Cuando el presidente Nicolás Maduro convocó en el 2017, elecciones para una asamblea constituyentes, sabiamente estableció un lugar para representantes de las organizaciones sociales: trabajadores, pescaderos, campesinos, estudiantes, empresarios y otras instituciones de lo que podría convertirse en un lado visible -legislativo- del poder popular.
Desde entonces, y sin entrar a analizar lo actuado por esa Asamblea Nacional Constituyente, la Coordinadora Nacional ConChávez, asumió la importancia de reconocer y darle participación directa al poder popular, a través de este Poder Legislativo compuesto.
Establecer dos cámaras legislativas, una de representantes de las organizaciones y sectores populares y otra de las organizaciones políticas.
Con la idea de la consolidación del socialismo y el desarrollo del poder popular se redactaron varios artículos para una nueva Constitución Nacional, donde, entre otras cuestiones, se le diera acceso al Poder Legislativo a las distintas organizaciones comunales.
Hace ya bastante tiempo, el documento fue entregado a la Asamblea Constituyente, proponiendo cambiar algunos artículos, redactar otros nuevos, a fin de consolidar constitucional mente el socialismo y el poder popular.
En aquellos momentos, afirmó el doctor Marcos Viloria, vocero de ConChávez, nos impactó la coincidencia con el constitucionalista y constituyente, Hermann Escarrá, quien incluso sin haber conversado con él, sobre el tema, coincidiéramos; razón por la cual optimistamente creímos ver al pueblo empoderado.
Pero, por razones desconocidas por nuestro colectivo y el común de la gente la reforma constitucional, quedó engavetada y las posibilidades de construir una cámara exclusiva de los representantes de las organizaciones y sectores sociales y la reforma global de la constitución, quedó cuan menos, postergada.
Ahora vamos a una elecciones, con un aumento del número de parlamentarios –más del 60 %- , pero en el sistema unicameral, y el poder popular, incluso como lo había concebido el presidente Maduro quedó fuera.
Este hecho no nos amilana, sino nos llama a combatir más, a apoyar a los candidatos revolucionarios, pero también a dar un aldabonazo a la Asamblea Nacional Constituyente para que se aboquen al tema de la nueva constitución, el parlamento bicameral, y así en las siguientes elecciones o mediante alguna figura legal inmediata, se pueda realizar esta justa y necesaria aspiración.