Alex Vallenilla: Más Washington y menos BRICS

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En el mundo se alinean diferentes factores para una tormenta económica, una recesión mundial está mostrando los dientes. Los efectos para Venezuela, en materia de ingresos petroleros, no tienen perspectivas muy positivas. Actualmente, el precio del petróleo (WTI), cotiza en 68 dólares, al momento de esta nota. El precio del crudo se ubica en un momento crucial, respetando hasta ahora el soporte en 67 dólares.

La estrategia de Washington dio resultado para los intereses de la Casa Blanca, en llegar a las elecciones presidenciales con un barril de petróleo por debajo de 90 dólares. Esto golpea los presupuestos de Rusia, de Arabia Saudita y limita las expectativas de nuevos ingresos a Venezuela, en el marco de los acuerdos con Miraflores para suministrar crudo a Estados Unidos.

La amenaza de recesión tiene fundamentos en la acción de la Reserva Federal en los últimos años. Esto se coordina con el Tesoro de Estados Unidos, que en combinación intervino para mantener a flote los bancos regionales que quebraron a principio de año y evitar un colapso financiero sistémico. Esto último es una de las razones por las que la FED no logra su meta de inflación de 2 % anual.

Sin embargo, para el próximo 18 de septiembre se espera el nuevo anuncio de las tasas de interés ligadas al dólar. Actualmente, la tasa está en 5,50 % y en el mercado de fondos monetarios, las apuestas son de 73 % a favor de un recorte de tasas de 25 puntos básicos, este martes 10 de septiembre. El mercado se debate en que, si el recorte es de 0,25 %, entonces será moderado y ya está descontado. Si el recorte es de 0,50 %, se podría interpretar como agresivo, que podría entenderse en que los mercados tendrían un impulso alcista. En la teoría.

Sin embargo, hay economistas que señalan que la FED está llegando tarde y que la recesión es inminente. La principal razón de esto es que los rendimientos de los bonos del Tesoro, a dos años, se ubican en 3,65 %. El razonamiento es que, si la FED hace incluso un recorte “agresivo” de 0,50 % y la tasa queda en 5 %, todavía está muy alta respecto a los rendimientos de los bonos y esto técnicamente sería mantener la política restrictiva. Esto último solamente beneficiaría al dólar y haría que los activos de riesgo como el petróleo sigan cayendo en sus precios.

Algunos analistas proyectan una recesión suave y en esto parece coincidir la OPEP. En su más reciente informe, el cártel estima una reducción de la demanda petrolera mundial en 2024 en 2,03 millones de barriles y una caída adicional de 1,74 millones de barriles para 2025. Esto indica que la recesión va más allá. Los problemas están en China, que está reduciendo su consumo, ya que sus exportaciones también se reducen debido al fortalecimiento del dólar, gracias a las altas tasas.

El precio del petróleo (WTI) se encuentra en una tendencia bajista desde junio de 2022, cuando se inició la política de incremento de tasas de interés en Estados Unidos. El precio cotiza fuertemente a la baja y está probando un soporte clave. Si el WTI pierde los 67 dólares, iría a probar los 62 dólares, y si pierde este soporte, entonces se hundiría a profundidades cercanas a los 44 dólares, por lo que la recesión no sería suave, sino fuerte.

La narrativa del presidente de la Fed, Jerome Powell, en su última intervención pública fue taxativa y clara. Dijo que ya era momento de comenzar los recortes de tasas, esto debió animar a los mercados, pero, al contrario, se registraron nuevas caídas, por lo que los operadores también están sumados al bando de que los recortes anunciados para impulsar a los mercados, previo a las elecciones, no serán suficientes.

En Venezuela puede haber un efecto mixto. Por una parte, una caída de precios del petróleo significa menos ingresos por esa vía y, en el marco de la deuda con China, a menos precios, se debe entregar más barriles. Esto último es letal, porque Venezuela apenas roza los 950 mil barriles diarios y la OPEP sugiere recortes. Sin embargo, por otra parte, un derrumbe de precios y que se consoliden a la baja, obliga a Estados Unidos a detener plataformas en el Pérmico, debido a los costos operativos. Esto último podría hacer que Chevron aumente su presencia, inversiones y bombeo en los campos venezolanos para compensar. Caracas tendría que mantener nexos más sólidos con Washington, que, con el resto de la OPEP, para que los ingresos de divisas se mantengan o no mermen demasiado y evadir nuevas devaluaciones fuertes. Esto es contrario a lo que se anuncia sobre el tema de los BRICS. Más, cuando en la distensión entre Estados Unidos y China, Venezuela es la válvula de escape energética para los norteamericanos, en el marco de la guerra entre Ucrania y Rusia, además de la crisis en el Medio Oriente.

@alexvallenilla

 

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