los derechos humanos y la dignidad de cada ciudadano.
Hizo hincapié en que todas estas acciones y reconocimientos que ayudan a visualizar ante el mundo la situación venezolana son indispensables para que todos los demócratas puedan reaccionar y apoyar la heroica lucha que María Corina Machado está dando al lado de millones de venezolanos.
Aplaudió el gesto y agradeció en nombre de ella y de todos los venezolanos el reconocimiento. Aseguró que en Venezuela hay un pueblo que lucha y cientos de perseguidos políticos que resisten la represión del régimen, y uno de esos perseguidos políticos es su propio padre.
Tengo que confesarles a ustedes, apreciados lectores, que ese acto me lleno de orgullo.
Primero, les contaré el orgullo como venezolano, pues me llena de satisfacción que otra organización internacional reconozca la lucha venezolana.
Que entiendan lo que ocurre en el país y el papel valiente y fuerte que ha protagonizado nuestra propia “Dama de Hierro”, María Corina Machado.
Y, en segundo (aunque en lo personal es el primero), es saber que quien representó a María Corina en Toronto, Canadá, y quien expresó esas aguerridas palabras, de las cuales sólo les transcribí unos pocos fragmentos, fue mi querido hijo, Omar González Manzano.
¡Qué gran satisfacción sentí!
Qué maravillosa sensación, como padre, al ver el coraje, la convicción, la entrega y la firmeza de tu hijo al asumir ese reto y hacerlo con gallardía y altura.
¡Qué orgulloso estoy de mi hijo!
¡Qué orgulloso estoy del liderazgo de María Corina!
¡Qué orgulloso estoy de ser venezolano!
Sin más que agregar, nos leemos la próxima semana.