La zona fronteriza se ha enfrentado a diversos desafíos económicos luego de su reapertura, tratando de retomar la actividad comercial de la que gozaba anteriormente. Según expertos se ha evidenciado una recuperación del intercambio comercial que seguirá en aumento para el 2025, aunque para el primer trimestre el panorama económico será complicado por diversas razones.
Para el analista Carlos Casanova, las perspectivas económicas para el próximo año no son tan alentadoras como se esperaba. Explica que el inicio de 2025 va a ser difícil, debido a que la reactivación económica necesita un plan, una propuesta y no hay una política concreta frente a los grandes problemas de la nación.
Por ejemplo, Ureña ha sido tradicionalmente una zona donde se ha visto fortalecida la pequeña y mediana empresa, pero ahora apreciamos un desierto industrial en razón de que no existen políticas que favorezcan la reactivación, si no hay políticas de reactivación quiere decir que tampoco se han definido políticas de empleo, porque el empleo necesita una inversión y si no hay inversión, no hay empleo.
El Expresidente de Fedecámaras Táchira y de la Cámara de comercio de San Antonio del Táchira, José Rozo, señala que las perspectivas económicas para la frontera tachirense, son inciertas. Como lo he afirmado anteriormente, el problema no es económico, es político y mientras no haya un cambio de gobierno, seguiremos pedaleando en una bicicleta estática, además de la incertidumbre nacional, el gobierno del presidente colombiano, no ha reconocido a Nicolás Maduro como presidente electo, actitud que pone en vilo las relaciones entre los dos países, afectando la dependencia comercial que tienen los municipios tachirense fronterizos.
Comercio binacional
Desde la reactivación formal de la frontera se apostaba porque el comercio binacional tuviera un impulso significativo que beneficiara la economía local y aunque aún falta camino por recorrer el economista Aldo Contreras, afirma que en términos económicos el intercambio comercial en la frontera se ha recuperado con respecto al 2023, incluso ha duplicado la cifra.
El intercambio comercial seguirá en aumento, aunque hay que esperar la resolución de una cantidad de situaciones, como la llegada de Donald Trump al poder y la posición de Colombia sobre las importaciones que pudiera realizar Venezuela, porque esto traería nuevos escenarios, pero en término generales las relaciones económicas han estado fortaleciéndose de algún modo con respecto a los últimos 7 años.
Por su parte el analista de frontera William Gómez recalca que las proyecciones económicas en frontera tanto para el comercio, la industria y población son de incertidumbre y expectativas en cuanto a cómo se desarrolle la situación política del país.
En datos económicos para el 2025, tanto a corto como a mediano plazo vamos a seguir anclados al peso colombiano con un 95% de transacciones en esta moneda, a diferencia del Táchira en general donde bajo la utilización del peso de 80% a 53 % aumentando las operaciones en Bolívares en el comercio local; en los municipios fronterizos la realidad es otra debido a la cercanía con Colombia.
Gómez indica que en cuanto al comercio binacional viene con un crecimiento desde el 2022 y casi al cierre del 2024 se registró un 48% de aumento comparado con el 2023. Aunque ha aumentado la cantidad de operaciones por Táchira y Norte de Santander en el 2024, se mantiene con mayor porcentaje de intercambio por Paraguachón y Maicao, pero el gremio aduanero y logístico proyecta a mediano plazo de 2025 igualar o superar estas operaciones aduaneras con Colombia.
Joycel Arellano – La Prensa Táchira