El “Camino de Servidumbre”, libro de Friedrich Hayek, premio nobel de Economía 1974, expone con meridiana claridad, que en el socialismo “los peores llegan a la cima”. Y cita a Hitler, Lenín, Stalin, Mao, Pol Pot, Castro, Ceausescu. Acota, “que el resto era solo aberraciones”. (…).
Quedaron fuera de la lista, los felones prospectos del totalitarismo opresor, Saddam Hussein, Muamar Gadafi, Hugo Chávez, Daniel Ortega, y el impostor Nicolás Maduro, que de haber estado para entonces, sin duda, habrían sido incluidos.
“Camino de servidumbre” es una de las manifestaciones más populares e influyentes de la escuela austriaca dentro del liberalismo, que se opone al fascismo en general”. (…)
“La tesis central es que “socialismo” y “totalitarismo” son esencialmente lo mismo, dos retoños de colectivismo y este, a su vez, un modelo de organización incompatible con la libertad humana. Para Hayek toda planificación económica, por leve que sea, se basa en la creación de un supuesto bien común o nacional que se constituye en objetivo general. Así pues, la planificación económica conduce hacia el totalitarismo y a la pérdida de las libertades individuales. En el libro, usa tanto a Unión Soviética como a Alemania nazi, como ejemplos de países que han recorrido el “camino a la servidumbre” y llegado a esa situación”.(…).
Es solo un apéndice, del denso conocimiento, que se estudia y alberga en las más prestigiosas academias del mundo, sobre temas tan controversiales, como socialismo, fascismo, neofascismo, totalitarismo y agregados.
Y viene a colación, porque recién, 4 y 5 de noviembre 2024, la oclocracia gobernante, celebró en Caracas, el primer Foro Parlamentario Mundial contra el fascismo, el neofascismo y otras expresiones similares, no para combatirlo, como alardean, sino para significar que su tesis del fascismo , es ahora, la democracia venezolana, la cual buscan desmontar, para sustituirla por su tétrico modelo dictatorial de ultratumba.
El molde de su talante “nazi fascista represor”, del cual buscan afanosamente deslastrarse, no puede ser más claro: una ideología cruel, autoritaria, que busca el control total del Estado sobre la vida de las personas, que persigue, encarcela, tortura y asesina, de ser necesario, para mantenerse en el poder indefinidamente, tal como ha ocurrido en el país, durante 25 años.
No contento con eso, cercenan el libre juego de las ideas, asesinan ideales tan sagrados para los venezolanos, como los legados de “moral y luces, el equilibrio de poderes, y la mayor suma de felicidad para el pueblo”, que nos dejara el padre Libertador, para pisotearlos indecorosamente, con la más denigrante “furia bolivariana”.
Lo peor, de lo peor, es la retorcida manía de utilizar el máximo tribunal del país, para coartar el ejercicio profesional del Derecho, como ocurrió recientemente con la abogada María Alejandra Díaz, quien fue vejada, privada de libertad y de ejercer su profesión, (algo inédito), por solo asistir a un grupo de organizaciones políticas que solicitaban pruebas de la reelección de Maduro.
Entonces, ¿quienes, son los “verdaderos fascistas recalcitrantes de la Venezuela chavo-madurista”?
¿Quienes cercenan los derechos consagrados en la constitución y la leyes, y disfrazan la realidad con falsas retóricas para imponer su yugo opresor?. ¿O, quienes ejercen sus derechos humanos para exigir que se respete el libre albedrío, y se ponga fin a las arbitrariedades?
En un contexto más simpáticamente vernáculo, no infundado como todo lo devenido en socialismo, lo pondremos de este modo:
“Sí tiene rabo, e cochino, pata e cochino, trompa e cochino y cara e cochino. ¿Qué podrá ser?, Obviamente, no otra cosa, que un rolo e cochino.
Lo que nos lleva a deducir, ¡Que más fascistas, serán los apologistas de “la guerra legal” del socialismo chavista del siglo XXI., que quienes proclaman la libertad del Bravo Pueblo!
En Venezuela el verdadero fascismo está instalado en el poder, con su terrorismo de Estado. Y por mucho dinero que mal gasten en propaganda para criminalizar a la sociedad democrática, no podrán borrar su conducta criminal y confundir a nuestra sociedad, testifica en su más reciente artículo, el dirigente tachirense, César Pérez Vivas.
Con información vital del Instituto Mises.
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