El virus tuvo efectos notorios —casi todos tristes— y otros menos evidentes. Por ejemplo, nos…
Leila Guerriero
Leila Guerriero: El teléfono de Darnella Frazier
La escritora Clarice Lispector tenía una hermana, Tania. En una de las cartas que le escribió…
Leila Guerriero: El club de Larraín
Tengo problemas: hay muchas maneras de empezar esta columna en la que quiero hablar de…
Leila Guerriero: El terror real
¿De qué manera se puede equipar a un niño? Quiero decir: darle armas. Un progenitor…
Leila Guerriero: Retrocesos
Hace unos meses me pregunté qué había sucedido a lo largo de 2020 con los…
Leila Guerriero: Aquiles, tú que escuchas
Un día de 2019, Adriana Rodríguez, una mujer de 57 años, me habló de su…
Leila Guerriero: Una vida mejor que esta
La conocí en la Facultad de Letras. Tenía el pelo rubio, pesado y grave. Usaba…
Leila Guerriero: Error de paralaje
En fotografía se llama error de paralaje a la distorsión que se produce cuando la…
Leila Guerriero: Negro medio blanquito
Mi madre contaba que una vez mi padre había entrado a una tienda a comprar…
Leila Guerriero: El largo brazo del pasado
Supe de él hace cinco años, en julio de 2015. Me envió un correo en…
Leila Guerriero: Muertos de hambre
Me hacen falta muchas cosas pero no sé cuáles son. Desconecté, como un módulo desprendido…
Leila Guerriero: Palabras más, palabras menos
Marks & Spencer es una cadena británica de grandes almacenes. En junio, debido a la…
Leila Guerriero: Cría cuervos
Abordar, a remendar, a levantar ruedos, a tener paciencia, a cocinar, a hacer dulce de…
Leila Guerriero: El Dios salvaje
El camino de la indignación colectiva —qué la produce, por qué se enciende— es misterioso.…