Rocío Márquez: Los bulos ¿la sociedad de la des-información?

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Una de las mayores ventajas que tiene la sociedad contemporánea es el acceso a gran cantidad de información. Aunque eso nos conduce también al mayor de los peligros que enfrenta: la desinformación.

Recuerdo que una de mis profesoras de periodismo siempre insistía durante las clases: “A menor información, mayor desinformación; y a mayor información, mayor desinformación”.

Aunque resulte paradójico, es cierto. Y pese a que los bulos y la desinformación han existido siempre, la abundancia de información a la que estamos sometidos hoy en día genera mayor desinformación y mayor incertidumbre.

Los bulos: ¿Qué son?

Conocidos también como fake-news o noticias falsas, los bulos son “información falsa, creada a propósito y de tal manera que sea percibida como verdadera” (Bancosantander.es, s.f.). El objetivo es que sea “divulgada masivamente a través de medios de comunicación escritos, audiovisuales y digitales (…), así como por redes sociales, correo electrónico o mensajería instantánea” (Loc. Cit).

Hay quienes opinan que los bulos no pueden llamarse noticias falsas, ya que la definición de noticia implica, por sí misma, veracidad. Pero esta es una discusión para otro momento. Lo importante es que sepamos que, además de que son percibidos por los usuarios como ciertos, los bulos poseen una gran capacidad de propagación. Por ello, debemos tener cuidado al recibir y compartir información, sobre todo a través de redes sociales.

¿Qué hay detrás de la difusión de los bulos?

Podemos pensar que se trata de una irresponsabilidad o una acción inconsciente. Pero, en general, detrás de la información falsa o errónea se esconden diferentes motivos o intereses.

Puede ser incitar al público a actuar de una determinada manera, perjudicar a terceras personas u organismos; engañar, y hasta generar incertidumbre, confusión o miedo.

¿Por qué los bulos se propagan tan rápido?

Los bulos realmente pueden desestabilizar a un individuo, o al entorno en el cual se extienden, porque poseen una característica que les permite propagarse rápidamente: su verosimilitud.

Es decir, ese grado de credibilidad que tienen para las personas y que hacen que se viralicen.

¿Cuándo son más perjudiciales los bulos?

La información falsa se ha convertido en una verdadera epidemia. Por ello, durante la pandemia por Covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre la infodemia. O lo que es lo mismo, la difusión de información falsa que aumentaba el pánico entre la población.

Y es que, realmente, los bulos pueden hacer daño en cualquier momento o entorno. Sin embargo, en ambientes donde hay preocupaciones de la sociedad, cambios importantes, procesos electorales cercanos, los bulos pueden ser más perjudiciales. La información errónea o falsa puede afectar el estado de ánimo de las personas hasta crear pánico o histeria colectiva.

Pero, además, la información falsa deja al público sin saber qué es verdad y qué es mentira; y lo somete a vivir en medio de la incertidumbre cuando necesita tomar decisiones importantes.

¿Cómo combatir la información falsa?

Contrasta con varios medios las informaciones que consultes.

Busca información en medios con cierta reputación.

Consulta al autor.

Identifica si la información contextualiza el hecho, pues periodísticamente, las noticias suelen presentar un contexto. “En las fake news se omite o manipula para causar sensaciones y provocar determinadas emociones en los consumidores”.

“No te dejes llevar por las emociones”. Piensa dos veces antes de difundir una información.

La información falsa es un riesgo real

Quizá pueda parecer que la difusión de los bulos es inofensiva. Algunos dirán que solo se trata de información que va y viene por las redes sociales, o que se pasea por todo internet. Pero la información falsa representa un riesgo real. Es una verdadera amenaza a la libertad y la democracia, así como a la salud mental de las personas. Por ello, debemos tener cuidado al consumir y compartir contenidos. Sobre todo, en tiempos cruciales como los que vivimos ahora los venezolanos. Evita difundir bulos, verifica la información.

Doctora en Ciencias Humanas. Directora de la Escuela de Comunicación, ULA Táchira.

 

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