Existió un tiempo lejano en que fui caminando hacia el Sur de Sudamérica. Lo hacía…
Rafael del Naranco
Rafael del Naranco: La Semana Santa y su desgarro
Lo creemos ciertamente: En ningún otro tiempo se viven los días de Pasión como en…
Rafael del Naranco: El fervor de un querer
No sé canciones – quiero decir muy pocas – a lo sumo uno que otro…
Rafael del Naranco: Entre Caracas y Bogota
Santiago León de Caracas es una barcaza haciendo aguas por todas sus hendiduras. No hay…
Rafael del Naranco: De la efusión humana
El madrileño Lope de Vega y Carpio, escribió que la razón de todas las pasiones…
Rafael del Naranco: Ordenador con sangre propia
En ese ir y venir sobre los vaivenes de la existencia, uno termina sabiendo que…
Rafael del Naranco: Pescado seco y salado
Uno, al no ser hombre de mar, sino de secano, tierra firme, páramo abierto, llanura…
Rafael del Naranco: Los olvidos que vendrán
En sus memorias, el escritor español – francés Max Aub, rotula: “Paulino Masip viene a…
Rafael del Naranco: El nuevo ser humano
Cada hombre o mujer es un Cosmos y todos unidos, la esencia de lo perdurable.…
Rafael del Naranco: Un expatriado de oficio
Claro aparece el día en la ciudad de la Valencia mediterránea en la que siguió…
Rafael del Naranco: Hojas verdes
Antonio Machado, en unos versos admirables por lo sencillo de sus estrofas, cantó al árbol…
Rafael del Naranco: Aceituneros activos
Sobre los caminos del nuevo año envenenado con la plaga del Coronavirus envuelto en espanto,…
Rafael del Naranco: La inspiración al escribir
Los seres humanos solemos tener un lugar especial donde vamos desgranando nuestras cuitas interiores. El…
Rafael del Naranco: ¡Qué bello es vivir!
Un antiguo proverbio señala: “El hombre teme al tiempo, pero el tiempo teme a las…
Rafael del Naranco: Mujeres maltratadas a espuertas
Tantas llagas hay en la piel de la mujer como gotas de rocío en el…
Rafael del Naranco: Realidad sin telarañas
Sobre la repisa del tálamo donde duermo, reposan dos libros de Joseph Roth entre varios…
Rafael del Naranco: Compañeros de viaje
Del último recorrido por las viejas librerías de la Valencia mediterránea, en la que hice…
Rafael del Naranco: Vida, historia y sátira
Narra la historia que durante una larga y oscura noche de invierno del año 373…
Rafael del Naranco: No hay barcos para todos
El bardo del libro de Lawrence Durrell en “El cuarteto de Alejandría” con cuarzo negro…
Rafael del Naranco: Sobre el arte y la vida
Uno entiende poco de pintura, nada de matemáticas y música. Igualmente nulo en mover piezas…
Rafael del Naranco: La turbación que nos cubre
No hay historias pequeñas en la ardua cognición humana. Cada uno de los acontecimientos sucedidos, …
Rafael del Narancoo: Entre olivos y jaras
Escribo en una cala del Mediterráneo a un costado de la baja Andalucía, la cortejada…
Rafael del Naranco: ¿Adónde vamos?
Nuestra conciencia reflexiva nos dice que somos herederos de las estrellas y necesitamos escarbar esa…
Rafael del Naranco: Campo sembrado de mijo
Somos incrédulos en materia de hipnotismo, ocultismo y todos los conceptos imaginables existentes en la…
Rafael del Naranco: Tierna muchacha en flor
Es hermosa la criatura y anda muy despacio, igual a los pasos de una gacela. …
Rafael del Naranco: Aquel otoño en Manhattan
El hecho que tuvo lugar en Nueva York el 11 de septiembre de 2001, hace…
Rafael de Naranco: La soledad que no cesa
En las páginas de “Marat- Sade” – drama de tres actos de Meter Weiss -en…
Rafael del Naranco: Un pedazo de alcalina
Aún habiendo trascurrido muchos años, recuerdo el pequeño transistor de pilas que a nuestra madre…
Rafael del Naranco: Un recuerdo balcánico
El fin de semana acudí a aún cine de barrio en la Valencia mediterránea, ciudad …
Rafael del Naranco: Oliendo a lupanar
A razón de mis años, que son ya muchos, conozco cortesanas de medio mundo y…