Xi Jinping: El barco de la amistad Chino-Peruana, que zarpe hacia un futuro más brillante

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En los albores del verano austral, rebosantes de vigor y esperanza, estoy por realizar una Visita de Estado a la República del Perú y asistir a la 31a Reunión de Líderes Económicos del APEC a invitación de la Presidenta Dina Boluarte.

Esta será mi segunda visita al Perú, nuestro “vecino” a la otra orilla del Océano Pacífico, como Presidente de la República Popular China. Aquí, se engendraron las antiguas civilizaciones como caral, chavín, chimú e inca; aquí, la gente local llama con cariño a los chinos como “paisanos”; aquí, el 1º de febrero de cada año ha sido declarado como el “Día de la Confraternidad Peruano-China” por el Congreso; y aquí, los restaurantes chinos también son llamados como “chifas”. Cada vez que estoy en esta hermosa tierra, quedo inmerso en el profundo afecto amistoso del pueblo peruano hacia el chino.

Este afecto está enraizado en las sabidurías de las civilizaciones milenarias. La civilización china es la única del mundo que se ha desarrollado de forma ininterrumpida y ha continuado por más de 5.000 años. Mientras tanto, la civilización marítima y la terrestre, representadas respectivamente por la caral y la inca, son vívidas muestras de la larga data y la diversidad de la civilización peruana. Tanto los expertos arqueológicos chinos como los extranjeros sostienen que la civilización china y las civilizaciones americanas son, en realidad, creadas por descendientes de los mismos ancestros en diferentes épocas y lugares. Gracias a las sabidurías de las civilizaciones, compartimos visiones similares y estamos unidos de corazón. Los chinos siempre ven “la sinceridad como lo fundamental y la benevolencia como la moral”, mientras los incas apuestan por “no robar, no mentir, no ser perezoso”. El pensador peruano José Carlos Mariátegui dijo: “Espiritual y físicamente, la China está mucho más cerca de nosotros que Europa. La psicología de nuestro pueblo es de tinte más asiático que occidental”. Esto es justamente el “código secreto civilizatorio” que explica la integración e incluso la inseparabilidad entre los inmigrantes chinos y los peruanos en los últimos 175 años desde la llegada de los primeros chinos a esta tierra. Dentro de poco, los departamentos de radio y televisión de ambos países van a estrenar el documental De la Gran Muralla a Machu Picchu y proyectar excelentes obras audiovisuales chinas como El Problema de los Tres Cuerpos en el Perú, lo cual ayudará a los amigos peruanos a tener conocimientos más profundos sobre China.

Este afecto es legado de dos historias geográficamente lejanas pero filosóficamente cercanas. Muchos me dicen que los chinos y los peruanos siempre se sienten cariñosos al encontrarse, y les resulta familiar al contemplar las reliquias históricas del otro. Citando nada más unos ejemplos, las máscaras de oro de los incas descubiertas en el Perú son altamente parecidas a las desenterradas en el sitio de Sanxingdui de China. En la ciudadela de Machu Picchu, la piedra conocida como Intihuatana era utilizada por los incas para conocer las estaciones y elaborar calendarios mediante la sombra del sol, y su función es similar a la del reloj solar Rigui usado por los antiguos chinos. Los residentes de la antigua civilización Shu (en la actual Provincia de Sichuan) de China expresaron su adoración al Sol y al Dios del Sol con la imagen de aves volantes inmortales con sus alas extendidas, algo idéntico a la civilización incaica, expresando así ambas su anhelo por la luz. Desde el año pasado, la gira mundial del “Viaje a través de las civilizaciones” llegó al Perú, mientras exposiciones como la de la cultura andina “El Gran Camino Inca” y la de “Los Incas y su Tawantinsuyu: El Imperio de Cuatro Regiones” se llevaron a cabo en China, todas cálidamente acogidas por ambos pueblos. En estos días, la Exposición Museográfica “Grandes Civilizaciones Antiguas, China y el Tawantinsuyu en el Perú” co-organizada por ambas partes está celebrándose en el Perú. Son todos bienvenidos a visitarla, y estoy seguro de que encontrarán mayor convergencia entre la civilización china y la peruana.

Este afecto viene ahondándose en medio de la cooperación mutuamente beneficiosa. El Perú fue uno de los primeros países de América Latina y el Caribe (ALC) en establecer relaciones diplomáticas con la nueva China. A lo largo de más de medio siglo, los lazos sino-peruanos siempre han venido avanzando a pasos seguros. En particular, después del establecimiento de la Asociación Estratégica Integral en 2013, se ha registrado una continua profundización de los vínculos binacionales, traducida en resultados fructíferos de la cooperación práctica y beneficios tangibles para ambos pueblos. En tiempos de la pandemia de COVID-19, China envió un grupo de expertos médicos al Perú, y ofreció al país andino vacunas e insumos antiepidémicos dentro de su alcance. Estas acciones reales han dejado plena constancia de que China es un amigo digno de confianza para el Perú en momentos cruciales. Además, el Perú fue el primer país de ALC en firmar con China un paquete de Tratado de Libre Comercio y uno de los primeros países de la región en sumarse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta. A su vez, China se mantiene como el mayor socio comercial y mercado de exportación del Perú durante 10 años consecutivos. El año pasado, la exportación a China representó el 36% de la total peruana. El stock de las inversiones de empresas de capital chino en el Perú es alrededor de los 30 mil millones de dólares. A modo de ejemplo, el proyecto minero de cobre de las Bambas, con inversiones de empresa china, tiene un valor de producción equivalente al 1% del PIB del Perú y ha generado decenas de miles de puestos de trabajo. El Hospital Saúl Garrido Rosillo en el Departamento de Tumbes construido por una empresa china beneficiará a más de 100 mil habitantes. Una vez culminadas las obras de agua y alcantarillado en tres distritos de Lima, más de 400 mil peruanos tendrán acceso al agua potable y servicios de saneamiento.

Tal como observa un antiguo proverbio chino: “Hay reglas inalterables para gobernar un país, y lo más fundamental es beneficiar al pueblo”. En el Perú también hay un dicho que reza: “La voz del pueblo es la voz de Dios”. Crear mejores condiciones de vida para nuestro pueblo constituye la aspiración común de ambas naciones. Hemos de hacer valer la amistad tradicional entre China y el Perú, así como ensanchar y profundizar nuestra cooperación mutuamente beneficiosa en las diversas áreas, dotándoles de connotaciones en sintonía con la nueva era. En el pasado julio, el Partido Comunista de China celebró con éxito la Tercera Sesión Plenaria de su XX Comité Central, en la que hizo disposiciones sistémicas para una mayor profundización integral de la reforma en fomento de la modernización china. Esto proporcionará nuevas oportunidades para el Perú y todos los países del mundo, y abrirá nuevos horizontes bien amplios para nuestra cooperación de beneficios recíprocos y ganancias compartidas.

Durante esta Visita, la Presidenta Dina Boluarte y yo asistiremos juntos de forma virtual a la ceremonia de inauguración del Puerto de Chancay, proyecto importante de la construcción conjunta de la Franja y la Ruta entre China y el Perú y también el primer puerto inteligente de Sudamérica. Con la primera fase de este proyecto, se podrá reducir a 23 días el viaje marítimo del Perú a China, se ahorrará más del 20% del costo logístico, y se generarán para el Perú ingresos anuales de 4.500 millones de dólares y más de 8.000 empleos directos. Con este puerto, el Perú podrá establecer un paradigma de conectividad multidimensional, diversificado y eficiente que comunica el litoral y el interior del país y conecta el Perú con el resto de ALC, así como forjar el “Gran Camino Inca de la Nueva Era” con el Puerto de Chancay como punto de partida, fomentando así el desarrollo en conjunto y la integración de ALC. Además, en el marco de este proyecto se ha establecido una estación de rescate de animales, que ha tomado la iniciativa de asumir las responsabilidades sociales de proteger pingüinos, focas y aves, y mejorar las condiciones ambientales de los humedales, las playas y el hábitat biológico. Hemos de llevar a buen término la construcción y la operación de este puerto, para que “De Chancay a Shanghai” sea un verdadero camino de prosperidad en fomento del desarrollo común entre China y el Perú, y entre China y ALC. China está dispuesta a seguir implementando los “pequeños y hermosos” proyectos de cooperación para el bienestar social, implusar el establecimiento de Talleres Luban y Talleres del Idioma Chino Mandarín para intensificar nuestra cooperación en la educación vocacional, y alentar a empresas chinas a crear más puestos de trabajo locales y cumplir debidamente sus responsabilidades sociales, de forma que el afecto entre los “paisanos” sea más tangible.

También debemos asumir la responsabilidad de nuestro tiempo de fomentar el aprendizaje recíproco entre civilizaciones, fortaleciendo los intercambios y la colaboración en ámbitos como cultura, arte, educación, investigación científica, turismo, juventud, protección de patrimonios culturales y arqueología, y adoptando más medidas de facilitación del intercambio de personal entre ambas partes, para consolidar aún más la base social y popular para el desarrollo de las relaciones binacionales. Es menester estrechar nuestra cooperación en el marco del Foro de Civilizaciones Antiguas, abordar la construcción de una red global de diálogo y cooperación entre las civilizaciones, y apoyar los intercambios y el aprendizaje mutuo entre civilizaciones de diferentes países, a fin de que las civilizaciones de distintas latitudes, tan hermosas y plurales como el Estanque de Cinco Colores del Valle de Jiuzhaigou de China y las salineras de Maras del Perú, puedan apreciarse y complementarse mutuamente, aportando así mayores contribuciones al progreso de las civilizaciones humanas.

Después de celebrar con éxito la Reunión de Líderes Económicos de APEC en 2008 y en 2016, el Perú será por tercera vez el anfitrión de este importante evento. Los lemas de estas 3 reuniones, pasando de “Un Nuevo Compromiso para el Desarrollo del Asia-Pacífico”, a “Crecimiento de Calidad y Desarrollo Humano”, hasta “Empoderar, Incluir, Crecer” de este año, han demostrado plenamente la firme determinación del Perú de promover la construcción de una economía abierta de Asia-Pacífico e impulsar el crecimiento económico mundial, y han emitido la enérgica “voz de Lima” por la apertura, la inclusión y la cooperación de ganancias compartidas. China apoya firmemente al Perú a organizar esta Reunión, y está dispuesta a mantener una estrecha coordinación con la parte peruana, para que esta reunión logre resultados positivos y deje flamantes “huellas de Lima” en la cooperación de Asia-Pacífico, haciendo así nuevos aportes para la construcción de la comunidad de futuro compartido de Asia-Pacífico.

Hoy día, el mundo está experimentando acelerados cambios inéditos en una centuria, y una vez más la sociedad humana se encuentra en una encrucijada histórica. Para saber cómo son las líneas de la civilización Nazca en el Perú, hay que contemplarlas desde lo alto sin dejarse desconcertar por impresiones parciales. Tal como reza un antiguo verso chino: “No se preocupen por que las nubes flotantes bloqueen nuestros ojos, ya que donde estamos es la cima de la montaña”. Junto con el Perú, estamos dispuestos a subir a lo alto y mirar hacia lejos para comprender la tendencia del mundo con una visión histórica a largo plazo, practicar el verdadero multilateralismo, promover un mundo multipolar igualitario y ordenado y una globalización económica universalmente beneficiosa e inclusiva, e implementar debida y conjuntamente la Iniciativa para el Desarrollo Global (IDG), la Iniciativa para la Seguridad Global (ISG) y la Iniciativa para la Civilización Global (ICG), con miras a construir juntos la comunidad de futuro compartido de la humanidad.

Como suelen decir los amigos latinoamericanos, sin coraje, uno nunca conquistará la montaña ni cruzará el mar. En el nuevo punto de partida histórico, con un solo corazón y un coraje inquebrantable, los chinos y los peruanos nos esforzaremos juntos por conducir el barco de la amistad chino-peruana hacia un futuro más brillante.

Presidente de la República Popular China

 

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