Incansable marino emancipador.
Durante las acciones por la independencia, valerosos hombres de mar, destacaron por su heroísmo, destreza y abnegación. En este grupo destaca el capitán de navío Felipe Santiago Esteves, nacido en Maiquetía el 1ro de mayo de 1779, hijo de Don Felipe Esteves y Doña Tomasa Acevedo.
Muy joven fue enviado a Cádiz para iniciar la formación náutica durante cuatro años.
Al regresar realizó actividades mercantes en costas venezolanas y caribeñas. El fallido intento de nuestro “Siempre Precursor” en 1806, sobre las costas de Ocumare, fue conocido por Felipe Santiago.
A raíz del movimiento del 19 de abril de 1810, la Junta Suprema de Caracas, le ordenó custodiar con la goleta “Princesa”, las costas entre Puerto Cabello y Tucacas.
Su bautizo de fuego naval sucedió el 23 de agosto de 1811, al enfrentarse exitosamente al coronel Juan Gabaso en Chichiriviche, cerca de Puerto Cabello, resultó herido durante el abordaje. En tal acción naval liberó varios prisioneros y capturó buena cantidad de armas y municiones; por sus méritos, fue ascendido por la Junta Suprema en octubre de 1811, a alférez de fragata.
En enero de 1812, Esteves fue destinado al oriente venezolano, para organizar y equipar una escuadra sutil, (embarcaciones ligeras artilladas), y movilizar los dieciocho navíos, a las órdenes del Coronel margariteño Juan Bautista Arismendi con cuatrocientos soldados hacia el Orinoco. El 27 de febrero de 1812, junto a Juan Bautista Bideau en una combate fluvial en el caño Macareo, derrotó al realista Francisco Quevedo; combate que le permitió apoderarse de una goleta con cuatro cañones.
Esta acción militar es considerada como la primera sobre Guayana y primera participación del capitán y futuro general en jefe, el margariteño Santiago Mariño procedente de Maturín.
Como alférez de navío, el 2 de marzo de 1812, Esteves a las órdenes del coronel Manuel Villapol en Sorondo – Delta del Orinoco, fue derrotado por fuerzas superiores; nuestro valeroso paisano incendió las embarcaciones antes de perderlas, trasladándose por tierra hasta Cumaná; de allí se trasladó por mar hasta La Guaira.
Llegado a Puerto Cabello, a causa de la pérdida del castillo San Felipe, movilizó al coronel Simón Bolívar el 6 de julio de 1812, en el bergantín “Celoso” hasta La Guaira.
Al perderse la Primera República surgida el 5 de julio de 1811, debido a quebrantos de salud Estéves, permaneció escondido cerca de Caracas durante un año, hasta que pudo emigrar hacia Cartagena de Indias.
Al regresar en octubre de 1813, este incansable marino combatió en el oriente a las órdenes de Mariño, mereciendo en 1814, el ascenso a teniente de fragata.
Tras la infausta Emigración a Oriente, Esteves, trasladó al Libertador en el navío “Culebra”, desde Carúpano hacia Cartagena de Indias el 8 de septiembre de 1814.
El Libertador fue trasladado el 9 de mayo de 1815, de Cartagena hasta Jamaica en un navío de guerra británico, desembarcó el 14 de mayo.
Esteves lo trasladó desde Jamaica hacia Haití el 18 de diciembre de 1815; desembarcaron el 24 de diciembre, donde preparó la primera Expedición, con el apoyo del presidente Luis Petión “el magnánimo”, también con armamento y navíos por parte del curazoleño Luis Brión, expedición libertadora que salió de Los Cayos el 31 de marzo de 1816 hacia Margarita.
Esteves ejecutó operaciones navales de hostigamiento a las embarcaciones realistas en el Caribe.
En enero de 1817, se trasladó a la isla de Saint Thomas en busca de fusiles y pólvora. De paso por Trinidad, se casó en 1818, con Jacinta Valdés; procrearon a Felipe Santiago, futuro Ministro de Guerra y Marina en 1877.
El Libertador lo designó en 1818, Comandante General de la Marina en el Alto y Bajo Orinoco. Le correspondió transportar en 1818 y 1819, a voluntarios ingleses, irlandeses y alemanes desde Angostura hacia el Arauca.
En febrero de 1819, el Libertador le concedió el grado de capitán de navío, y la máxima condecoración de “Los Libertadores de Venezuela” con la designación de “Benemérito”.
En1829, fue designado Ministro de la Corte Marcial. Falleció en Caracas el 27 de agosto de 1849.
Su nombre es llevado con orgullo por promoción de oficiales y de alumnos de la Armada, una Medalla Naval y el Centro de Adiestramiento Naval CANES, fundado en 1948, encargado de la formación de oficiales, técnicos y grumetes, igualmente una unidad educativa en Tucacas, recuerdan su vida en beneficio de la independencia.
Se desconocen los motivos, del porque sus restos no reposan en el Panteón Nacional, a pesar de una disposición oficial al respecto.