En el Táchira el bolívar no tiene dolientes ante el peso colombiano

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Antonio García es funcionario público. Trabaja en el Concejo Municipal Bolívar de la jurisdicción fronteriza del Táchira. Cada vez que le depositan su sueldo o un bono, piensa en el proceso que va a realizar, pues debe cambiar ese dinero en pesos para poder cubrir parte de los gastos de su hogar.

García cree que hace falta un equilibrio para que haya un valor más justo al momento de la transacción en pesos colombianos.

Cuando llega un bono, los cambistas ponen el bolívar por el piso”, asegura García, al tiempo que lamenta que la moneda nacional no tenga dolientes. En el eje San Antonio del Táchira – Ureña circula es el peso colombiano.

Hoy, por ejemplo, el bolívar está a 11,2 peos, que no es nada. Si estaba llevando dos harinas a la casa, ahora solo compro una. Es increíble cómo nos depreciamos sin que nadie haga algo”, subrayó con un tono que devela su inmensa preocupación.

De acuerdo con el ciudadano, el gobernador Freddy Bernal prometió la reactivación de las casas de cambio y aún no se ha visto nada. “Vamos a colocarnos los pantalones en el puesto, luchemos por nuestro bolívar para que no lo pisoteen tanto”, instó.

El funcionario de frontera no entiende el porqué la indiferencia ante un grupo de trabajadores que da todo por el país, pero no “recibe una repuesta oportuna del Gobierno nacional, con sueldos dignos y un cambio digno en frontera”.

Para el trabajador de la Cámara Municipal, urge un equilibrio entre el bolívar y el peso. “La última vez me dieron 124 mil pesos. Con eso no cubro las necesidades básicas de la casa”, acotó para luego recordar que en las próximas semanas viene un fuerte dolor de cabeza: “¿Cómo cumplir con los útiles y uniformes de nuestros hijos?

El rebusque

En la mañana, antes de entrar al Concejo Municipal, ubicado en el Centro Cívico de San Antonio, deja armado dos toldos cerca del Cementerio Municipal: uno para la venta de verduras y otro para la venta de frutas.

Los dueños me reconocen unos pesitos a la semana. Con eso puedo llevar otras cositas a la casa, pero no es suficiente, detalló quien, en las tardes, luego de su jornada institucional, se acerca a ayudar a vender las verduras y las frutas.

Antonio García estima que para diciembre el valor del bolívar llegue a 5, cotización que se convertiría en otro duro golpe para su bolsillo de los funcionarios. “Es muy complejo continuar así”, remarcó.

La Nación del Táchira

 

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