El 26 de octubre de este año tuve la oportunidad de participar como ponente en el Primer Simposio de Historia Social y Política de Venezuela, Siglos XX y XXI. Recibí la invitación del gran amigo José Gregorio Brito, historiador egresado de la UCV, a quien no veía desde hace 5 años. El evento tuvo como sede la Casa de la Cultura “Ramón Vásquez Brito” de Porlamar, Margarita.
Los múltiples compromisos del día a día no me permitieron reseñar públicamente tan ameno simposio que permitió reunir a un selecto grupo de investigadores en el campo de la historia contemporánea de Venezuela. La idea fue ofrecer una perspectiva contextualizada de diversos aspectos que entrecruzan y dinamizan el acontecer socio histórico de nuestra nación e incentivar a la Investigación con una actitud reflexiva frente a los nuevos retos de la sociedad globalizada.
Tuve la oportunidad de compartir tribuna con el propio José Gregorio Brito, cuya ponencia se tituló “Inmigrantes ayer, emigrantes hoy. Venezuela 1945-2024”. También participaron el historiador Miguel Ángel Espinoza con su ponencia “La injerencia de Estados Unidos en Venezuela”, el historiador Luis García Müller con su ponencia “Historia Social y Económica de Venezuela en el siglo XX. Una perspectiva desde Barinas” y el odontólogo Edgar Urbaez con su ponencia “Historia de la seguridad social en Venezuela”.
Me correspondió presentar como ponencia “El gendarme necesario en el ideario venezolano o la presencia del leviatán hobbesiano entre nosotros”. En ella expuse la vieja tesis del Cesarismo Democrático de Laureano Vallenilla Lanz que ha influenciado en la memoria colectiva del venezolano para justificar la hegemonía militarista en el ejercicio del poder hasta nuestros días.
Justamente, la historiografia dominante en Venezuela se ha sustentado en la premisa de que los militares son los herederos de los próceres que combatieron para independizar nuestra nación del yugo español. Por tanto, están predestinados para convertirse en salvadores de la patria ante cualquier circunstancia adversa. Deben ser ungidos de poder para cumplir con esa histórica misión que les ha sido encomendada.
Juan Vicente Gómez, con “El gendarme necesario”, Marcos Pérez Jiménez, con “El Nuevo Ideal Nacional “, y Hugo Chávez con “Ejército y Pueblo” son ejemplos de ese culto al militarismo que se ha intentado sembrar en la psiquis colectiva del venezolano para imponer un modelo autocrático, tal como lo abogaba Thomas Hobbes con su célebre obra “El leviatán”.
En resumidas cuentas, el referido simposio celebrado en Margarita fue un interesante escenario para encontrarnos con la historia y asumir nuevas perspectivas frente a las exigencias que se le presenta a esta icónica nación en la denominada sociedad del conocimiento con sus ventajas y desventajas. Espero seguir participando en eventos de esta naturaleza que permiten debatir y redefinir nuestra esencia como nación.
Politólogo y profesor universitario