Presidentes de Latinoamérica se reunirán para ver el caso de Venezuela en la toma de posesión de Claudia Sheinbaum

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Durante la juramentación de Claudia Sheinbaum como presidenta de México, donde asisten líderes de todo el mundo, los presidentes de América Latina, liderizados por Lula y petro abordarán la situación de Venezuela.

Lula busca reanudar conversación con Venezuela para que vuelva la normalidad democrática

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró este lunes en México que es necesario reanudar una conversación con Venezuela para que vuelva a la normalidad democrática tras la crisis política desencadenada después de las elecciones presidenciales de julio.

Me interesa mucho que Venezuela vuelva a la normalidad democrática, es un país con el que tengo una buena relación, es un país que tiene una frontera de 1.600 kilómetros con Brasil (…) En otras palabras, necesitamos encontrar una manera de reanudar una conversación democrática, afirmó Lula en declaraciones a los periodistas en Ciudad de México.

Lula se encuentra en la capital mexicana para asistir este martes 1 de octubre a la toma de posesión de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, quien se convertirá en la primera presidenta en la historia del país mexicano.

Por eso estoy preocupado por Venezuela desde hace mucho tiempo, no sólo ahora. Porque mientras más paz tenga Venezuela, más paz tendrá Suramérica, porque queremos consagrar a Suramérica como una zona de paz, no queremos guerra, agregó.

Se prevé que el presidente brasileño se reúna esta tarde con el presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el Palacio Nacional, y en la noche asista a la cena ofrecida por Sheinbaum con el resto de invitados oficiales.

Lula seguirá intentando una mediación

Lula ha insistido en la posibilidad de continuar intentando una mediación conjunta de Brasil, Colombia y México para propiciar un diálogo entre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y la oposición después de las elecciones de julio, cuyos resultados oficiales dieron le dieron al mandatario la reelección.

Hasta ahora, las gestiones hechas por Brasil junto con Colombia y, en menor medida con México, han sido infructuosas para lograr ese objetivo.

Ninguno de los tres países ha reconocido el resultado anunciado por el organismo electoral y el Tribunal Supremo de Venezuela, que le atribuyó la victoria a Maduro y fue denunciado como fraudulento por la oposición, que postuló como candidato a Edmundo González Urrutia, ahora exiliado en España.

EFE

Estamos tratando de juntar un esfuerzo para darle una salida a Venezuela, dijo Gustavo Petro

La situación venezolana pasa por un periodo de hibernación después del shock que provocó la salida del país de Edmundo González, el opositor que con toda probabilidad le ganó las elecciones presidenciales a Nicolás Maduro, el actual presidente. Maduro, sin embargo, se ha negado a aceptar la derrota y ha impedido que el Consejo Nacional Electoral, el árbitro de los comicios, muestre los datos disgregados por todo el país. La ausencia de esta información, dos meses después del día de la votación, lleva a pensar a todo el mundo que el chavismo fue derrotado por la oposición, que lidera María Corina Machado. Maduro ya ha asegurado que se investirá presidente el 10 de enero, la fecha en la que debería llevarse a cabo la transición.

Gustavo Petro ha acudido a México para asistir este martes a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, que a principios de junio consiguió un resultado abrumador a su favor en las presidenciales mexicanas. Su antecesor y la persona que la eligió como su relevo, Andrés Manuel López Obrador, unió fuerzas con Petro y con Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente de Brasil, para conseguir que el chavismo mostrase las actas del CNE, es decir, el verdadero resultado. Y en caso de que hubiese ocurrido lo que parecía inevitable -la derrota del chavismo después de 25 años convulsos en el poder-, que Maduro y su círculo íntimo diese pie a una transición. Eso, al menos en el corto plazo, no va a ocurrir, pero Petro, al menos, no quiere dar el asunto por zanjado. Lopez Obrador es un amigo mío. Hemos sentido una gran conectividad, en pensamiento, obra, estilos. Obviamente, México y Colombia tienen diferencias y diversidades, estamos tratando de juntar el esfuerzo para tratar de dar una salida a Venezuela, de tipo político y pacífico, en ese esfuerzo estamos.

Los tres países -México, Brasil y México- jugaron un papel muy protagonista en los días posteriores al 28 de julio, el día de la votación. Al tratarse de países con presidentes de izquierdas que tienen hilo con Maduro -sin que eso signifique que validen el autoritarismo del chavismo- se pensó que podían sentar en la mesa a negociar al presidente de Venezuela con el ganador, Edmundo, y eso diese comienzo a una transición pacífica. Sin embargo, Maduro nunca respondió a las peticiones de estos presidentes y ni siquiera se llegó a presentar a una reunión virtual a la que lo habían convocado. Ahora, Petro se mantiene en la idea de que el Gobierno tiene que demostrar las actas y continuar un periodo de negociación que, por ahora, no ha dado resultados.

Precisamente, este lunes Machado, ha recibido el premio Václav Havel, con el que el Consejo de Europa premia cada año una acción excepcional de la sociedad civil en defensa de los derechos humanos en Europa y más allá. El galardón constituye una muestra más del rechazo internacional al régimen de Caracas tras los resultados proclamados por las autoridades del país. La mayor parte de la comunidad internacional se ha negado a reconocer la legitimidad de la victoria que se arroga Maduro. Machado es la primera latinoamericana en recibir este galardón, que ha recogido presencialmente su hija, Ana Corina Sosa. Conectada por videoconferencia desde Venezuela, la líder opositora ha agradecido un premio que ha dedicado a los millones de venezolanos que, cada día, encarnan los valores e ideas de [Václav] Havel y que están dispuestos a hacer sacrificios similares a los que tuvo que hacer el líder de la Revolución de Terciopelo —que llevó en 1989 a la caída del régimen comunista en la entonces todavía Checoslovaquia— para lograr nuestra propia libertad en Venezuela.

El País de España

 

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