Ramón Guillermo Aveledo: El triunfo de Trump

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Donald Trump asume en enero como Presidente de los Estados Unidos, el primero desde Grover Cleveland en 1892 en regresar después de perder cuatro años antes. La elección, dirimida en el voto popular por dos puntos porcentuales al llevarse al Colegio Electoral es más amplia, con 312 compromisarios para el ganador y 226 para la Vicepresidenta Harris. La clave estuvo en que el ex-Presidente ganó en los siete estados considerados decisivos, en los cuales las encuestas no podían predecir ganador pues sus números estaban dentro del margen de error. Y no estaban equivocadas, salvo en Arizona y Carolina del Norte donde la diferencia fue de cinco y cuatro puntos respectivamente, en todos los demás estuvo en 3% o menos.

Anótese la complejidad del sistema electoral estadounidense, pues no se trata de una sino de cincuenta y una elecciones de las cuales Trump ganó 31 y un pedacito de Maine, mientras Harris en 19 y un pedacito de Nebraska, porque el derecho electoral no es federal sino estadal. Agréguese la complejidad de la sociedad americana con sus variables por clase social, etnia, educación, sexo, edad y su distribución en una inmensa geografía con naturales diferencias históricas y socio-culturales entre las regiones, repartidas su vez en ciudades, zonas suburbanas, pueblos y zonas rurales.

Hay una “regla” general en las campañas electorales: aquel en torno a quien gira el debate tiene la ventaja. Eso, obviamente, ocurrió. Es verdad que su presencia constante en los noticieros estos cuatro años fueron predominantemente caudas por las acusaciones y procesos judiciales en su contra, pero también que la mayoría no concluyó y que lo presentaron ante los suyos como un perseguido.

El gobierno Biden será mejor evaluado por los historiadores que por sus contemporáneos, pero quedó marcado por la debilidad desde la catastrófica salida de Afganistán, cuyo acuerdo heredó de Trump, la inflación derivada de la inversión para reactivación post pandemia que en EEUU es menor que en otros países industrializados y la masiva inmigración. Hoy la principal preocupación de la ciudadanía es la economía. En los votantes republicanos el alza de los precios, en los votantes demócratas preservar la democracia.

A la mayor parte de los estadounidenses no les gusta Trump ¿qué diferenció entonces esta elección de la anterior que perdió? En 2020 competía con un político moderado, irlandés, de clase media trabajadora de Delaware. En 2024 con una californiana de color, hija de profesores universitarios inmigrantes de India y Jamaica. La división de la sociedad americana es dato conocido y hay que sumarle divisiones que no necesariamente se aprecian desde la superficie. La mayoría abrumadora de las mujeres votó por Harris, lo mismo pasó con los hombres por Trump ¿En márgenes tan estrechos, habrá incidido algún residuo de machismo y racismo? ¿Era un salto adelante demasiado audaz?

 

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