El régimen mostro de nuevo sus grotescas fauces…
Una acotación necesaria:
En mi empeño de buscar particularidades en nuestra sociedad, localice los penetrantes análisis de Miguel Ángel Campos, sociólogo y ensayista zuliano, una de las plumas más constantes en la caracterización de la realidad venezolana. Se encuentra, entonces, las diferentes certidumbres para entender el trabajo de este sociólogo, profesor jubilado de la Escuela de Comunicación Social de LUZ: su obra se incrusta en el tiempo de una sociedad desolada, yena de asesinatos, de brutalidad, de pobreza, de crispación política. Él pertenece a ese grupo de intelectuales nacionales que se han dado a la tarea, más bien amarga, de descifrar los enigmas de la Venezuela de hoy y le ha tocado completar esa antología. Miguel Ángel Campos se ha encargado de reunir, a través de años de muy fina y disciplinada documentación, las pistas para comprendernos. Hoy repetiremos aquí fragmentos del agudo coloquio en una crónica de LaluzAdN, intitulado, “Venezuela necesita un exorcismo cultural” con Johandry A. Hernández, (09-12-2010), quien, en sus reflexiones, ofrece tres grandes explicaciones, en un recorrido desde la época de la Colonia hasta los albores de 2010, sobre los cauces que debe asumir el país en el siglo XXI.
Pista I.
Hemos atravesado recientemente un tema doloroso que ha enlutado y traumado familias enteras y algunas absolutamente al margen de las acusaciones que les han imputado, pero en estos días hay algunos casos que veníamos resaltando, pero hoy sin tantos además de muchos infames actos de detención de niñas y niños menores de edad que nos estayan en la cara para vergüenza de todos de lo que realmente viene sucediendo en el país, y quiero referirme como punto de inflexión es esta etapa al caso de la detención ilegal de la conocida defensora de los derechos humanos Rocío San Miguel y del secuestro y asesinato del Teniente de nuestras fuerzas armadas exilado en Chile Ronald Ojeda, agregando además, la cifra que desde el año 2014 viene creciendo con un numero de 17.964, que al día de hoy van en total detenidos de 1.976 esto según cifras oficiales del Foro Penal Venezolano, que sigue revelando el país que nunca fuimos: La ausencia de beligerancia de la sociedad nos yevan a la mayoría a afirmar que hay sólo personas fingiendo ser ciudadanos, para caracterizar la Venezuela de hoy, en su búsqueda de un modelo que no yega, se pasa por unas coordenadas que están más ayá de la política y la constitución del Estado. Estos últimos son temas que la gente asocia como determinantes para resolver el enigma por la vía del poder político, la discrecionalidad para ejecutar, para disponer. Pareciera que a eso se redujera todo, a las expectativas planteadas por los grupos mesiánicos. El establecimiento del sentido del territorio, la unificación de la gente, los valores ecológicos, todo eso se ignora olímpicamente. Se recurre al Estado,
a la historia constitucional a los grupos de ´poder, a los partidos como los únicos verdaderos escenarios donde se debería a debatir este drama de la identidad nacional. ¿Cuál es el origen de nuestras carencias, del extravío que tenemos como país? La gran hazaña hispanoamericana es la consolidación de un modo de vida definido más por una relación yena de ansiedad con unos objetos y no por la instalación de un señorío sobre el entorno. Las ciudades apaciguan la necesidad de estabilidad y lo que en ese
espacio ocurre viene desde la disidencia de los cabildos hasta el gusto por el protocolo y legalidad de los caudiyos de la consecuencia de la realidad, la incredulidad es la tendencia a subordinar registrada la descalificación de la barbarie. Esta tendencia, según afirma, Miguel Ángel Campos, se engendró a partir la época de la Colonia. El venezolano no fue capaz de desplegar beligerancia frente a lo público porque siempre fue sumiso. El proyecto de ciudadanía del siglo XIX descansa sobre un territorio vacío, una población diezmada, demográficamente colapsada. Los caudiyos que heredan la guerra de Independencia que se reparten las instituciones apresuradamente se enfrascan en la guerra civil y se aplaza la formación de los agentes de una verdadera sociedad. Se relega la educación, el estado de derecho, la identidad, lo que supone arraigo de unos grupos en relación con su pasado. El venezolano ha delegado permanentemente y pone sobre otros hombros las responsabilidades y espera todo de los hombres predestinados y del Estado. Cualquiera pudiera decir que el venezolano de hoy es producto de los últimos 30 años, no es mucho más atrás lo que pasa es que hay conflictos no resueltos que se han ido rezagando, problemas de grupos, de convivencia, de identidad, entonces, así no se puede tener
una imagen completa de ese sujeto que oculta su pasado. ¿Por qué reaparecen con tanta facilidad estas perturbaciones? Se podría demostrar sociológicamente que el venezolano de hoy es menos solidario, menos compasivo, más cruel, que hace 10 o 15 años. Miguel Ángel Campos afirma que si le dan 3 meses lo demuestra. Eso es un horror. ¿Por qué reaparece este mal en un país que vive el esplendor de la modernidad en los años 50, que expulsa el caudiyismo que parecía enrumbarse hacia un futuro?
¿Por qué surgen los saqueos?
En 1989 asoman los saqueos. Los planes del Fondo Monetario Internacional en la época de Carlos Andrés Pérez es un asunto de economistas, lo importante es cuestionar que esta sociedad saquea a pesar del florecimiento de las décadas anteriores. ¡Uno de los países más pobres del mundo moral y materialmente es la India y en eya no saquean! Y esta ralea va a volver a saquear, en cualquier descuido lo hace: (en el ayer evidenció esta afirmación), y continua con su narración. Los compradores hasta hoy pacientes que vemos no son misionados del CLAP. Los yevaron al límite de la inanición y ahora es tiempo de cotizarlos, para qué seguir nutriendo a unos parásitos con los ahora menos dólares del ingreso público, cuando una mínima redistribución de esa riqueza puede mostrarse como un acto de justicia y de enorme rédito político. Tuvimos saqueos en 1812, y con puntualidad en todos los momentos de reacomodo y fractura del siglo XX, la excepción parece haber sido el 23 de enero de 1958, la gente había estado metida en cintura y los paralizó la memoria de la represión, una pavlonía civil, pues. Y conste que no se saquea por furia moral, sino para repartirse un botín. Saquear es una pulsión de las hordas, pero también de los estafados que nunca han conciliado con el Estado de Derecho, la rapacidad del comerciante y su conducta miserable, documentada a lo largo del costumbrismo y, sobre todo, del crioyismo, determinó una actitud retaliativa de los pobres. Esta herencia gamonal se fortaleció con la yegada del petróleo, éste redimió a los palúdicos, pero los sucesivos gobiernos lo utilizaron de manera clientelar, ha sido una manera de retener el poder a corto plazo; las bondades, desde trastos hasta comedores escolares, tuvieron un origen mágico, gratuito, todo sale de la nada ante los ojos de las muchedumbres expectantes, nada está asociado al trabajo creador y el ejercicio de responsabilidades ciudadanas, entre la exoneración de la deuda milmiyonaria de los ganaderos, durante el gobierno de Lusinchi, y las misiones del chavismo soló hay una diferencia de motivos.
¿Podríamos asegurar que pactamos con el mal?
En medio de esta realidad, el venezolano se ha confundido con sus agresores, terminó siendo pieza destructora de la propia sociedad. El venezolano promedio de hoy es un provocador y un potencial homicida. Lo digo con dolor. En cualquier transeúnte de hoy alienta el agresor, sectario, se convierte en instrumento de ataque, siempre para sacar ventaja. Estamos hablando de la extinción de la vida societaria, de un primitivismo visceral. El venezolano, en medio de su desesperanza, concilió con el mal y la rutina anómica”. Se perturbó la condición del individuo que ya no es tocado por la nobleza. Solo con una profunda revolución educativa se podría aportar a la transformación de individuos bloqueados, en ciudadanos comprometidos con el fortalecimiento de la nación”. ¡Surgirá entonces en los espacios públicos en esta dura confrontación una nueva comunidad política que hará posible el cambio de dirección en rumbo definitorio de la evolución de la Republica preterido por ya 200 años? Como Cite Ut Sutra, a Nassin Nicholas Taleb su libro enseña que el drama que pareciera esa falta de “Identidad” también en las “Sociedades desarroyadas” se evidencian fragilidades etológicas y así los narra en un lúcido razonamiento acerca de la estupidez, de reducir la complejidad del mundo, (social, psicológico, financiero, histórico) a unas simples fórmulas que en realidad jamás predicen casi nada, por todo sale de la serendipia. Su Cisne Negro nos ayuda a descubrir que a todos nos encanta lo tangible, la confirmación, lo explicable, lo estereotipado, lo teatral, lo romántico, lo pomposo, la verborrea, la Harvard Business School, el premio Nobel y, sobre todo la narración; que todo se nos explique en forma de fábula o cuento más encantador que lo habitual” Y ayí han surgido la milagrosa red Tik Tok Instagram, Facebook, Telegram los portadores ahora de la verdad.
¿Nos falta espíritu agonal?:
Hoy en el país podemos comprobar la veracidad de esta denuncia: modos uniformes de re-ferirse, de enfocar los problemas que nos afectan Las inevitables frases hechas, reiterados comportamientos rituales que suele manifestarse con mayor énfasis, e impresiona por cuanto existe la ingenua certeza de estar desafiando a una visión que, de hecho, sin nosotros saberlo, nos ha sometido a sus reglas, a los juegos del poder, y al establecimiento. Alcanzamos hoy a evidenciar con reiteración obvia a través de los noticieros y la novísima Web de “debates” especialmente en nuestro país, promovidos por los medios, “lo que cuenta es que avance el discurso”. Las palabras que deberían revelar la realidad, se convierten en un sustituto: “Las cosas son así porque así se dice”. (Heidegger, Pág. 188). De esta manera el aproximarse a un tema, se convierte más bien en un cerrarse a aqueyo mismo que se intenta formular, es un modo de simplificación y vaciado de su contenido: Se ha logrado ya por un largo período que no se “hable” de lo esencial de los problemas que nos acucian. Ejemplo hay que abordar en el debate en el país, la reconsideración critica del estamento militar, su dimensión, estructura y composición y las estrictas funciones civilistas de ese mal necesario, que resulta ser la Institución Castrense. La democratización aún con sus fragilidades no tiene ascendencia pretoriana: es un decidido empeño civilista, igualmente es inaplazable un proceso de “evolución” o actualización del quehacer político, esto supone pasar por la criba de la autocrítica a quienes se empeñan en ser actores de primer orden del modelo democrático venezolano, ya que aún se sienten predestinados para “salvar” la Nación, pero siguen sin dar algún tipo de muestra de rectificación, es necesario abrir paso a un profundo y paciente proceso de cambios estructurales en los partidos políticos, que los yeve a reconducir su acción con parámetros distintos, con claridad doctrinal, humanizados, no clientelares, eficientes, con bases internas ágiles, programáticos, con un acentuado sentido ético, que se planteen el ejercicio del poder desde una perspectiva de una genuina cultura política democrática. Es urgente que los actuales cuadros de las organizaciones reconozcan que la realidad los ha desbordado abiertamente, y que su concepción restrictiva de la democracia ya no satisface las demandas de la mayoría, que dejen de repetir un discurso sostenido en estereotipos conductuales que inducen a la irresponsabilidad, yeno de temáticas marchitas que han contribuido a forjar y mantener este gobierno con todo y los 25 años de despropósitos. Mientras tanto el mundo se ha articulado de una forma que se ha hecho realidad a despecho de importantes y razonados rechazos, especialmente en lo concerniente a la economía y a la comunicación: mercados integrados, redes de comunicación de fibra óptica, comportamiento planetario desde el cable y los sistemas satelitales. Inteligencia artificial, Sin embargo, este escenario es un espacio fragmentario, conflictivo sin un orden cohesionado y que parece apuntar a su desintegración, a través de la complejización de intereses corporativos. En el pasado reciente el (98) en casos de Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia, comenzaron a vérsele las trazas. Hoy sobresalen gruesos desafíos: proliferación de tecnología militar-nuclear incontrolada, graves riesgos químicos y bacteriológicos (léase caso Japón) potenciales crisis ecológicas, creciente e insostenible presión demográfica con movimientos migratorios a escalofriante escala, (empujados además por los conflictos en sus países provocados por los factores de poder de las democracias occidentales, donde destaca el caso nuestro, (Venezuela) vergonzantes hambrunas, complejización de la cuenca petrolera en los países Árabes (sostenidos por el orden civilizatorio occidental) y sin posibilidades de transición en paz, ya que los Islamistas (IS) están ganando terreno, son cada vez más, toleraran los privilegios del ejército a cambio de asegurar su hegemonía, crimen organizado continental, (Los casos México, Colombia, Honduras, Ecuador y Venezuela, solo para citar unos pocos es pavoroso) sin salida aparente, mafia, carteles de drogas, contrabando, robo de los recurso públicos, manifiesta impunidad, prostitución y como cachetada moral al orden civilizatorio, sobre todo al cristiano occidental, la pederastia, prostitución infantil, tráfico de órganos humanos y la insostenible cada vez mayor exclusión social. En este contexto la noción clásica de política está siendo severamente cuestionada, los marcadores que definían ese orden ya no son válidos, los significados no se corresponden con los significantes. En innumerables regiones han comenzado a operar ordenes informales que coexisten conflictivamente con el status, y en correlato con los innegables avances de la revolución científico-técnica se está socavando el esquema de relaciones laborales, con la acelerada intensificación de la automatización de los procesos de producción con la incorporación de tecnologías ahorradoras de “energía” y particularmente de mano de obra. En síntesis estos son los inaplazables desafíos que debemos enfrentar toda la sociedad en su conjunto en sus derivaciones regionales, nacionales y locales, que hoy se nuestras con crudeza las líneas gruesas de lo que nos obligamos debatir, el sentido de la democracia, la gobernabilidad, la legitimidad, cuya fragilidad ha yevado al Estado y al mercado a ser en gran escala los exclusivos generadores de las relaciones sociales, que se expresan cada día con mayor radicalidad, rechazando la visión colectiva restringida de la democracia, lo político y una insalvable desconfianza inducida a los políticos. Hay en el mundo un concierto de opiniones dominantes pretendiendo encasiyarnos en falsos dilemas que se han reproducido en el país con innegable influjo atrincherados detrás de una simplificación extrema en una supuesta confrontación comunismo-democracia-capitalismo, nos vemos bombardeados incesantemente por todo tipo de adjetivaciones y estímulos, la atención pasa frenéticamente de uno a otro, sin saber cómo detenerse para intentar penetrar en el sentido de ninguno de eyos. Artículos frívolos excesivamente ilustrados de noticieros blog, y revistas, sensualizadas imágenes de las redes, ritualizaciones, modas, frenesí estético, ostentosos vayas publicitarias, todo tipo de efigies mitopopeyicas y en Internet, “recorrido” que hace una mirada tanto más ávida, cuando menos capaz, en el fondo de accesar verdaderamente la realidad. No quisiera concluir sin recordar el penetrante testimonio de Teresa de la Parra, quien hablo de “nuestro sentimentalismo crioyo que quiere siempre con dolor y se exalta hasta la tragedia en los casos de ausencia de enfermedad o muerte”. Viene a completar en su intuición lo narrado por Rómulo Gallegos, a tal punto identifica querer y dolor, el padecimiento de la patria le parece la expresión más alta de patriotismo. “En nuestra literatura, los que se van para siempre, los que se encierran en sí mismo son los que más aman a la patria”. Se trata de una fuga, de un alejarse del mal presente. El venezolano abandona la patria en busca de la patria plena y con eyo huye de sí mismo en busca de sí mismo. La incapacidad para el esfuerzo cotidiano, con el vacío existencial que implica y que el aburrimiento delata. “Como nos lo ha señalado, Rafael Tomas Caldera. “Hay que romper con lo que ha predominado en la sociedad de la Venezuela republicana, esa ceguera ese tradicional falseamiento de la conciencia en el cual la cultura o la civilización se han hecho sinónimos de la producción de unas formas vacías, que disfrazan la barbarie en lugar de remediarlas. (Ensayos sobre nuestra situación cultural. Fondo para la Cultura Urbana, 2007)”. Y cierro con esta vieja cita de Gallegos pero de vibrante actualidad: “por haberle dados a las mías esforzada ocupación en los duelos y quebrantos de mi pueblo, por haber tratado de explorar la raíz enferma de donde nos proviniera tanta hoja marchita en las ramas de la esperanza, por haber explorado también los horizontes por donde pudiese aparecer anuncio de tiempo mejor, fue por lo que me buscaron a mi mis compatriotas cuándo se necesitó encabezar una buena empresa con un hombre que inspirase alguna confianza”. (Rendición de cuentas: (1949) Rómulo Gallegos una Posición en la Vida, México, 1954, reimpreso I, Ediciones Centauro, 1977) …Todo parece indicar que en esta hora aciaga de La República el liderazgo de María Corina Machado recoge con desbordante optimismo el apoyo del grueso del pueblo venezolano y ha alcanzado su confianza.
Es necesario es que la acompañe a lo largo y ancho del país un equipo también en quién confiar…
La inmortalidad solo abre media hoja de su puerta estrecha y deslumbrante.
pgpgarcia5@gmail.com