Un día del economista para recordar al profesor que se jubila, para dar paso a las nuevas generaciones.
Todos quieren vivir a expensas del Estado. Olvidan que el Estado vive a expensas de todos. Frédéric Bastiat.
Un respiro en medio del horror. Es menester tener aunque sea un momento de paz para el espíritu, sobre todo en momentos de inmensa pobreza del alma, de la gnosis y de la eticidad. Sin embargo, podemos observar cual coro de una tragedia griega el reencuentro de algunas familias con sus familiares secuestrados, bajo el horror de la “irascibilidad como práctica de Estado” [Citation Sén07 \l 8202].
Pero entre todo los venezolanos parecemos desarrollar a diario la obra de Viktor Frankl, ante la disyuntiva presente referente a la búsqueda de un “para que a la vida hemos encontrado un como” [Citation FRa15 \l 8202]. Ese como subyace en la docencia de la economía, enmarcada como ciencia social, pues sin profesores y estudiantes no existiría la economía. El motivo de estas líneas subyace en la alegría de celebrar el día de la profesión que se ostente y la posibilidad de enseñarla, lo cual no nos hace unos teóricos y menos unos nefelibatas que fagocitan libros. Nos confiere la autoridad académica para dar nuestras recomendaciones, propuestas y evaluación de los derroteros económicos de este país, que es un manual viviente de todo lo que no se puede y debe hacer en economía.
En este domingo 17 de noviembre, domingo 33 del tiempo ordinario del calendario litúrgico, pues la celebración comenzó con una misa de acción de gracias, tuvimos la oportunidad de encontrarnos con nuestros maestros, con los profesores quienes nos formaron, esos quienes tocaron nuestras vidas para siempre, allí vimos al buen Wilfredo Camacaro, recordamos la presencia en el recuerdo que quienes se niegan a morir de Gustavo Guevara y de Darío García y sobre todo, pudimos escuchar un discurso central, producido por una verdadera académica, la Dra. Ana Isabel Belmonte, quien ofreció un análisis de la ciencia económica, desde las perspectivas académicas de los diferentes premios nobeles, demostrando como el último de ellos otorgado a Acemoglu, Robinson y Jonhson, entran en lo que Giambattista Vico, definiese como una sinuosidad de la historia, pues regresaron a la propuesta de la nueva economía institucional de Douglas North, quien sintetiza su análisis en torno a “la limitación institucional y sus efectos en la prosperidad económica” [ Citation Nor98 \l 8202 ].
Esa es la Economía, una ciencia fascinante, que se aproxima al bienestar, con ideas claras y sin improvisaciones, ciencia exacta y dura, rigurosa como su pequeña y rígida Escuela de Economía, nuestra directora actual, es contemporánea con los más jóvenes profesores, pues ella comenzó muy joven y ha crecido académicamente, humana y éticamente, hoy engalana nuestra escuela con su preclaro juicio, espero que esto no sea mal interpretado por las malas voluntades como un acto de genuflexión, primero no lo necesito, pues me sobran las capacidades para seguir al frente de las cuatro cátedras que enseño en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales y en segundo lugar, hemos trabajado juntos aprendiendo a admirar y respetar las competencias de ambos.
Hoy 17 de noviembre, celebramos el día del economista en el país, un verdadero reto, pero una vocación de vida entregarnos para iluminar a las generaciones de nuevos economistas, para la libertad, la decencia y la democracia. Gracias a mis maestros a quienes hoy sustituyo en cátedras que tuvieron a bien impartirme, caso del Dr. Francisco Contreras, el Profesor Polo y cubrir la ausencia del buen Gustavo Guevara, quién partió de este plano, más no murió pues a diario es recordado.
Finalmente, vendrán tiempos mejores, espero en Dios sigan los reencuentros de las familias, que cese el horror y la muerte de los presos políticos y contemos con sólidas instituciones, un día del economista para recordar al profesor que se jubila, para dar paso a las nuevas generaciones. ¿El reto es encontrar la generación que nos relevará a nosotros? Para que eso ocurra ha de imponerse el orden institucional, el respeto a la libertad y la necesidad ingente de lanzar al mar los grillos de la mente. ¡Nunca más una restricción a la libertad!, pues sin libertad no hay desarrollo y menos fomento a las capacidades [Citation San00 \l 8202
¡Feliz día del economista!
Referencias:
Frakl, V. (2015). El Hombre en bieca de Sentido. Barcelona: Herder Editorial.
North, D. (1998). Nueva Economía Institucional. México: Mac Graw Hill.
Sen, A. (2000). Desarrollo y Libertad. Buenos Aires, Argentina: Planeta.
Séneca. (2007). Tratados sobre la ira. Tenerife: Artemisa.
Economista yprofesor de planta y escalafón de la Universidad de Carabobo, en la Escuela de Economía. Jefe del Departamento de Teoría Económica. Profesor de Filosofía en el Seminario Mayor San Pablo Apóstol. Maturín, estado Monagas X: @carlosnnaezr Instagram: @nanezc
