Jesús Puerta: Las principales tendencias y una Foda del momento político

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Recuerdo que fue Slavo Zizec quien señaló una vez que los chinos llamaban “interesantes” a los tiempos difíciles. Pues bien, a juzgar por las principales tendencias generales de la actualidad, no podemos dudar de calificar así los tiempos que corren. Para ir de lo más abarcador a lo más inmediato, podemos enumerar esas grandes inclinaciones de la historia presente, de la siguiente manera:

a) Peligro inminente de guerra mundial caliente en Europa, con la amenaza inminente del uso de armas nucleares

b) Previsión de graves tensiones políticas en el interior de los Estados Unidos, que pueden derivar, o en una transformación institucional, o incluso (según algunos analistas) en una guerra civil

c) Paso de la era de la globalización a otra, postliberal, de enfrentamiento entre ideologías fundadas en elementos culturales o “civilizatorias” (religión, “tradiciones nacionales”, chovinismo de potencias, esfuerzos de supervivencia de los más débiles)

d) Evidencias de aumento de catástrofes meteorológicas y ecológicas en general (el derretimiento de los polos y el agotamiento de las fuentes de agua dulce) justo cuando las políticas de las principales potencias tienden a desentenderse de sus responsabilidades en el cambio climático.

Es en este contexto lleno de turbulencias, que se desarrolla la crisis venezolana ¿Cómo resumir en un adjetivo el carácter de esta crisis? Es ya requetesabido que ya la palabra crisis remite a aquellos momentos en que se decide si el enfermo mejora o se muere. Es decir, ya el sustantivo es bastante dramático. Indica que, no sólo está agonizando un sistema político (la república democrática), sino una nación entera, no como resultado de una guerra (como pudo haber sido el caso de Camboya o de Palestina que, a pesar de las muertes de millones de personas, todavía, al menos, queda la idea), sino de un mal que amenaza la integridad de la “comunidad imaginada”. Claro, el imaginario de la Nación sobrevive a (casi) todas las catástrofes.

Pero ya la crisis venezolana ha sido caracterizada hasta la saciedad. Los organismos internacionales (la ONU, etc.) la adjetiva como “humanitaria y compleja”. Lo de humanitario se explica por el hambre, la miseria, la destrucción de los servicios básicos (agua, electricidad, etc.), el colapso de la educación y la salud (tanto su atención como el avance de las enfermedades), características de las víctimas (niños, niñas, adolescentes). Esto en lo social.

En lo económico, las expectativas de crecimiento económico, que no significaría más que un leve “rebote” después de una caída también dramática del PIB en los últimos 10 años, se han visto desinfladas por la situación política, aunque continúa la política de flexibilización y precarización extrema del trabajo, el plan de privatización de empresas del Estado, las ventajas y estímulos al capital extranjero sin parar en legislaciones más o menos nacionalistas, hoy en suspenso en virtud de la inconstitucional “Ley Antibloqueo”.

En lo político, hay una crisis de legitimidad (fraude electoral, violación de la Constitución y todas las normas, control unipartidista de los Poderes Públicos, uso terrorista de la represión para imponer una “paz de los sepulcros”), una crisis de eficiencia (que conlleva una de gobernabilidad) y una crisis de proyecto: el madurismo ya no tiene nada que ofrecer y desempolva viejas consignas (“Estado Comunal”, “anti-imperialismo”, etc.) para seguir manipulando con demagogia su menguada base social. Pero vayamos a una matriz FODA que describa las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenaza de cada actor de la coyuntura.

A) Madurismo:

Fortalezas: aparato represivo efectivo. “Puertas giratorias”: liberación limitada, sometida a presentación. Efectos inhibidores del terror en activistas y pueblo en general

Oportunidades: El paso del tiempo, hasta ahora, puede jugar a “pasar la página” y afianzar el régimen; pero ha costado. La juramentación de Maduro luce casi segura. El anuncio de nuevas elecciones generales obliga a una revisión de la política en factores de la oposición y, con ello, divisiones. Avance en una legislación opresiva. Esto con varias vertientes:

a) leyes de exclusión política (el uso a discreción de la tipificación “fascista”, “mensaje de odio”, “traidores de la patria”, reconocimiento de la elección fraudulenta de Maduro, etc.)

b) normas electorales restrictivas que avanza hacia un modelo de partido único con pseudo-oposición “leal”,

c) Leyes ultracentralistas de pseudo “poder popular” enfocadas a cambiar, para dar más control a la Presidencia, la división política-territorial del país, con la anulación de gobernaciones, alcaldías y organismos colegiados a niveles estatales y municipales. De paso, se avanza en la neutralización o eliminación de las elecciones universales, directas y secretas, a favor de un esquema de asambleas y elecciones de segundo y tercer grado.

En lo internacional: tratar de cuadrarse oportunistamente con Rusia y/ o China, así como con Irán y/o Turquía.

Debilidad: Crisis de legitimidad: posibilidad de insubordinación. Crisis de gobernabilidad: Ineficiencia e ineficacia en la administración. Crisis de proyecto: uso masivo de demagogia contrastada con incumplimientos. Situación económica: amenaza la inflación, situación cambiaria, los empresarios van por lo suyo. Obstáculos en el “proyecto” de venta del país. Deslinde con izquierda democrática latinoamericana.

Amenazas: Persistencia de las luchas sociales. Agudización de conflictos internos del bloque gobernante. Más sanciones norteamericanas (personales y de las otras). Aislamiento internacional. El consenso internacional busca detener la migración y dar solución a la crisis política y económica venezolana.

Las oposiciones:

Fortalezas: Apoyo electoral del 28 de julio: eso se hincha. Apoyo internacional: EEUU, Europa, gobiernos latinoamericanos. Alejamiento de antiguos “amigos”: Brasil, Colombia y, posiblemente, México.

Oportunidades: Deslave de los apoyos populares al gobierno. Mantenimiento y fortalecimiento de las luchas sociales y económicas. Profundización de la crisis humanitaria. Unidad y coordinación de las diferentes “oposiciones”: de “izquierda” y de “derecha”.

Debilidades: Peleas internas de la oposición (división de Primero Justicia, críticas a Rosales, etc.). Diferencias entre ala izquierda y derecha. Falta de estrategia clara y quiebre de esfuerzos organizativos, debido a la represión.

Amenazas: El paso del tiempo sin evidencias de estrategia efectiva. Incremento de la represión.

No soy profeta ni adivino. Pero sí se pueden elaborar escenarios para esbozar líneas estratégicas y tácticas.

 

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