Estos espacios comunitarios son importantes para el desarrollo del país, por lo que considero que se debe hace un esfuerzo para consolidarlos, pero no para un sector político sino para toda la sociedad. En forma ordenada en armonía con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), que diseña un sistema político participativo y una serie de herramientas para ello.
Digo esto porque al leer el proyecto de Ley de Ciudades Comunales aprobado en primera discusión, espero tener el correcto, porque si no pasaré pena con mis lectores, pero voy asumir el riesgo, elimina a la familia como centro de esa organización política, lo cual es un avance hacia la construcción de un esquema político-comunitario, como es este.
Sin embargo, siguen considerando que las CC son una forma de autogobierno, lo cual se desdice con la articulación de sus actuaciones a los Planes Nacionales de la Patria, del Sistema Nacional de Planificación y a los Poderes Públicos. Si es así no se autogobiernan.
El proyecto de ley si bien consolida un Estado Democrático y Social de Derecho y Justicia, lo hace para conformar una sociedad socialista. Entonces, si es un estado Democrático cada ciudadano tiene derecho a creer en el modelo de producción que considere. Así, puede, y tiene derecho a, ser capitalista o ecologista… no puede un Estado, que se dice democrático, colocarle una camisa de fuerza a la gente y una etiqueta de socialista, aunque sus valores lo sean. La pluralidad y la poliarquía son propias de democracia. Es allí donde choca la ciudadanía con el planteamiento oficialista de pensamiento único.
Es muy delicado lo que establece su artículo 12 del proyecto, ya que la CC es aprobada por mayoría simple en referéndum de los consejos comunales y comunas, con lo cual sería aprobada con la población oficialista controlada por el PSUV, que son los que están registrados. Todos los venezolanos hemos sufrido de una forma u otra la exclusión en ese espacio de Fundacomunal a unos no nos han registrado, otros aun habiendo ganado elecciones como voceros principales no los toman en cuenta… Ese espacio se ha reducido al sector oficialista, mayoritariamente. Entonces tendríamos que ir a un proceso de inscripción de Consejos Comunales sin distinción partidista o de pensamiento político.
En su empeño de consolidar a juro, y porque sí, el Estado Comunal el gobierno ha creado una institucionalidad paralela a la que establece la CRBV. Con ello, anarquía y arbitrariedad. Entonces, es necesario articular los espacios comunitarios, llámense como se llamen, a la Constitución. El gobierno debe sincerase para la sana discusión: ¿Quieren eliminar los municipios? o ¿Quiere crear un espacio para la comunidad? Porque si es lo segundo no debe vaciar de competencias a los municipios, como lo hace con este proyecto, sino más bien establecer los límites de acción con las Ciudades Comunales, Comunidad-Municipio en apoyo mutuo.
El gobierno debe entender que este tipo de esquema no puede constituirse con sus seguidores y con quienes se confoman, porque no hay más ¡Eso no puede ser así! Pero como lo han hecho así, tomando los números del Poder Popular, no llegan al 10% de Consejos Comunales y Comunas creado en el país. En muchas ciudades ni existen o existen sólo las oficialista. Un acto de asociación como este no puede responder a las exigencias de un líder o a la doctrina de un partido político sino a las necesidades, sueños… y cambios que han operado en la sociedad.
Cuál sería el planteamiento, a mí juicio, si queremos construir un estado Democrático y Social: tantos consejos comunales y comunas y ciudades comunales, asociaciones sociales, gremios, sindicatos…democráticos y plurales, que sean expresión real y sincera de la ciudadanía, donde todas las tendencias puedan expresarse, un espacio real para la convivencia.
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