Al menos el 90 % del gas venezolano está asociado al petróleo, lo que, en términos prácticos, implica que solo se puede extraer este recurso cuando la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y sus socios bombean el crudo.
Pero la producción petrolera de Venezuela en los últimos años ha tenido un lento incremento por la mala gestión, la corrupción y la pérdida de personal por la masiva migración, producto de la crisis.
Hay que recordar que en el 2009 se vivió la Estatización de dos distribuidores privados de gas que atendían a todo el país y servían de intermediarios entre Pdvsa y los consumidores de gas doméstico.
Toda la operación de estas empresas pasó a ser coordinada por una nueva filial de la petrolera estatal, que se conoce como Gas Comunal, estatizar estas empresas acabó con una cultura de distribución adecuada del gas en Venezuela.
Hoy estamos en una situación en la que no hay cilindros, solo un porcentaje muy mínimo de los hogares cuenta con “gas directo” o por tuberías. Es decir, menos de 2 de cada 10.
Pero la cifra cobra otra magnitud cuando se atiende al número de cilindros disponibles: poco más de un millón para ser distribuidos en todo el país, una cantidad insuficiente para el mercado interno.
La actual situación de la infraestructura de la principal industria del país que viene de ser desvalijada para ser vendida gran parte de las estaciones, plantas compresoras, tubería de perforación, entre otros, como chatarras
De aquí salió toda clase de material por el puerto de Guanta, a esto se le suma la falta de mantenimiento preventivo y correctivo de todos los eslabones de producción que hoy dificulta el suministro de crudo para su refinación.
Es lamentable que hoy cada ciudadano venezolano esté viviendo tal calamidad.
Hace un par de días ocurrió una explosión en una estación en el municipio Monagas, parte de este eslabón gasifero para procesar GLP en el criogénico de José para el uso de gas doméstico a través de Bombona.
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