La historia narra infinidad de derrotas de generales que, equivocadamente, pensaron que no tenían que realizar alianzas, ya que tenían suficientes recursos para vencer. Tal es el caso de Napoleón, quien desafió a las fuerzas de Inglaterra, Rusia, Suecia, Prusia, Austria y España, que lo vencieron en Waterloo. Por el contrario, Hernán Cortés pudo tomar Technotitlán porque se asoció con varios pueblos que no aceptaban el yugo de Montezuma. Otros, como Aníbal el cartaginés, creen equivocadamente que por haber ganadotriunfado en varias batallas tenían ganada la guerra. Las alianzas son necesarias y es mortal descansar en Capua. Para vencer se requiere sumar y no descansar.
Ante la proximidad de un evento importante que puede desembocar en una solución positiva para Venezuela, es de vital importancia que los demócratas nos mantengamos alejados de los extremos. Otras veces nos hemos desbocado pecando de optimistas al creer que el mandado estaba hecho. Hoy, más que nunca, la oposición debe ofrecer un solo frente. Lograr que se levanten las ilegales inhabilitaciones y que haya una elección presidencial libre es tarea de todos. Insistir que hay una oposición verdadera supuestamente mayoritaria y otra que es complaciente e incluso colaboracionista con el régimen, es una insensatez. No podemos meter en un mismo saco a Brito, Parra y Timoteo, que son aliados del régimen, con otros con los que podemos tener diferencias, pero que han evidenciado que su objetivo es salir del régimen.
La comunidad internacional está consciente de que Venezuela requiere que se realicen elecciones libres. Para ello ha convocado reuniones entre el régimen y la oposición. Es lógico que para que puedan avanzar es conveniente que en las mismas participen presidentes como Petro, Lula y Fernández que evidencian simpatías por Maduro, pero que saben que el problema de los refugiados venezolanos que los afecta no se podrá resolver sin un cambio de gobierno. Quizá, ellos puedan influir más que otros a quienes el régimen percibe como enemigos.
En estas reuniones, la delegación de la oposición ha estado encabezada, acertadamente, por Gerardo Blyde. Sin embargo, algunos de los nuestros la descalifican porque “no nos representa ”, alegando que no cuenta con el apoyo mayoritario de la nueva oposición conformada por los seguidores de María Corina Machado, quien contra viento y marea, por tenaz y valiente, encabeza las encuestas. Sin embargo, también hay que tomar en cuenta que hay un elevado porcentaje de ciudadanos que todavía no se identifica con ningún candidato.
Tenemos un enemigo común al que hay que ofrecer un solo frente. Todos los partidos han expresado que el objetivo de cualquier negociación es lograr que el régimen acepte realizar elecciones libres. Entonces, ¿qué sentido tiene hacer quedar mal a Gerardo Blyde ante los gobiernos que tratan de interceder? ¿Cómo se selecciona a alguien que sí represente a esa parte de la oposición que percibe que es mayoría? ¿Pueden decirnos qué es lo que quieren corregir?
Algunos han dicho que hay que cambiar a los negociadores porque no han conseguido el objetivo. Cabe preguntar si alguien ha logrado doblegar al régimen. ¿Acaso lo logramos con el paro cívico, con las abstenciones, votando, convocando movimientos como La Salida o invocando la ayuda internacional bajo el tratado de Responsabilidad de Proteger? No es cierto que hemos fracasado por falta de estrategias, ni de iniciativas. No hemos tenido éxito porque enfrentamos un régimen sin escrúpulo, que apela a todo tipo medidas inconstitucionales, a las violaciones a los derechos humanos y que cuenta con apoyo de los militares, del sistema judicial y de gobiernos dictatoriales o autocráticos.
Recordemos que el 12 de abril 2002, Hugo Chávez regresó al poder porque, entre otros errores, pecamos de triunfalistas y descartamos contar con apoyo político que neutralizara al grupo de militares que lo regresaron a Miraflores.
Tenemos una nueva oportunidad. La calle volvió a despertar, tenemos una Primaria que debe dejar claro cuál es la dirigencia que tiene mayor apoyo de los ciudadanos. Tenemos que presionar para que se levanten las medidas ilegales que quieren impedir que algunos de nuestros candidatos ejerzan su derecho a competir. Como sabemos eso no será fácil. Por eso, es imprescindible que hagamos un frente común. Por otra parte, ganar la elección presidencial implica grandes movilizaciones y contar con testigos en todas las Mesas, lo cual obliga a dejar las descalificaciones y la prepotencia. ¡Cuidado con desbocarnos!
Como (había) en botica: Mañana 26 de julio, se cumplen 70 años de la creación del Movimiento iniciado por Fidel Castro para combatir la dictadura de Fulgencio Batista. Surgió para construir una mejor Cuba, pero solo sirvió para empobrecerla y para promover violencia en varios países, entre ellos el nuestro. Muchos venezolanos fuimos a Costa Rica a estudiar agronomía y regresamos a trabajar a Venezuela. En los últimos años un grupo numeroso regresó a ese bello y democrático país por causa de la dictadura de Chávez y Maduro. Uno de sus integrantes fue nuestro amigo y colega Nelson Cedeño, quien se ocupó de unirlos e integrarlos a la sociedad tica. Hoy lamentamos su fallecimiento. Así mismo, la partida de Jesús A. Semoco M., compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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