Martin Muno archivos - Emisora Costa del Sol 93.1 FM

Fue una adquisición que se escenificó como un gran drama que duró unos seis meses, con espectaculares giros y demandas mutuas. Y todo ello ante una audiencia de 230 millones de personas que utilizan Twitter cada día. La disputa llegó a su punto más bajo cuando Musk respondió a un tuit del director general de Twitter, Parag Agrawal, con un emoticón de excrementos. Ahora Musk no sólo es el jefe del fabricante de coches eléctricos Tesla y de la empresa espacial SpaceX, sino también de una de las plataformas de medios sociales más importantes del mundo. La toma de posesión termina también como un espectáculo: con el despido de cuatro altos cargos; entre ellos, además del propio Agrawal, Vijaya Gadde, que se había hecho un nombre en la lucha contra el discurso del odio y la desinformación. Elon Musk siempre ha sido una piedra en el zapato de los esfuerzos de los jefes de Twitter para al menos medio civilizar el lugar. Se describió a sí mismo como un "absolutista de la libertad de expresión", y ahora como "Chief Twit" en su cuenta de Twitter. ¿Vuelve Donald Trump a Twitter? Musk incluso calificó de "moralmente incorrecto y simplemente estúpido" el bloqueo de la cuenta de Donald Trump, cuyos tuits consistían en gran parte en mentiras, desplantes y autocompasión, y prometió desbloquearla. Como recordatorio, Twitter suspendió la cuenta de Trump después de que iniciara el sangriento asalto al Capitolio por parte de una turba parcialmente armada. En el atentado murieron cinco personas, el vicepresidente Mike Pence y la política demócrata Nancy Pelosi se salvaron por poco de un linchamiento. No es de extrañar que la compra, ya realizada, sea recibida con júbilo por la vieja y la nueva derecha. La política alemana Beatrix von Storch, del partido populista de derecha AfD, tuiteó burlonamente: "Tambalea el universo paralelo de la izquierda woke”. El estadounidense Angelo Carusone, experto en medios de comunicación, ya comparó el impacto del acuerdo con Musk en el panorama mediático de Estados Unidos con la fundación de la cadena estadounidense de derecha Fox News. La resistencia se está formando en Europa Musk ha insistido en varias ocasiones en que quiere cambiar Twitter desde la base. No se trata sólo de permitir la desinformación y la agitación. Tiene en mente una plataforma como la aplicación china Wechat, con la que se puede publicar, chatear, comprar y pagar en línea. Además, la aplicación sirve como instrumento de control para el gobierno chino. Así que las perspectivas para los demócratas son sombrías. Sin embargo, está por verse hasta qué punto Musk puede cambiar realmente Twitter. Por un lado, algunos anunciantes ya han comentado que no les gustaba ver sus anuncios en un entorno de odio y mentiras. Por otro lado, existen normas internacionales, como la Ley de Servicios Digitales. El Comisario de Mercado Interior de la UE, Thierry Breton, se refirió a ellos en una reacción a Musk. En Twitter, escribió: "En Europa, el pájaro volará según nuestras reglas".

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