Amigos lectores:
I. Iván Bunin (premio Nobel de Literatura en 1933) escribió: “cada vez que leo una historia de Antón Chéjov siento que alguna verdad del mundo me ha sido revelada. La verdad, la que fuera, estaba allí y no la había visto. Pero ha venido él, ha escrito dos o tres limpias frases y eso ha sido suficiente”.
II. Me valgo de esa cita para entrar al asunto del día: la última edición del PDF del 2024 está dedicada a la vida de Antón Chéjov (1860-1904). A la vida y no a la obra. En concreto, recorro algunas de las biografías y recopilaciones traducidas al español, que nos aproximan al cuentista y dramaturgo.
III. Quiero señalar que los libros de los que hablo aquí (de Donald Rayfield, Iréne Némirovsky, Ígor N. Sujij, Rosemund Bartlett, Natalia Ginzburg, Janet Malcolm y Jesús García Gabaldón), son una muestra parcial (mínima, en realidad, muy pequeña), del inabarcable volumen de biografías, ensayos biográficos y estudios sobre etapas o temas específicos de la vida de Chéjov que se han producido en distintas lenguas, especialmente en inglés, alemán, ruso y georgiano.
IV. Aunque las 700 páginas de la biografía de Donald Rayfield (autor de un libro imprescindible, Stalin y los verdugos, en el que es posible encontrar pistas significativas sobre las lógicas que unen a esbirros y torturadores con el poder, en cualquier parte y época), parecen dar buena cuenta del recorrido vital del escritor, las demás obras que comentó aquí, por buenas y distintas razones, podrían interesar al lector.
V. Vida de Chéjov, de Iréne Némirovsky, además de biografía pionera, tiene el encanto de la prosa elocuente y de haber tenido acceso a fuentes próximas al escritor.
Chéjov en vida. Una biografía en documentos, de Ígor Sujij, ofrece esta peculiaridad: es una recopilación ordenada en 50 categorías. Sujij no agrega ni una línea. Escoge fragmentos de cartas, obras, documentos, artículos y otros misceláneos, y los distribuye: Fobias, Escuela, Familia, Humor, Viajes, Bunin, Enfermedad, y así.
La de Rosemund Bartlett, Chéjov. Escenas de una vida, es un libro inteligente y vivaz: sigue e inscribe a Chéjov en los espacios: recorre las casas en las que habitó, las ciudades en las que vivió, los lugares a los que viajó. Biografía generosa y de ricos detalles.
Leyendo a Chéjov: tiene el brillante sello de Janet Malcolm. Se detiene en unos pocos relatos y en unos pocos lugares y, con esos pocos insumos, construye un tapiz, fascinante y desmitificador a un mismo tiempo, del escritor.
De Antón Chéjov. Vida a través de las letras, de Natalia Ginzburg, cabe señalar: su virtud consiste en la brevedad; es como un reportaje biográfico, rápido paneo sobre los hitos chejovianos, pero sin abrir la puerta o entrar en ninguno de ellos.
Por último, página 9, escogí algunas piezas del muy apreciable Sobre literatura y vida, antología de cartas o fragmentos de cartas, opiniones y pensamientos de Chéjov, realizada por Jesús García Gabaldón. Piezas breves que hablan de la visión que Chéjov tenía del hecho literario.
VI. Con estas nueve páginas chejovianas, cierra el Papel Literario su desempeño del 2024. El 12 de enero estaremos de regreso. Si las cosas marchan bien, seguiremos haciendo nuestro trabajo, mientras ofreceremos algunas novedades.
VII. Días duros. El jueves 12 falleció Violeta Rojo, ensayista, crítica literaria, biógrafa, editora y reputada estudiosa de la minificción. Amiga, interlocutora, muchas veces colaboró con el Papel Literario, con ensayos, selección de textos e ideas. También ese día falleció la periodista Mara Comerlati, figura de referencia en el periodismo cultural venezolano, quien por años se desempeñó en la sección de Arte y Cultura de El Nacional. Comerlati era además, la viuda del pintor y caricaturista, Pedro León Zapata.
VIII. Junto al PDF, hoy envío la página correspondiente a nuestros agradecimientos del 2024.
IX. Toca descansar y preparar el ánimo para los tiempos que vienen. Hay mucho trabajo por hacer. Con la mano tendida y la necesaria disposición hacia las diferencias.
Mis mejores deseos para todos.
Los mejores: Para cada quien y para el país que amamos.
Nelson Rivera.