Habita en todo tipo de entorno abierto o semiabierto, desde bosques hasta tierras de cultivo y desiertos, siempre que encuentre la presa adecuada y lugares elevados para posarse.
Esta ave presenta dimorfismo sexual. Los machos, algo usual en rapaces diurnas, son de menor tamaño y presentan colores diferentes en sus plumajes. La hembra tiene las cobertoras del ala y la cola de un tono rojizo con barras de negro.
Se diferencia de otros halcones por su tamaño y por carecer del capuchón oscuro en la corona y del chaleco frontal estriado.
Frecuentemente es observado solitario o en parejas. No forma grupos sociales, aunque puede agruparse durante la migración.
Durante la temporada de reproducción, se limita a los hábitats que también le ofrecen lugares adecuados para nidificar.
No construye su propio nido. Deposita sus huevos en cavidades de árboles o nidos abandonados de otras especies de aves. Frecuentemente utiliza huecos creados por pájaros carpinteros, tanto en árboles como en termiteros.
Su vuelo es directo, caza rápido, hábilmente y atrapa los insectos al vuelo. Ocasionalmente ataca a sus presas desde una posición estática que mantiene volando. A esto se le conoce como cernirse, de allí se origina su nombre común en español, cerlicano.
Este pequeño halcón es un guerrero, y defiende con gran gallardía la zona donde se instala, incluso ha habido avistamientos en los que bandadas de primitos han expulsado de sus territorios a águilas, gavilanes y, en zonas más al sur del continente, a Tiuques.
Omar David Suárez – El Impulso
