Pedro Morales: Raíces de la maldición del petróleo y el viernes negro

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Abraham, quien originalmente se llamaba Abram, era nativo de Ur en Mesopotamia. Según el relato bíblico, Dios lo llamó a dejar su pueblo y viajar a la “tierra prometida”, donde se convertiría en el fundador de una nueva nación. Abraham obedeció el llamado sin cuestionarlo y, a los 75 años de edad, partió con su esposa estéril, Sarai, más tarde llamada Sara, su sobrino Lot y otros compañeros a la tierra de Canaán. “En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates” (Génesis 15:18)

Digresión 1:

Según el libro del Apocalipsis de la Biblia, el río Éufrates se seca como parte de una catástrofe natural que abre el camino para que los reyes del este entren en escena. En el capítulo 16, versículo 12, se lee: “El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y sus aguas se secaron para preparar el camino de los reyes del este”. Este versículo es uno de los más enigmáticos y polémicos de todo el libro. Su sequía, según la Biblia, es una señal del fin de los tiempos, donde los “reyes del este” son considerados como una horda de naciones que se reunirán en Israel para la batalla final por el “orden de la tierra”.

Canaán se encuentra en el Oriente Próximo, entre el mar Mediterráneo y el río Jordán. En la época actual, guarda relación con Israel, Palestina (la Franja de Gaza y Cisjordania), la zona occidental de Jordania y algunos puntos de Siria y Líbano. El término “Canaán” aparece en varios textos antiguos, incluyendo la Biblia, y se refiere a diferentes áreas geográficas dependiendo del contexto. En la Biblia, “Canaán” se refiere a la tierra prometida a los hebreos por Dios, que se extiende desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo. Los habitantes originales de Canaán eran los cananeos, un pueblo semítico que habitaba la región antes de la llegada de los hebreos.

Siguiendo con Abraham, es uno de los patriarcas y profetas más importantes para el judaísmo, cristianismo e islam, conocidas como “religiones abrahámicas” en su honor. Era el elegido de Dios para preparar o guiar a su pueblo para la llegada del esperado mesías.

Ismael e Isaac fueron los hijos del profeta Abraham. La vida de ellos es  una historia bíblica y religiosa que ha sido utilizada como una metáfora para explicar la relación entre judíos y árabes. Por ejemplo, los musulmanes creen que Muhammad (fundador del Islam) es un descendiente de Ismael y se considera que es el último profeta de Dios. Ismael es identificado como el padre de los árabes, y en tradición judeocristiana, Isaac es considerado el hijo de la promesa, antepasado de los judíos y en línea directa con la Santísima Virgen María y Nuestro Señor Jesucristo. La historia de Ismael e Isaac se encuentra en la Biblia hebrea y en el Antiguo Testamento de la Biblia cristiana, así como en el Corán.

Por otra parte, los filisteos fueron un pueblo que habitó en la región costera de Canaán desde el siglo XII a.C. hasta su desaparición en 604 a.C. Los filisteos eran un pueblo agresivo y belicoso que ocupó una parte del suroeste de Palestina entre el mar Mediterráneo y el río Jordán. El nombre “filisteo” proviene de la palabra hebrea filisteo, y la traducción griega del nombre “palaistine” nos da el nombre moderno “Palestina”.

Los hebreos, se establecieron en Canaán y se consolidaron como sociedad, pasando a llamarse israelitas. Los filisteos y los hebreos tuvieron conflictos a lo largo de la historia, y estos dos pueblos se odiaban entre sí. La Biblia hebrea menciona la derrota de Goliat, el poderoso guerrero filisteo, a manos de David, un episodio que marcó la historia de los hebreos. Los israelitas tuvieron que reconstruirse como pueblo después de la destrucción del primer Templo en Jerusalén por los babilonios en el año 586 a.C. Los persas permitieron la reconstrucción del antiguo reino israelita del sur, que a partir de ese momento pasó a ser llamado Judea. De tal forma, a su población se le empezó a llamar “judíos”.

Partiendo de estas raíces se puede aseverar que el conflicto entre judíos y árabes es un tema complejo y multifacético que ha evolucionado a lo largo del tiempo. La confrontación ha sido nutrida por cuestiones religiosas, culturales, políticas y territoriales, y ha incluido enfrentamientos militares, ataques terroristas, represalias y negociaciones de paz fallidas. Al respecto tómese en consideración los siguientes ítems:

En 1917, el fin del Imperio otomano puso fin a 13 siglos de dominio musulmán sobre Palestina. Después de la Primera Guerra Mundial, el mandato británico se hizo cargo de la administración del territorio de Palestina. Durante el régimen británico, el retorno de los judíos a su tierra ancestral tomó un gran impulso, en lo particular promovido por el movimiento sionista. Al respecto valga recalcar que si en 1922 habían 84.000 judíos en Palestina, en 1931 eran ya 175.000, es decir el 20 por ciento de la población.

En 1947, la ONU aprobó un plan de partición que dividía Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe, con Jerusalén como ciudad internacional. Los judíos aceptaron el plan, pero los árabes lo rechazaron y comenzó una guerra civil. El 14 de mayo de 1948, Israel declaró su independencia y los países árabes vecinos invadieron el territorio. Tras la guerra, Israel controló más territorio del que se le había asignado en el plan de partición, y cientos de miles de palestinos huyeron o fueron expulsados de sus hogares.

En 1956, Israel invadió la península del Sinaí tras el cierre del Canal de Suez decretado por Egipto. Tal enfrentamiento bélico tuvo muy pocas semanas de duración, sin embargo al finalizar, Israel consolidó su hegemonía en los territorios ocupados de Palestina, logró conquistar la península del Sinaí y se apoderó completamente de Jerusalén ((incluyendo la Ciudad Vieja, hasta entonces en poder de Jordania) y los Altos del Golán, al sur de Siria.

En 1967, Israel y los países árabes vecinos se enfrentaron en la Guerra de los Seis Días. Israel arrebató la península del Sinaí y la Franja de Gaza a Egipto; Jerusalén este y Cisjordania, a Jordania; los Altos del Golán, a Siria.

Desde entonces ha habido varios conflictos armados entre Israel y los países árabes, así como entre Israel y los palestinos.  El conflicto ha llevado a la construcción de asentamientos israelíes en territorios palestinos ocupados, lo que ha sido objeto de controversia y ha sido condenado por la comunidad internacional.

En 1973, la Guerra de Yom Kippur (“Día de la Expiación”) comenzó cuando las fuerzas de Egipto y Siria lanzaron un ataque sorpresa contra Israel en el día más sagrado del calendario judío, Yom Kippur. La guerra tuvo implicaciones de gran alcance incluso mundial y fue un momento decisivo en la historia de Oriente Medio.

Digresión 2:

Efectivamente, este hecho generó una crisis energética en el año 1973, la cual propició el “Primer Shock Petrolero”, donde el precio del barril del petróleo pasó de 2 a 12, hasta los 32 US$. Esto impactó singularmente a Venezuela en lo que refiere principalmente a su principal fuente de ingresos, activándose en tal sentido la “maldición del petróleo” por negarse a la posibilidad de “sembrar el petróleo” e iniciando el principio de un camino no deseado a través del “viernes negro”. ´Nota: En complemento a lo aquí formulado, se invita a presenciar este próximo domingo  22-10-2023 a una nueva entrega del programa televisivo “Salve María Auxiliadora, economía de la salvación y la felicidad verdadera”.  Canal 21 (Táchira-Venezuela) en el horario de las 9:00 a.m., 3:00 p.m. y 8:00 p.m.,  al igual que:   a) Canal 21 Táchira

Digresión 3:

Existe una relación geopolítica y geoeconómica entre Estados Unidos de América y Venezuela. Sin duda se puede aseverar que los EE.UU. dependen de su seguridad del surtido del petróleo por parte de Venezuela. Igualmente, de acuerdo a la “Doctrina Monroe”, claramente se entiende que por ningún motivo se permitirá que algún país vecino pueda funcionar con intereses contrarios a ellos. Las sanciones económicas sobre Venezuela lo explican, por lo que no se crea de manera ingenua, que la “flexibilización” en las sanciones es pensando a favor de la población vulnerable de Venezuela.

Finalmente para completar la perspectiva se expone lo siguiente:

1)  Menos de 7 mil judíos habitaban en Palestina a inicios del siglo XIX, eso se debía en gran medida a que a lo largo de la historia, las conquistas árabes, persas, romanas, etc. obligaron a casi a la totalidad de los judíos a huir de este territorio, de su hogar, comenzando un largo periodo de exilio hebreo conocido como diáspora. En ocasiones y por diferentes motivos se desataron persecuciones a los judíos instalados en otros países lo que generaron expulsiones y matanzas colectivas, basta con recordar la Segunda Guerra Mundial.

2) Ciertamente en el siglo citado anteriormente, menos de 7000 judíos vivían en Palestina, pero benefactores judíos ricos que vivían en otras partes del mundo como el aristócrata francés Edmond de Rothschild, empezaron a comprar tierras en Palestina a los otomanos (a principios del siglo XIX). Así que estos acaudalados judíos europeos patrocinaron a otros judíos en el resto del mundo para volver a estas tierras y establecer allí asentamientos judíos.

3) La Franja de Gaza, antiguo territorio del Imperio otomano, es considerada por los palestinos como “la mayor cárcel al aire libre” del mundo debido al bloqueo económico y comercial por parte de Israel y Egipto, que ha provocado una crisis humanitaria en la zona. El cierre de la única central eléctrica de Gaza ha empeorado la situación humanitaria ya acuciante para más de 2,2 millones de personas atrapadas en su territorio.

 ¡Al final el Inmaculado Corazón de la Virgen María triunfará!

Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 a 2023.      Pedro Morales. Postulante a Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET) pedromoralesrodriguez@gmail.com  @tipsaldia. WhatsApp: +584168735028

 

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