Lo certificamos, Santa Ana de Coro con fuerte racionamiento de agua potable y calles inundadas de aguas negras corriendo libremente por algunas calles de nuestra ciudad patrimonial.
La comunidad coriana esta indefensa a merced de la caridad divina, ya que a pesar de que las autoridades de HIDROFALCON, el gobernador, el defensor del pueblo, los concejales y diputados regionales y nacionales están enterados y bien informados de tan grave problema de salud pública no mueven ni un dedo para darle solución.
La quebrada de Chávez, las calles y avenidas de las Urb; velitas, el Pantano, Cabudare, San José, Barrios Concordia, Zumurucuare, La cañada, etc. son casos bochornosos de lo que significa una gestión desvirtuada de sus propósitos de los responsables de resolver esta situación.
Una muestra representativa es la calle 2, de la urb: velita 4, parroquia San Antonio de Coro, Reclamo Nº 2690, esta populosa comunidad conformada por más de 500 familias y un Centro de educación inicial Simoncito, tienen casi un año respirando excrementos sólidos en fase gaseosa. El resultado en pleno desarrollo son niños inocentes con enfermedades en la piel y vecinos de la tercera edad con alergias respiratoria entre otras secuelas.
En la calle 2, de urb: Velita 4, La hediondez, las moscas, los zancudos, daños de la estructuras de las casas es alarmante, público y notorio. Ya es parte del paisaje las agua negras putrefactas y también es cotidiano la decepción de los vecinos con respecto a HIDROFALCON y demás autoridades.
Solo se le pide a HIDROFALCON, un poquito de sensibilidad humana. La comunidad de las velitas 4, tiene el derecho a vivir una vida sana, saludable y libre de olores nauseabundo causante de enfermedades con secuelas en el tiempo.
