Con el resultado de la Primaria del 22 de octubre, el antes denominado G4, ha quedado muy reducido, por no decir destruido, aunque ¨en política no hay muertos¨.
Al menos ya hay un sector opositor con una decisión acerca de su candidata, aunque inhabilitada como se sabe. Ahora faltan los otros sectores opositores, pero la unidad es una necesidad, como hemos citado muchas veces.
Con gran valentía, y de manera oportuna, el sociólogo venezolano Dr. Carlos Raúl Hernández, ha hecho un planteamiento que si hubiera inteligencia para manejarse con equidistancia de los radicalismos, tendría amplio sentido, y en mi modesta posición respaldo ampliamente.
Ha dicho que Ma. Corina Machado palabras más, palabras menos, debe tomar la iniciativa de invitar a un nuevo pacto social y político, para lo cual, hay que hablar indefectiblemente con el gobierno del Presidente Maduro, y con ello destrabar la crisis política existente, cuyos efectos son absolutamente dramáticos en lo económico y social.
El gobierno debe vencer a los extremistas dentro de sus filas, y avanzar en un plan de recuperación económica que necesita con desesperación inversión económica y financiera. Eso pudiera venir con el alivio de las sanciones internacionales contra Venezuela, y de alguna manera está contenido en los acuerdos de Barbados, pero la estupidez de quien indujo la sentencia ridícula del TSJ ¨dejando sin efectos la Primaria¨ realizada el 22 de octubre, puede herir gravemente lo pactado, especialmente si los radicales de lado y lado, siguen promoviendo como solución más sanciones.
Avanzar de manera significativa en un plan de alivio económico y recuperación no solo de los servicios esenciales, sino del empleo y el salario, es urgente para combatir la pobreza material que hoy hace estragos en el conjunto de la población.
María Corina tiene todo el derecho a luchar por sus derechos, y le conviene que haya estabilidad, incluso si no logra ser candidata en 2024, paradójicamente. El país está destruido económicamente por culpa de 24 años de gobiernos ininterrumpidos de Chávez y Maduro, pero ese daño no se frena insultando al gobierno, sino cambiando la manera de hacer política.
En el caso de que no pueda alcanzar su habilitación para ser candidata, le sobra juventud para nuevas oportunidades, pero la recuperación del país es más importante, y eso es posible solo con acuerdos.
Para empezar debe alejarse del extremismo de algunos de sus socios que la quieren empujar hacia la pelea y las amenazas contra el gobierno, terreno en el que es imposible ganar, simplemente porque no tiene como lograrlo.
Hay que prepararse para ver los próximos eventos dentro del contexto geopolítico. Maduro necesita con urgencia recursos económicos y financieros, y Estados Unidos, el petróleo cercano y barato que no puede conseguir en otras latitudes. El gobierno americano no puede recurrir –según los expertos- al uso de sus reservas estratégicas, y no puede comprarlo a Rusia por haberla sancionado con motivo de la invasión a Ucrania, por lo cual, Venezuela está en la mira de sus negocios.
Maduro tratará de conseguir todos los recursos que necesita a través de la venta de hidrocarburos, y además intentará zafarse de ¨recompensas¨ por su cabeza, y juicios internacionales. Más sanciones contra el país solo destruyen al ciudadano de a pie. Maduro puede resistir como antes ya hizo aferrado al poder.
Otro capítulo interesante es la guerra entre el Estado de Israel (socio de EEUU) y los grupos terroristas de Hamas, y Hezbollah, financiados por Irán y eventualmente por Rusia (socios del gobierno), lo cual, obliga a Maduro a mantenerse distante del conflicto si pretende sacar provecho económico de los acuerdos.
También hay que pensar en conjunto como atender el asunto de la disputa por El Esequibo.
Un nuevo pacto se hace necesario, y gane quien gane en 2024, es impostergable la reinstitucionalización del país, y la superación de la crisis social y económica.
El mundo no se acaba mañana, y el consenso programático y de candidatura es una alternativa unitaria. Hay que impedir que el gobierno se deslice hacia el esquema de Nicaragua.
@romanibarra
